La India lanza una ofensiva aérea contra “infraestructuras terroristas” en Pakistán

La India lanza una ofensiva aérea contra “infraestructuras terroristas” en Pakistán

La ya de por sí tensa relación entre India y Pakistán, marcada por décadas de hostilidad y desconfianza, ha alcanzado uno de sus momentos más críticos en más de 20 años. El Ejército indio lanzó esta madrugada una ofensiva aérea contra varias posiciones en territorio paquistaní y en la Cachemira administrada por Islamabad, donde, según Nueva Delhi, se planificó el ataque terrorista contra su país del mes pasado. El bombardeo ha dejado al menos 26 muertos, según Islamabad, 46 heridos y una cascada de acusaciones cruzadas entre dos vecinos con armamento nuclear y un conflicto territorial enquistado desde hace casi ocho décadas. El primer ministro paquistaní, Shehbaz Sharif, ha asegurado que su país prepara una respuesta y en una reunión de emergencia del Comité de Seguridad Nacional, Sharif ha encargado a las Fuerzas Armadas de Pakistán que actúen en “legítima defensa” con “acciones pertinentes”, según informó la oficina del primer ministro.

Nueva Delhi ha enmarcado el ataque dentro de la llamada Operación Sindoor, como represalia tras el atentado que tuvo lugar en abril en la localidad turística de Pahalgam, en la Cachemira india. 26 turistas hindúes fueron asesinados en un tiroteo reivindicado por el Frente de Resistencia, una organización insurgente vinculada al grupo islamista armado Lashkar-e-Taiba, que la India acusa de recibir apoyo de Islamabad. Pakistán, no obstante, niega cualquier implicación.

Traslado de uno de los cuerpos, este miércoles.

“La India ha demostrado una moderación considerable en la selección de objetivos y el método de ejecución”, ha aseverado el Ministerio de Defensa indio en un comunicado. Asimismo, ha especificado que se han atacado nueve instalaciones utilizadas como “infraestructura terrorista” en Pakistán y en el territorio de Jammu y Cachemira “ocupado por Pakistán”, donde, insiste, “se han planeado y dirigido ataques terroristas contra la India”. La nota asegura que se trató de una intervención “medida” y “no provocativa”, que evitó deliberadamente golpear instalaciones militares paquistaníes.

Tras la reunión del órgano de seguridad, el mandatario de Pakistán ha instado a “vengar la pérdida de vidas inocentes pakistaníes” y ha alertado de que su país se reserva “el derecho a responder, en defensa propia, en el momento, lugar y forma que considere apropiados”. “La nación está unida y decidida frente a cualquier nueva agresión”, ha advertido. Antes, el Ministerio de Exteriores paquistaní había calificado el asalto indio como “un acto flagrante de guerra” y había denunciado que la India violó su soberanía “utilizando armas de precisión desde su propio espacio aéreo” y “dirigiendo los misiles contra población civil”.

Un portavoz militar indio citado por la agencia Reuters precisó que las fuerzas indias alcanzaron cuarteles de los grupos armados Jaish-e-Mohammed y Lashkar-e-Taiba, ambos vinculados a ataques previos en territorio indio. La cadena india CNN News-18 afirmó que han muerto “12 terroristas” y que al menos 55 personas han resultado heridas. Tras el bombardeo, el Ejército indio ha escrito en X: “Se ha hecho justicia”.

Sin embargo, Islamabad sostiene que han sido seis los puntos bombardeados y todos ellos civiles, incluidas dos mezquitas. Pakistán afirma que los misiles indios han alcanzado tres puntos del país y que su Ejército ha derribado cinco cazas indios, un dato sobre el que Nueva Delhi no se ha pronunciado. Según adelanta la agencia Reuters citando fuentes policiales indias, una decena de personas han muerto y 48 han resultado heridas en la Cachemira administrada por la India a causa de un bombardeo paquistaní.

La escalada de tensiones ha sacudido los cimientos de la frágil tregua firmada en 2003 y reafirmada en 2021. El ataque va más allá de la represalia aérea lanzada por la India en 2019, tras la muerte de 40 paramilitares en un atentado suicida en Pulwama, en la Cachemira india, que llevó a la primera incursión área india en territorio paquistaní desde la guerra de 1971. Supera también el alcance del operativo de 2016, cuando comandos indios cruzaron la línea de control para atacar supuestas bases insurgentes tras la muerte de 18 soldados en Uri.

A diferencia de esas acciones, la operación actual ha implicado una ofensiva más amplia y coordinada con misiles de largo alcance lanzados desde el espacio aéreo indio para alcanzar objetivos fuera del territorio de Cachemira. Supone, en la práctica, una redefinición de los límites tácitos que ambos países habían respetado desde la firma del alto el fuego en 2003, y reaviva el temor a que se desencadene una espiral de represalias con consecuencias impredecibles.

Las imágenes difundidas por la televisión india mostraban explosiones, columnas de humo y escenas de pánico. Testigos citados por Reuters han confirmado que en Muzaffarabad, la capital de la Cachemira paquistaní, se han producido cortes de luz y han sobrevolado aviones militares. Pakistán ha declarado el estado de emergencia en la provincia de Punyab y ha puesto a los hospitales en máxima alerta. En la Cachemira india, residentes y policías han relatado bombardeos de artillería y actividad aérea a lo largo de la línea de control, la frontera de facto entre los dos países.

La India ha comenzado a movilizar apoyos y justificar su acción ante aliados clave. El asesor de Seguridad Nacional, Ajit Doval, ha contactado con el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, mientras que otros altos cargos han informado a sus homólogos en el Reino Unido, Rusia, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, según fuentes diplomáticas citadas por varias agencias. El presidente estadounidense, Donald Trump, ha calificado la situación como “una pena” y ha dicho que espera “termine muy pronto”. Naciones Unidas ha pedido a ambas partes “el máximo nivel de contención”. El principal aliado de Pakistán es China, cuyo presidente, Xi Jinping, viaja este miércoles a Rusia, un socio clave de la India.

El Ministerio de Exteriores ruso también se ha mostrado “muy preocupado” por la confrontación militar y ha pedido a ambas partes que actúen con contención. También ha condenado todas las formas de terrorismo.

Pekín ha expresado su pesar por la ofensiva militar india y ha manifestado su preocupación ante la evolución de los acontecimientos. “India y Pakistán son vecinos inamovibles, y ambos son también vecinos de China”, declaró un portavoz del Ministerio de Exteriores chino.