Plan político–electoral de las izquierdas aún no madura, pero se va formando una alianza entre el correísmo, Centro Democrático, RETO y el movimiento indígena

Cinco días para llegar a acuerdos mínimos en la construcción de un plan de gobierno tienen como plazo las dos comisiones técnicas que resolvieron conformar seis movimientos políticos y sociales de izquierda para posicionar una tendencia frente a las elecciones generales del 2025.

Noticias relacionadas

La idea todavía no madura y no se conoce desde y hasta cuándo y dónde se sellaría este proyecto de acuerdo.

Producto de una convención nacional de las ‘izquierdas’, que se realizó el 31 de julio de 2024 en la Casa de la Cultura en Quito, quedó la conformación de dos comisiones técnicas. Una, para plasmar acuerdos políticos, sociales para proponer al país; y otra comisión electoral, que estará articulada a la posibilidad de contar con una alianza nacional que se traduciría en listas de candidaturas.

La iniciativa se la atribuyeron 53 colectivos de distintos ámbitos y convocaron a los partidos y movimientos que se denominan de izquierda que, después de casi dos horas de discursos y posturas, se comprometieron a trabajar un proyecto de gobierno y, si hay más encuentros que desencuentros, el binomio a la presidencia y vicepresidencia de la República.

Aunque el trabajo debe ser práctico e inmediato, la logística seguía adaptándose para reunir a los delegados del movimiento correísta de la Revolución Ciudadana (RC), de Centro Democrático (CD), de Pachakutik (PK), de Renovación Total (RETO) y del Partido Socialista Ecuatoriano (PSE), además del movimiento indígena en la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie).

El Partido Unidad Popular (PUP), que asistió a este cónclave, finalmente se apartó al no coincidir con «el correísmo», anunciaron sus líderes.

La coordinación para reunir a estas dos comisiones está a cargo de los representantes de los grupos que hicieron dicha convención, con los rostros visibles de Samuel Lema, dirigente del Consejo de Organizaciones Indígenas Evangélicas (FEINE) y Rodrigo Collahuazo, exasambleísta, afines a la Revolución Ciudadana.

Lo que se informó es que cada movimiento político propondría dos o tres delegados y, del que se conoció públicamente, uno de ellos será Andrés Arauz, delegado de la RC y excandidato a la presidencia y vicepresidencia.

No se han planificado aún lugares o la metodología de trabajo, que incluso podría llegar a ser virtual.

Jimmy Jairala, presidente de Centro Democrático, indicó que el fin de esta unidad es pulir un programa de gobierno con «acuerdos mínimos» e incluso generales o macros que puedan mantenerse en el tiempo, en el caso que esta alianza se disuelva después de los comicios.

En lo electoral, la aspiración es llegar a consensos para escoger de, entre los precandidatos de cada uno de los partidos, aquellos que representen a la alianza en las candidaturas para la presidencia y vicepresidencia de la República.

«Personalmente, creo que no va a ser tan sencillo, pero se hará el intento, además que lo positivo de esto es que fue una reunión histórica», opinó Jairala, que resaltó otros acuerdos previos como el ‘pacto de no agresión’ y de haber una segunda vuelta presidencial, cerrar filas hacia el binomio del centro, izquierda o izquierda radical.

La presidenta de la RC, Luisa González, una de las precandidatas presidenciales de su movimiento, consideró que si no se llega a una sola lista, «por lo menos sí a acuerdos mínimos de gobierno, como que no se toque la salud, la educación, el empleo y que se trabaje de manera coordinada y técnica en la seguridad del Estado, que son los pilares en los cuales sí vamos a estar de acuerdo», afirmó.

A criterio de Leonidas Iza, precandidato presidencial de PK y presidente de la Conaie, «los odios no permiten mirar la realidad que está viviendo la gente» con pobreza, delincuencia y narcotráfico. Entonces, ¿sigue siendo importante el correísmo y anticorreísmo? — se preguntó —. Ninguno va a venir aquí a agachar la cabeza por ninguno de los dirigentes, sino que vamos a sostener un proyecto de país que resuelva los problemas», ofreció.

