Muertes inusuales en Ecuador caen en junio y julio del 2021
La mortalidad inusual aún subsiste en Ecuador, pero ha venido cayendo de forma más pronunciada durante junio y julio de este 2021.
Las muertes excesivas sumaron 5 153 en mayo pasado, la cifra mensual más alta del segundo año de pandemia por el coronavirus, tras comparar con igual mes del 2019.
Al finalizar junio, y en medio de un aceleramiento de la vacunación contra covid-19, los decesos irregulares cayeron significativamente a 1 808, tres veces menos que en mayo.
Para dimensionar esta caída, las cifras del Registro Civil evidencian que mientras en mayo hubo 172 muertes inusuales diarias, en junio cayó a 60.
En el último mes de julio, el descenso fue mayor al cerrar con 1 252 fallecidos en exceso en comparación con julio 2019. Esto significa que a diario el país tuvo, en promedio, 40 fallecimientos inusuales.
Junto con esta menor mortalidad, hay casas de salud que han experimentado una reducción de las listas de espera y de ocupación de camas en las unidades de cuidados intensivos (UCI), cuidados intermedios y hospitalización.
Hasta el 7 de agosto, las UCI de la red privada de atención fue lo que más bajó, con 45% de ocupación, en tanto las del IESS, FF.AA. y Policía estuvieron en 80%. El Ministerio de Salud Pública (MSP), por su parte, registró 76%.
En todo el sistema de salud, 61 personas esperaban por una cama de UCI hasta esa fecha.
Para los epidemiólogos Andrea Gómez y Alberto Narváez, hay tres factores que inciden en la disminución de decesos: el aumento de la vacunación, la aplicación de las medidas de bioseguridad y las restricciones de movilidad.
Narváez detalla que las muertes inusuales se dan por covid-19 y por la falta de atención de otras patologías.
Ante ello -apunta Gómez- se espera que se acelere más el proceso de inoculación con el esquema completo (dos dosis); más las mejoras de la capacidad de diagnóstico.
Además, las autoridades deben solucionar el problema de la ocupación de sitios en varias provincias, sobre todo en la red pública e IESS. “No se han tomado las medidas para fortalecer la atención”.
La ocupación de las áreas de hospitalización, en cambio, cayó a menos del 50%, lo que permite un respiro para el personal de salud. En cuidados intermedios, la ocupación más alta está en la red integral de salud.
Otros servicios que experimentan una disminución son los funerarios. Ximena Naranjo, gerenta funeraria de Memorial, explicó que desde mayo se registra una disminución en el número de fallecidos confirmados para covid-19. Así, en ese mes hubo 126; en junio fueron 81; en julio hubo 32; y en lo que va de agosto suman nueve.
Estas cifras -dice- han dado un respiro al personal. “En julio del año anterior, por ejemplo, la demanda era alta: 230 decesos en ese mes. En este año, la baja es total, debido a factores como el aumento de las medidas de bioseguridad y las mejoras en la vacunación.
De las 24 provincias, en julio, una decena registra menos de 20 fallecidos inusuales y otras cinco provincias ya no afrontaron este problema. Sin embargo la mortalidad inusual persiste, aunque con cifras más bajas, principalmente en Pichincha, Guayas y Azuay.
Las capitales de estas provincias, en donde se encuentran los hospitales de referencia de covid-19, reciben pacientes locales y de los alrededores.
En Pichincha, el pico más alto de mortalidad irregular se dio en abril (1 476), un mes después tuvo un ligero descenso (1 202). Siguiendo la tendencia nacional, en junio bajó a 486 y este julio subió a 496.
En enero, la médica general Laura Amesquita, de 44 años, enfrentó la pérdida de su esposo, Pastor, de 68. Él también era médico, con una especialidad en cirugía neurológica. Y, se desempeñó como presidente de un centro médico privado.
Su esposo pasó más de 15 días en el área de cuidados intensivos, ya que sus pulmones estaban muy afectados. “Durante esos días estuvo intubado; luego mejoró, pero tuvo varias recaídas. Luego tuvieron que intubarlo nuevamente porque su condición no era buena”.
Ella lo cuidó durante esos días. El 21 de febrero falleció por un paro cardiorrespiratorio. “Fueron días muy tristes para la familia y sus compañeros de trabajo. En ese mes, participó de los trámites para la vacunación de los médicos del sanatorio en donde laboraba. Apoyaba la inmunización”.
¿Qué ocurrió en Guayas? Esta provincia cerró en abril sin un solo fallecido en exceso, pero en mayo volvió a tener 1 233 pérdidas inusuales, ligeramente por encima de Pichincha.
Y en junio y julio se mantiene hacia la baja (ver infografía), incluso con menos mortalidad que en Pichincha.
Azuay, en cambio, lleva tres meses de caída sostenida, desde mayo. Al igual que esta provincia, El Oro, Imbabura, Carchi y Tungurahua mantienen la misma tendencia.
Pero Los Ríos, Chimborazo y Sucumbíos en vez de seguir bajando, este julio tuvieron un leve incremento; se requiere ahondar en esfuerzos.
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