Los ministros de Exteriores polaco y húngaro se enzarzan por la cercanía de Hungría a Rusia

La relación entre Polonia y Hungría, antiguos aliados y socios inseparables en sus cruzadas frente a Bruselas, se quebró con la invasión rusa a gran escala de Ucrania, en febrero de 2022. El entonces Gobierno ultraconservador polaco de Ley y Justicia (PiS) se distanció del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, por su cercanía a Moscú, y enfrió las relaciones. El cambio de poder en Varsovia en diciembre de 2023 a una coalición liberal encabezada por Donald Tusk, no hizo sino ahondar la brecha, que esta semana se ha ensanchado aún más. Los ministros de Exteriores de ambos países, Radoslaw Sikorski y Péter Szijjártó, han hecho una exhibición de animosidad poco diplomática y se han enzarzado este viernes en la red social X.
El trasfondo son unas declaraciones de Orbán en una entrevista de más de una hora con el canal de YouTube húngaro Ultrahang, en la que el primer ministro volvió a justificar este jueves la invasión rusa de Ucrania. Como suele ser habitual, el dirigente populista atacó también a Bruselas, esta vez a costa del presupuesto plurianual de la UE, que rechaza frontalmente. El entrevistador le preguntó si Hungría, dada la radical oposición de Orbán a buena parte de las políticas y su veto a muchas iniciativas europeas, abandonaría el club comunitario. “Espiritualmente, tal vez nos estemos distanciando, pero económicamente, Hungría se beneficia más quedándose”, respondió el dirigente.
Medios húngaros como Telex detallan que Orbán afirmó que salir de la UE “no está en el radar” y que no lo ve como una posibilidad en un futuro próximo. En algún momento de la conversación y ante la insistencia del interlocutor, aseguró, sin embargo, que “teóricamente, hay un punto a partir del cual ya no vale la pena formar parte de la Comunidad”. “Puedo prometer ahora a los votantes que si veo que estar en la UE ha perdido su sentido, tomaré las medidas oportunas”, dijo, pero repitió en que no estaba en ese punto.
Ante estas declaraciones, el ministro de Exteriores polaco escribió este viernes en X: “Viktor Orbán ha convertido a Hungría en el país más pobre de la Unión Europea y ahora amenaza con abandonarla. No me asusta esta amenaza porque durante años, en coordinación con Putin, ha estado saboteando la Unión”. “Es una advertencia: a esto conducen el robo y el nacionalismo”, añadió Sikorski en un mensaje para los polacos, inmersos en un turbulento escenario político de fuerte polarización, con el auge de la extrema derecha y los ultraconservadores.
La respuesta de Szijjártó llegó unas horas después en la misma red social, con un contundente: “El Ministro de Asuntos Exteriores Sikorski ha perdido claramente el sentido común en favor del belicismo”.
El rifirrafe cierra una semana especialmente tensa en las relaciones bilaterales. El miércoles, el viceministro de Exteriores húngaro Levente Magyar informó en Facebook de que Polonia había retirado definitivamente a su embajador en Budapest. “El deterioro gradual de la relación política ha llevado a este lamentable paso, sin precedentes en la historia de las relaciones con nuestros socios centroeuropeos”, afirmó Magyar. El viceministro confió en que se trate de una “situación pasajera” que no arruine “la amistad histórica existente entre húngaros y polacos”. La representación polaca ha quedado en manos del encargado de negocios.
Pese al distanciamiento inicial entre PiS y Fidesz —el partido de Orbán—, a cuenta de la invasión de Ucrania, las relaciones entre los dos partidos ultraconservadores mejoraron cuando los polacos pasaron a la oposición. El Gobierno húngaro, siempre dispuesto a reforzar la alianza internacional de los partidos ultras en Europa, concedió asilo político el pasado diciembre a Marcin Romanowski, un exviceministro de Justicia de PiS huido de la justicia y acusado de corrupción. Entonces, Sikorski llamó a consultas al embajador polaco, Sebastian Keciek.
En una entrevista con la televisión pública TVP, Sikorski afirmó el jueves que la concesión del asilo había sido “un acto hostil” de Hungría hacia Polonia y por eso había decidido retirar al embajador. Como recoge Notes from Poland, el ministro agregó que Budapest había “violado el principio de confianza mutua” y había cuestionado a la Fiscalía y a los tribunales polacos. En diciembre, Sikorski anunció que Polonia llevaría a Hungría ante el Tribunal de Justicia de la UE por haber “violado claramente el principio de cooperación sincera”.
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