Corea del Norte admite por primera vez que ha enviado soldados a luchar en la guerra de Ucrania

Corea del Norte ha admitido este lunes por primera vez que sus tropas han estado apoyando a Rusia en la guerra de Ucrania. Los soldados del país asiático han participado en la batalla para retomar el territorio ruso de Kursk bajo control ucranio. En concreto, las unidades norcoreanas realizaron “heroicas proezas” en operaciones conjuntas con las fuerzas armadas rusas destinadas a “repeler y aniquilar” al bando ucranio con el fin de “liberar completamente la zona ocupada”, ha asegurado la Comisión Militar Central del Partido del Trabajo, según recoge la agencia de noticias oficial norcoreana, KCNA. El presidente ruso, Vladímir Putin, ha expresado también este lunes su agradecimiento personal a Pyongyang por la ayuda.
Kim tomó la decisión de enviar tropas tras invocar el tratado de asociación estratégica firmado entre ambos países el pasado junio, cuyo artículo 4 contempla la asistencia militar mutua en caso de guerra, asegura la citada agencia. El acuerdo despertó inquietud en capitales de Europa, Asia y en Estados Unidos, no solo por el apoyo de Corea del Norte a Rusia, sino por las posibles transferencias tecnológicas y nucleares en sentido contrario, y su capacidad desestabilizadora en la región de Asia-Pacífico.
La “conclusión victoriosa” de las operaciones son un triunfo de la “justicia contra la injusticia”, y demuestra el “más alto nivel de amistad militante” de los dos países, explica la Comisión Militar Central norcoreana.
Una parte de la región rusa de Kursk fue ocupada por las fuerzas de Kiev el pasado mes de agosto. Desde entonces, Rusia ha concentrado parte de sus esfuerzos bélicos en recuperar ese territorio. El sábado, el Kremlin aseguró que había logrado repeler todas las tropas ucranias tras meses de combates, y reconoció por primera vez la presencia de soldados norcoreanos en la zona. Kiev ha replicado que tales afirmaciones no se “corresponden con la realidad” y que las operaciones siguen en marcha “en algunas áreas”. El viernes pasado aseguró que uno de sus pelotones había matado a 25 norcoreanos en Kursk.
Putin ha expresado este lunes su agradecimiento personal al líder norcoreano, Kim Jong-un, por el papel de sus soldados. “Nuestros amigos coreanos actuaron basándose en un sentido de solidaridad, justicia y auténtica camaradería”, ha dicho el líder ruso, según un comunicado del Kremlin. “Lo apreciamos mucho y estamos sinceramente agradecidos personalmente al Presidente de Asuntos de Estado, el camarada Kim Jong-un, a todo el liderazgo y al pueblo de la RPDC [República Popular de Corea del Norte, nombre oficial del país]”.
El comunicado repite punto por punto los argumentos habituales de la propaganda rusa. Los ucranios, para infligir una “derrota estratégica a Rusia”, y actuando como vanguardia de “fuerzas imperialistas”, atacaron territorio ruso “por sorpresa” con tropas de élite y armamento y equipamiento de Occidente “con la siniestra intención” de revertir la tendencia de la guerra. Esto fue un golpe a la “fraternal” Rusia, y una amenaza para la “causa común” de la “justicia internacional y la paz global” frente a las arbitrarias prácticas imperialistas.
Tras analizar la situación, Kim Jong-un decidió que las fuerzas armadas de su país participaran en la guerra para “barrer a los ocupantes neonazis ucranios en cooperación con las fuerzas armadas rusas”, y aseguró que la consolidación de la amistad con Moscú es una “misión”.
El comunicado en ningún caso condena la violación de la soberanía ucrania ni la invasión de su territorio. En cambio, asegura que todas las operaciones de sus tropas se llevaron a cabo dentro de Rusia conforme “a las provisiones y el espíritu” de la Carta de las Naciones Unidas.
La confirmación llega meses después de que la inteligencia ucrania, surcoreana y estadounidense alertaran de la presencia de esos militares. En octubre, Estados Unidos aseguraba ya que unos 10.000 soldados norcoreanos se encontraban en Rusia recibiendo formación para entrar en breve en combate en Kursk. A finales de diciembre, Corea del Sur había confirmado la primera captura de un soldado norcoreano herido que combatía junto a las tropas rusas en esa región. El militar murió poco después. En enero, las tropas ucranias lograron capturar con vida a dos soldados norcoreanos, lo que se convirtió en una prueba sólida de su presencia en la zona.
Pyongyang ha enviado en torno a 14.000 soldados, incluyendo cerca de 3.000 para reemplazar sus pérdidas, según Kiev. El espionaje surcoreano aseguraba ya en enero que sus vecinos del norte acumulaban “bajas masivas” debido a su “falta de comprensión de la guerra moderna”, lo que incluiría el acto “inútil” de disparar a drones de largo alcance.
Corea del Norte no participa en una contienda internacional desde que enviaron efectivos, entre 1964 y 1973, a la guerra de Vietnam (1955-1975). Su implicación en la guerra de Ucrania está ofreciendo la primera prueba directa de sus capacidades militares en décadas; pistas sobre su forma de batallar y también sobre sus métodos y prevenciones cuando caen en manos enemigas.
La cooperación norcoreana, en cualquier caso, no se ha limitado a enviar hombres al frente. También ha suministrado a Rusia armas, municiones y misiles balísticos, según Seúl.
El reconocimiento oficial de su presencia en la otra punta del continente llega en un momento en el que siguen encalladas las negociaciones para poner fin a la guerra en Ucrania. El sábado, en los márgenes del funeral del Papa en el Vaticano, el presidente estadounidense, Donald Trump, se vio con su homólogo ucranio, Volodímir Zelenski, en una cita calificada como “muy productiva” por la Administración americana y como “buena” por parte de Kiev. Tras el encuentro, el republicano expresó sus dudas sobre la voluntad de Putin de concluir la guerra.
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