El dirigente indígena aclaró que no se allanarán a nada y, ante un escenario en el que deba deponer su precandidatura a la Presidencia de Ecuador manifestó: «si en ese marco de unidad generan condiciones en el proceso electoral, lo será, pero en este momento vamos a respetar la decisión de cada movimiento y partido».

El movimiento está tomando decisiones entre sus bases. Una de ellas, fue prorrogar en funciones a Leonidas Iza como presidente de la Conaie hasta que terminen las elecciones generales del 2025. Su periodo fenecía en junio pasado.

Las filiales de la Ecuarunari y las confederaciones nacionales de la Costa y Amazonía, Conaice y Confeniae, en su orden, apoyaron que se mantenga como presidente de la Conaie y candidato presidencial, si su candidatura es ratificada y calificada.

Y, a ello se suma que, «todas las estructuras organizativas en todos los niveles deberán trabajar de manera colectiva para el proceso electoral».

RETO se mantendría como parte de este conglomerado e incluso está dialogando con la RC para ir juntos a las elecciones, se conoció extraoficialmente. Mientras, el Partido Socialista ofreció ser parte de este diálogo, siempre y cuando, se haga un programa que acoja sus propuestas.

En tanto estas organizaciones se coaligan, el Partido Unidad Popular (PUP) se desmarcó.

A la convención del miércoles, asistieron Isabel Vargas y Natasha Rojas, delegadas del PUP, y propusieron una unidad. Aunque entre líneas, Rojas, recordó la imposibilidad de unirse con aquellos que criminalizaron la protesta social, el extractivismo, la corrupción, etcétera.

Por lo que la unidad «para la gente» dijo Rojas, lo que le valió abucheos de la militancia del correísmo que se encontraba en la Casa de la Cultura.

En respuesta, este jueves, el PUP tuvo un consejo nacional y confirmó que no se uniría a estas comisiones técnicas ni a una unidad. «Nada con el correísmo», sentenció Geovanni Atarihuana, director nacional del partido.

Aseguró que no se comprometieron a «tener silencio ante las verdades, porque tenemos memoria histórica y sabemos quiénes saquearon el país y cómo persiguieron al movimiento social. Eso no lo podemos olvidar. Quien abrió las puertas al Fondo Monetario Internacional fue Rafael Correa en el 2014».

En ese contexto, propuso agrupar las tres precandidaturas de la izquierda: Pedro Granja del PSE; Leonidas Iza de Pachakutik; y, Jorge Escala del PUP, para formar una sola alternativa electoral.

«Proponemos ponernos de acuerdo en un programa y establezcamos una metodología, buscando una alternativa única, si eso es posible, para derrotar a Daniel Noboa y al correísmo. Estamos dispuestos a ello y hemos conversado con Pedro Granja, ha dicho que está dispuesto. No hemos tenido respuesta de Leonidas Iza. Pero ratificamos que la unidad es con el pueblo, con los que no han gobernado. Ahora, si creen que es buena idea unirse con corruptos, autoritarios, nosotros no vamos en esa línea. Planteamos una alternativa para romper con el pasado. Ese pasado es Guillermo Lasso, Lenín Moreno, Daniel Noboa y también es Rafael Correa», acotó Atarihuana.

Esta postura tuvo críticas. Apawki Castro, dirigente de la Conaie, escribió en X: «Es hasta enfermizo considerarse vanguardia ideológica cuando tienes antecedentes políticos de pactos con la derecha; UP, ex MPD, si no están de acuerdo, por lo menos quédense en su círculo pero no boicoteen una posibilidad anhelada por varios sectores de lucha, unidad».

El viceministro del Ministerio de Gobierno, Esteban Torres, en su cuenta de X, chasqueó la posición del PUP y comentó: «Lo nuestro duró, lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks. Izquierdas, 2024».

Antes lo hizo el presidente de la República, Daniel Noboa Azín, que en una visita en El Oro el miércoles, dijo que esta unidad busca trabar el «progreso» e intentan ser «una alianza negativa para fregarnos la paciencia». (I)