El candidato ultra, George Simion, gana la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Rumania

El candidato ultra, George Simion, gana la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Rumania

El líder ultraderechista, ultranacionalista y euroescéptico George Simion, de 38 años, se ha impuesto este domingo con rotundidad en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Rumania: obtiene el 41% de los votos, una vez finalizado el escrutinio. Esos comicios eran la repetición de los celebrados en noviembre e inmediatamente anulados por la supuesta injerencia rusa, en los que también venció un candidato populista y extremista, Calin Georgescu, ahora valedor de Simion. El segundo puesto ha sido para el independiente Nicușor Dan, alcalde de Bucarest, con un 21% de las papeletas, ligeramente por delante del candidato de la coalición gubernamental proeuropea, Crin Antonescu (20,51%). Simion y Dan se medirán en una segunda vuelta el 18 de mayo, de la que sí saldrá ya el nuevo presidente del país.

Más rezagados en el escrutinio se situaron el ex primer ministro socialdemócrata Victor Ponta (13,46%) y Elena Lasconi, quien fue segunda en noviembre y ahora cae al último puesto con el 2,67%. La participación a las 21.00, hora de cierre de las urnas, alcanzaba el 53,2% del censo, ligeramente superior a la registrada en noviembre (52,5%).

Simion, candidato de la Alianza para la Unión de los Rumanos (AUR), se aseguró la victoria en 36 de los 47 distritos electorales de Rumania, demostrando un fuerte apoyo nacional, informa la agencia Reuters. También obtuvo el 61% del voto de la diáspora, mientras que Dan logró el 25%.

Los comicios de este domingo se han celebrado cinco meses después de la victoria de Georgescu, un candidato independiente, ultranacionalista, que fue aupado por sus vídeos virales en la red social TikTok sin que fuese detectado por los servicios secretos. Ante las sospechas de que su victoria respondiera a una operación impulsada por Rusia, el Tribunal Constitucional anuló esa primera vuelta y ordenó su repetición. Prohibió además a Georgescu volver a presentarse, por lo que él apadrinó a Simion como candidato electoral.

La clase política rumana considera estas elecciones como las más cruciales de la era poscomunista, en un país de 19 millones de habitantes que forma parte de la UE y de la OTAN y que podría inclinarse hacia el populismo extremista y antieuropeísta que avanza en el continente. A la espera de la segunda vuelta de mayo, la victoria de Simion supone una nueva conmoción para el tablero europeo.

Simpatizantes del ultra George Simion celebraban anoche la victoria electoral.

“Nos acercamos a un resultado excepcional, mucho más allá de lo que muestran las televisiones del sistema, que supo provocar divisiones, salpicar con veneno y retorcer todo lo que dijimos”, afirmó Simion en un vídeo difundido por sus redes sociales tras conocerse los primeros sondeos. “Propagaron mentiras. Ustedes son los ganadores. Hoy el pueblo rumano habló. Es hora de ser escuchados, a pesar de los obstáculos, a pesar de las manipulaciones”, añadió.

La sombra de Georgescu

Simion sugirió, además, que si llega al cargo de presidente seguirá las directrices de Georgescu: “Ciertamente permaneceré dedicado a aquel que debería, por derecho, ocupar la silla de presidente, el hombre en quien millones de ustedes han puesto sus esperanzas. Digo aquí, delante de todos: mantendré mi palabra. Porque Rumania necesita su sabiduría y visión. Y porque no quiero el poder para mí. Estoy aquí para el regreso al orden constitucional”.

Nicușor Dan, segundo en el escrutinio, adelantó tras conocer los primeros sondeos a pie de urna que, si él no pasaba a segunda vuelta, apoyaría al candidato proeuropeo que lo hiciese: “Habrá una disputa entre un candidato prooccidental y un candidato antioccidental y creo que esto es lo único de lo que tendrá que tratar la campaña: mantener el camino occidental de Rumania, es decir, pertenecer a la Unión Europea que significa prosperidad, pertenecer a la OTAN que significa seguridad. En la hipótesis de que yo no pase a la segunda ronda, sin condiciones apoyaré al candidato prooccidental”, recalcó. Finalmente, sí fue él quien se hizo con esa segunda plaza.

Una de las llaves de acceso a la segunda vuelta ha sido el voto de los rumanos que residen en el extranjero. Entre estos se produjo un considerable aumento en la participación: 973.000 habían votado antes de las 21.00, frente a 767.000 en noviembre; es decir, un 26,8% más.

