La victoria definitiva de Álex Márquez, el piloto que se hace llamar ‘Míster Segundo’: “Lo único que me exijo ahora es seguir disfrutando”

La victoria definitiva de Álex Márquez, el piloto que se hace llamar ‘Míster Segundo’: “Lo único que me exijo ahora es seguir disfrutando”

En casa nunca dudaron del verdadero potencial de Álex Márquez Alentà, que acaba de cumplir los 29 años con una victoria de ensueño en Jerez. El mismo chaval que supo resistir la etiqueta eterna de “el hermano de Marc” y siempre le sacó el lado positivo al hecho de compartir la vida con uno de los mejores pilotos de motociclismo de la historia se sacó la penúltima espina que le quedaba en su trayectoria profesional con la victoria del domingo en el GP de España, su primer laurel en la categoría reina tras seis años de persecución intensa.

“Cuando tracé la última curva me sorprendió una mezcla de sensaciones. Estaba muy contento y también muy emocionado. Ha sido muy bonito, la verdad, y mi camino para llegar hasta aquí ha sido largo y duro”, constataba el gran protagonista de la jornada. “Cuando estás en el sitio adecuado y te rodeas de la gente que te apoya siempre, todo es posible. La cosa va de no rendirse jamás y de seguir intentándolo”, añadía el ganador, de nuevo líder del Mundial con un punto de ventaja sobre el hermano mayor, que se dejó el liderato en la grava.

“Me hubiera encantado compartir este podio con él, ver su victoria más de cerca, pero me ha tocado disfrutarla desde la tele”, lamentaba el ocho veces campeón del mundo, feliz y risueño a la hora de hablar del ganador de la carrera. Era para pellizcarse, y es que nunca una pareja de hermanos había presumido de victorias en MotoGP en el palmarés de ambos. Tampoco de copar los dos cajones más altos del podio, como ya hicieron en las tres primeras carreras del curso.

Roser Alentà, la madre de las criaturas, encuentra más satisfacción en lo bien que se llevan sus dos hijos sobre la pista que en los resultados. Normal cuando no se cortan ni un pelo en sus batallas a más de 300 km/h, y son ya dos ligeros toques en carreras consecutivas. Huelga decir lo fascinante que resulta que ella y Julià criaran a dos colosos del motociclismo mundial en Cervera, un pequeño pueblo de 9.000 habitantes situado en la provincia de Lleida. Natural llorar y emocionarse juntos en familia, en uno de los momentos más dulces del 73, acompañado por su pareja Gabriela, el pilar más novedoso en su vida personal y profesional.

“Me he acordado de todos ellos, de la familia, de mi abuelo y también de Marc. Él es el que está ahí conmigo todos los días, el que más me apoya y más consejos me da. Ha sido muy bonito poder abrazarle en el parque cerrado”, contaba Álex, desde hace muchos años un talento irrefutable por mucho que parlotearan los críticos. “No tengo nada que decirles a quienes no creían en mí. Estas cosas se responden sobre la pista, y sobre ese asunto me siento en paz”, esgrimía sin darle más importancia el campeón del mundo de Moto3 (2014) y Moto2 (2019). Solo tres pilotos de la actual parrilla de 22 han ganado ambas categorías de promoción rumbo a la élite. Él suma, además, el título de campeón de España, el único que su hermano Marc no tiene.

¿Pero cómo se explica este subidón de Álex? “Lo principal es que este año se ha encontrado con una moto mucho más competitiva. La diferencia entre la GP23 y la GP24 era mucho mayor respecto a la GP24 que lleva ahora y las GP25 de Marc y Pecco”, explicaba Gigi Dall’Igna, máximo responsable de Ducati Corse, a este periódico. Cuando probó por primera vez su actual máquina, la misma configuración que coronó a Jorge Martín el curso pasado, Álex se sintió a gusto enseguida y eso le hinchó de confianza y motivación para seguir empujando en la búsqueda de esa victoria. En las pruebas invernales se situó el primer día en cabeza, y desde entonces no ha abandonado las posiciones delanteras, haciendo alarde de una regularidad que le llevó a bautizarse a sí mismo como “Míster Segundo”.

La retroalimentación positiva entre los Márquez es palpable en sus movimientos idénticos rumbo al equipo Gresini, separados tan solo por un año. Fue Álex el que decidió en 2022, cuando no tenía valedores ni contrato para continuar en la élite en pleno derrumbe de Honda, ofrecerse por nada y menos a la escuadra italiana: “Quería conocer mi potencial verdadero, así que solo les pedí la moto, un año de contrato y nada más”. Dos podios en grandes premios y dos victorias en el formato ‘sprint’ recién estrenado en 2023 pusieron la alfombra roja para que Marc se inspirara en el renacer de su hermano y decidiera tomar el mismo camino que le ha devuelto a la gloria tras cuatro años de calvario físico y deportivo.

Aunque no tiene contrato con la fábrica y el 2024 se le atragantó, en Ducati llevan meses tomando nota sobre el fantástico rendimiento de Álex. “Para nosotros no fue una sorpresa”, dijo Davide Tardozzi, jefe del equipo oficial de los italianos, sobre su inicio fulgurante. Su gran momento no pasa desapercibido y Dall’Igna, quien tiene la última palabra, tiene una respuesta clara sobre el futuro del líder del certamen. “Nos gustan los pilotos que van rápido, y ciertamente Álex está pilotando muy fuerte”, apuntaba el ingeniero y gurú técnico del campeonato. La victoria solvente sobre dos campeones como Fabio Quartararo y Pecco Bagnaia en el GP de España refuerza su posición entre la realeza del certamen.

“Yo no dudo nunca de mi hermano, porque sé el talento que tiene y que es capaz de todo. No es una casualidad que sea campeón del mundo de Moto2 y Moto3”, avisaba el 93 sobre la batalla por el título que dominan los apellidos Márquez Alentà. Era lo esperado, si bien casi nadie ponía en las quinielas a Álex, que tocó el cielo en Jerez y se permite soñar a lo grande a lomos de la mejor moto que ha pilotado en su vida.

“Lo único que me exijo ahora es seguir disfrutando”, decía el flamante ganador y líder de MotoGP. “¿Pero por qué no? Con lo que tenemos podemos hacer un buen papel, y nuestro campeonato está en no cometer errores”, remataba el hombre del momento.