Ganaderos piden ‘blindaje’ para cuatro millones de reses

Ganaderos piden ‘blindaje’ para cuatro millones de reses

La enfermedad de la fiebre aftosa, que es susceptible en la población ganadera, si bien no representa un peligro para el consumo humano, atenta contra los planes sanitarios del país, que fue declarado libre de este mal hace siete años.

La preocupación por este virus surgió con la aprobación de la proforma presupuestaria de este año, que no incluye un financiamiento para mantener este plan.

La Agencia de Regulación y Control Sanitario (Agrocalidad) destinó el año pasado USD 87 millones para el proyecto de Erradicación de la Fiebre Aftosa en Ecuador. Sin embargo, la Secretaría Nacional de Planificación no agregó ningún valor para este fin en el presente período.

Según gremios ganaderos, estarían en riesgo 4 525 183 bovinos si es que no se logra sostener la inocuidad animal de este sector.

El ganadero Juan Zambrano tiene 30 reses y teme que vuelva la aftosa a su propiedad. Él recuerda que hace una década, cuando se tuvo el último brote en el país, uno de sus semovientes presentó ampollas en la lengua, boca y ubres.

Pese a los tratamientos, la enfermedad avanzó con rapidez e hizo debilitar a la vaca hasta causarle la muerte. Todo ocurrió en menos de una semana y este agremiado debió colocar en cuarentena a otras cinco reses hasta que se recuperaran.

El productor Jorge Garzón tampoco quiere que se repitan estos episodios. Él explica que es una enfermedad muy contagiosa que además perjudica a los porcinos con una morbilidad que puede alcanzar el 100%. Los animales jóvenes son los más propensos a morir por falta de amamantamiento de la madre enferma.

La causa de muerte más frecuente es la cardíaca, agrega este veterinario de Santo Domingo de los Tsáchilas. “Es cierto que no hemos tenido animales enfermos, pero no hay que confiarse. El año pasado solo tuvimos una fase de vacunación y eso es preocupante”.

La producción de carne de res y la leche se expone a una merma cuando las reses enferman. A los agremiados también les inquieta esta situación.

En un probable escenario de aftosa, se vería afectada la producción de 220 000 toneladas métricas de carne que genera anualmente el país para el consumo nacional. Y también se afectarían los 6,6 millones de leche cruda que se producen al día. Estos datos fueron analizados por los ganaderos de 40 gremios del país, que se reunieron en tierra Tsáchila a finales de diciembre.

Ante esto, Agrocalidad informó que se decidió crear un nuevo plan de inversión. Se trata del Proyecto de protección zoosanitaria del Ecuador con un presupuesto de USD 15 742 669,98. La idea, según el ente, es seguir “con la vigilancia y aplicación de estrategias de control para la preservación de los estatus sanitarios internacionales que permitirán a la cadena de producción pecuaria del país promover más oportunidades en el ámbito de comercio internacional”.

Agrocalidad no precisó de dónde saldrán esos recursos, pero señaló que se hacen esfuerzos para la búsqueda y también poder mantener otras cinco declaratorias sanitarias.

Según la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), la fiebre aftosa no representa un riesgo para las personas. Pero el magíster en nutrición animal Paúl Márquez dice que el consumo, por ejemplo, de leche y carne de una res no aislada o en cuarentena puede causar problemas gastrointestinales al consumidor.

Márquez aclara que pudiera haber casos en los que no ocurra esto ya que la cocción del producto puede eliminar el virus. Lo que en consecuencia deja más expuesto al ganado a padecer por este mal.

Cada año Agrocalidad desarrolla dos fases de vacunación en cumplimiento con la declaratoria de país libre de aftosa, cuya denominación fue otorgada en 2015 por la Organización Mundial de sanidad Animal. Los datos de los últimos siete años de esta institución señalan que en el país no hubo vacunación de la segunda fase en 2016, 2017, 2020 y 2021. En los dos primeros ocurrió por los problemas del invierno que limitaron el desarrollo de la campaña.

En cambio, en estos dos últimos años, los problemas fueron por la pandemia del covid-19, ya que los técnicos no lograron movilizarse por las restricciones y riesgos de contagio.

Los ganaderos apuntan a que la segunda fase del 2020 no se cumplió porque Agrocalidad no tenía presupuesto. La entidad aclaró que dispone de 1 600 000 dosis de siete tipos distintos de vacunas almacenadas bajo una adecuada cadena de frío.

Vinicio Arteaga, presidente de la Asociación de Ganaderos de Santo Domingo, indicó que no solo se trata de la disponibilidad del biológico sino de recursos para la movilización de las brigadas hacia las fincas y haciendas ganaderas.

Los agremiados concluyeron que pedirán una reunión con el presidente, Guillermo Lasso, para que les aclare los presupuestos destinados para los programas fitosanitarios