Marc Márquez alienta las expectativas en su estreno oficial con Ducati: un viernes casi perfecto en el GP de Tailandia

Marc Márquez alienta las expectativas en su estreno oficial con Ducati: un viernes casi perfecto en el GP de Tailandia

Marc Márquez empezó su andadura con el equipo oficial de Ducati con un viernes casi perfecto en el GP de Tailandia, que estrena la temporada 2025 de MotoGP. El ocho veces campeón del mundo, que se sabe con la mejor moto y el mejor equipo, terminó a 50 milésimas de su hermano pequeño Alex, que le birló el mejor tiempo del día sobre la bocina con un tiempo de 1:29.020 en meta. Una bandera amarilla en los últimos compases le arrebató al mayor de la familia Márquez Alentà un 1:28.8 que hubiese homologado en la tabla de tiempos su notoria superioridad sobre el resto a lo largo de la jornada.

Cómodo y sin contratiempos, el estreno del 93 alienta todas las expectativas depositadas por los aficionados y gran parte del paddock. Además, contrastó notablemente con el sufrimiento de su compañero Pecco Bagnaia, que tan solo pudo ser decimotercero en la práctica y deberá pasar por la primera sesión clasificatoria este sábado para intentar meterse en la lucha por la pole position. El tricampeón italiano no había quedado fuera de los diez mejores un viernes en las 20 sesiones disputadas el curso pasado y quedó a casi siete décimas del mejor tiempo del día. Más allá de su incomodidad a lo largo de la jornada, un encontronazo con su compañero Franco Morbidelli, de la academia de Valentino Rossi, le obligó a abortar su intento definitivo de la jornada. “Estoy más enfadado con dirección de carrera que con Franky. Sacaron bandera amarilla sin ningún motivo y han admitido el error, pero no me han querido devolver el tiempo”, lamentó el turinés. Su cabreo en el garaje contrastó con la calma chicha de Marc Márquez, que sí terminó en cabeza en los primeros libres.

“Me he sentido cómodo, que es lo importante. Una situación idílica. Cuando he llegado al box y he visto segundo, estaba igual de contento al ver que ha sido mi hermano”, comentaba Marc al repasar la jornada. Sobre los problemas de su compañero, ha descartado que vayan más allá de la anécdota. “Tenía buen ritmo, y mañana le espero en la primera fila. Ha tenido mala suerte con las banderas amarillas”, apuntó. Su hermano pequeño se mostró satisfecho con su velocidad a una vuelta, aunque subrayó que le falta todavía algo de constancia. “Marc está en otro mundo en el ritmo de carrera, pero tenemos las herramientas para hacer bien nuestro trabajo”, celebró el puntal de Gresini.

Julià, el padre de las criaturas, hacía aspavientos desde el garaje del equipo satélite después de la exhibición de ambos, mientras su madre Roser lo sufría a miles de kilómetros desde casa. Lo cierto es que los Márquez están en plena forma, y es que han comandado por ahora todas las sesiones disputadas en 2025, tanto en la pretemporada como en este arranque de 2025.

El primer día de acción sobre la pista dejó conclusiones positivas para todas las fábricas. Pedro Acosta aupó hasta la tercera plaza a la KTM y Marco Bezzecchi confirmó que en Aprilia tienen velocidad para luchar con los mejores con su cuarta plaza. Una caída del italiano cuando rodaba para firmar el mejor tiempo del día dejó en el aire si el potencial es lo suficientemente alto como para doblegar a las Ducati a una sola vuelta contra el crono, una duda que podría resolverse este sábado. El campeón del mundo de 2020, el mallorquín Joan Mir, sexto con la Honda a tres décimas, confirmó los brotes verdes de las fábricas japonesas. El francés Fabio Quartararo, campeón en 2021 y octavo este viernes con la Yamaha, también terminó satisfecho y redondeó un estreno de Mundial que da aliento a casi todos los miembros de la parrilla.