¡Terapia intensiva para la OMS!

¡Terapia intensiva para la OMS!

Estados Unidos busca su salida oficial de la Organización Mundial de la Salud, OMS, por segunda vez en la historia, de la mano de Donald Trump. Fue en plena pandemia del COVID-19, en julio del 2020, cuando Trump cursaba el último semestre de su primer periodo presidencial, que notificó oficialmente a la agencia de las Naciones Unidas, la desvinculación de su país de la OMS.

Sin embargo, pocos meses después, una vez que Joe Biden asumiera el cargo de presidente de los Estados Unidos, en enero del 2021, el entonces flamante mandatario suspendió y reversó dicho proceso de retiro iniciado por Trump. Además, Biden se comprometió a pagar los más de 200 millones de dólares que Estados Unidos tendría de deuda con la organización por concepto de aportes atrasados, debido al congelamiento de fondos que habría generado la decisión de Trump, lo cual se convirtió en un salvavidas para la organización.

¿Estadista o dictador?

En este segundo intento de desvinculación la situación pinta distinta para la OMS. Trump tiene todo su mandato por delante para cumplir su objetivo, el cual antes le fue truncado; y además cuenta con marea y viento a su favor, considerando el liderazgo y mayoría de los republicanos en ambas cámaras del Congreso estadounidense. Por el momento, las transferencias de fondos se encuentran suspendidas.

Y ahora, ¿quién podrá defenderlos?

De concretarse la salida de los Estados Unidos de la OMS en el transcurso de los próximos meses, la organización se vería envuelta en una gravísima situación de emergencia. La desvinculación del más importante contribuyente significaría un reducción de cerca del 20 % de su presupuesto, lo cual comprometería y perjudicaría severamente su gestión.

La Organización Mundial de la Salud, a través de sus canales oficiales, ya se ha pronunciado lamentando el anuncio que el presidente Trump realizó en su primer día de mandato. Además destacó el rol fundamental que los Estados Unidos representa para la organización, al mismo tiempo que exhortó al Gobierno a reconsiderar su decisión, manifestando su apertura para poder construir, a través de un diálogo constructivo, puentes que permitan mantener la alianza entre los Estados Unidos y la OMS, poniendo el bienestar de la salud de millones de personas de todo el mundo por delante.

Cuatro años atrás Trump argumentaba que las causas de la salida de los Estados Unidos de esta organización se basaban, principalmente, en que para el mandatario la OMS se encontraba bajo el control de China y responsabilizaba a este país a haber “instigado una pandemia global”. En esta ocasión, según el comunicado de la Casa Blanca, las razones no dejan de estar vinculadas al país asiático. El comunicado manifiesta, de forma expresa, que los pagos exigidos a los Estados Unidos por parte de la OMS son injustos y desproporcionados en relación a otros países, como China, que con una población superior al 300 % de la población estadounidense contribuye cerca de 90 % menos a este organismo.

Sin lugar a duda la Organización Mundial de Salud necesita del oxígeno de su aliado estratégico para cumplir sus funciones. Por lo tanto, es urgente que empiece a gestionar una agenda diplomática para reestablecer dichos vínculos con los Estados Unidos o la terapia intensiva que le espera es inminente. (O)