¿De qué se trata ‘Pared con pared’? La película de Netflix protagonizada por Aitana muestra los cotizados robots de un creativo ecuatoriano
El viernes 12 de abril llegó a Netflix la comedia romántica española Pared con pared, promocionada con gran expectativa por ser el debut como actriz de Aitana, estrella del pop de España. Pero quizá para los ecuatorianos este título resuene por otra razón. El filme utiliza los cotizados robots del creativo ecuatoriano Javier Arcos Pitarque, radicado en Madrid.
¿De qué se trata Pared con pared?
La recientemente estrenada cinta sigue a Valentina, una joven pianista que quiere empezar de cero; y a David, su vecino David, un inventor que odia el ruido; y la finísima pared, como el papel, que los separa antes de unirlos definitivamente.
En la piel de Valentina está Aitana, a quien también le molesta todos los sonidos que hace su vecino David, interpretado por Fernando Guallar. El conflicto comienza cuando se define que David quiere un silencio total para su trabajo científico, pero Valentina no puede lograrlo porque está tratando de vencer a un pianista profesional.
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Los robots de Pitarque Robots en Pared con pared
Como inventor, David tiene en sus manos algunas de las creaciones originales de Pitarque Robots, el taller de robots del fabricante ecuatoriano Javier Arcos Pitarque, radicado en Madrid.
Los robots de Arcos han llamado la atención, porque se fabrican con empaques reciclados de conocidos productos españoles y otras piezas antiguas originales. Y todos son hechos a mano por él.
“Mi pasión son los robots. Una pasión que conservo desde niño, cuando veía en televisión Perdidos en el Espacio y soñaba con tener un amigo robot como el protagonista de la serie. Desde entonces he estado rodeado de robots”, explica el artista y también creativo publicitario en la biografía en su sitio web pitarquerobots.com. “Empecé coleccionándolos y más tarde a hacerlos yo mismo utilizando cualquier objeto a mi alcance”.
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Desde 2007, Javier Arcos ha creado más de 400 personajes para todo tipo de eventos, para empresas y particulares, hay robots pequeños, medianos y gigantes; incluso personalizados. Según una reseña del portal boing boing, una creación de Pitarque Robots costaba, hasta el 2016, entre 400 a mil euros. (E)
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