El dato es, sin embargo, difícil de dimensionar en este momento porque Rumania no cuenta con un censo más o menos estable de votantes en el extranjero, y, por tanto, es complicado saber en qué medida ese aumento de la participación responde a una decisión de los votantes o a un aumento en el propio censo de emigrados. Entre los países en los que los rumanos más se están movilizando figuran España (con más de 600.000 empadronados de esa nacionalidad), Italia, el Reino Unido, Alemania y Moldavia.

“La Rumania postcomunista nunca ha vivido unas elecciones tan controvertidas y tensas porque fueron anuladas en la primera vuelta y mucha gente se ha sentido decepcionada, furiosa”, decía Vlad tras votar en un centro de la capital. “He votado porque nunca ha contado tanto el voto para el futuro del país, ya sea proeuropeo o anti-UE, y realmente cuentan: puede cambiar el camino del país”, proseguía, sin desvelar su papeleta, este especialista de marketing de 40 años. Y apuntaba: “Mucha gente ha optado por el voto útil: no elige al candidato proeuropeo que más le gusta a uno sino al que cree que va a ir a la segunda vuelta con Simion”.

“Necesitamos un presidente tranquilo y competente porque el país está inmerso en una situación económica difícil”, afirmaba Ana, una economista de 46 años que mencionaba un déficit del 9,3% y decía temer una subida de impuestos. “Estamos en una crisis económica que ha sido aplazada por las elecciones, pero saldrá a relucir porque hay grandes problemas”, sostenía, tras subrayar que “el líder ultraderechista no ha debatido con nadie, al contrario que los candidatos prooccidentales, que se han sacado los ojos”. “Ha sido frustrante ver a políticos proeuropeos que tienen muchos puntos en común atacarse de manera virulenta. Tendría que haberse presentado solo uno; prácticamente el voto proeuropeo se ha partido en tres”, lamentaba.

El candidato de la coalición gubernamental proeuropea, Crin Antonescu, sale de la cabina para depositar su voto, este domingo.

Los principales contendientes se acercaron a los colegios electorales a primera hora de la mañana del domingo. Simion apareció acompañado por Georgescu, el vencedor de los comicios de noviembre. “Estamos aquí con una sola misión: la vuelta al orden constitucional, a la democracia. No tenemos ningún otro objetivo que no sea que el pueblo rumano esté en primer lugar (…). Estamos aquí con un solo deseo: hacer justicia por Rumania”, declaró Simion tras depositar la papeleta.

“No estoy aquí para reconocer un fraude”, aseveró Georgescu en referencia a las elecciones. “Un fraude diseñado por aquellos que han adoptado la astucia como la única política estatal. Pero estoy aquí para reconocer el poder de la democracia, el poder del voto que asusta al sistema, que aterroriza al sistema”, remarcó.

Antonescu, el aspirante de la coalición gubernamental, señaló: “Este es un día muy importante. Me alegro de que tengamos una presencia masiva [de votantes]. Es algo extraordinariamente importante para legitimar las elecciones, para la fuerza moral. He votado por una Rumania unida, fuerte y digna”. Dan, de profesión matemático y también activista, afirmó que había votado por “muchas personas calladas, honestas y trabajadoras que nadie ha representado hasta hoy”. “Voté por la esperanza, por un nuevo comienzo. Rumania está viviendo un momento difícil y no podemos esperar que los que la llevaron al hoyo la saquen”, dijo.

La anulación de la primera vuelta de las presidenciales de noviembre solo dos días antes de la segunda vuelta, que provocó las críticas airadas de Rusia y del Gobierno de Donald Trump en Estados Unidos, propició que el presidente rumano, Klaus Iohannis, dimitiera a principios de febrero. En su lugar fue elegido de forma interina el liberal Ilie Bolojan. El proceso está bajo la lupa de la Unión Europea.

TikTok, que estuvo en el ojo del huracán en noviembre porque en esa red cobró popularidad de forma fulgurante el candidato ultranacionalista, aseguró que había eliminado dos redes secretas que intentaban influir en el discurso político en las elecciones de Rumania. Esas redes estaban compuestas por 87 cuentas con más de 33.000 seguidores.

Durante la jornada de este domingo se produjo el hackeo de las páginas web de los ministerios de Interior, Justicia y Exteriores, reivindicado por el grupo de piratas informáticos rusos NoName057. También fue pirateada la web del candidato Antonescu, que escribió en su perfil de redes sociales: “Fuerzas oscuras del extremismo tratan por los métodos más viles de detenernos. ¡No lo permitamos! ¡Vamos a votar!”.