Censo dice que en Quito hay 12 089 minoristas

Salir a vender a la calle ‘lo que haya’ siempre ha sido una opción. En cada crisis, los espacios públicos ganan comerciantes; la de la pandemia también ha traído a más gente a los semáforos capitalinos ofreciendo frutas, helados, bebidas, tabacos.

Ese es el impacto de la crisis en la informalidad. La afirmación la hace Carlos Loaiza, presidente de la Cámara de Comercio de Quito, quien comparte que, según una encuesta del INEC, casi el 50% de los ecuatorianos trabaja en la informalidad, mientras en el 2014, por ejemplo, la cifra bordeaba el 40%.

A finales del 2021, la Agencia Distrital de Comercio del Municipio de Quito contrató a una consultora para que hiciera un censo de vendedores. Pablo Hernández, director de Comercio Autónomo, indicó que la recopilación de información terminó y los datos parciales entregados revelan que se han identificado 12 089 comerciantes, entre los regularizados y los que no lo están.

El dato corresponde solo a los que están en la zona urbana. Se espera que este año se pueda censar a quienes trabajan en la ruralidad, lo que pudiera implicar un aumento significativo en la cifra. Ahí se cuentan parroquias como Calderón, donde abundan el comercio.

De esa cifra, 2 691 vendedores contaban con permisos hasta el año pasado, es decir, el 22,2%. Los demás no están regularizados.

Cada año, los vendedores que desean tener autorización deben presentar la solicitud al Municipio. Para este 2022 se recibieron 4 634 solicitudes, casi el doble de las que se presentaron para el 2021. Aún así, hay cerca de 7 500 comerciantes que no muestran interés en regularizarse.

Hay que tomar en cuenta que en los resultados constan solo quienes accedieron a dar información a la consultora contratada.

El censo servirá -asegura Hernández- para que el Municipio pueda trazar las estrategias. El Cabildo cuenta con 1 500 vacantes en los 54 mercados donde los comerciantes pueden ser ubicados. Hasta ahora, 771 fueron asignados.