Europa empieza a tomar medidas contra Israel ante la “inaceptable” situación en Gaza

Las imágenes diarias de la catástrofe humanitaria que el Gobierno de Benjamín Netanyahu está provocando en Gaza con su ofensiva militar y el bloqueo de la ayuda internacional están sacudiendo hasta a los países europeos más afines a Israel. El tono endurecido en los pasados días desde varias capitales ante una situación casi unánimemente calificada de “inaceptable” ha cristalizado este martes en Bruselas con un giro hasta hace solo unas semanas impensable en Europa, tradicionalmente muy reacia a tomar represalias contra Israel: a petición de una “enorme mayoría” de Estados miembros, 17 de los 27, la alta representante para Política Exterior de la UE, Kaja Kallas, ha decidido revisar el acuerdo de asociación UE-Israel, el principal instrumento de intercambios políticos y comerciales bilaterales desde su entrada en vigor en 2000.
“Es necesario ejercer presión para cambiar la situación”, explicó la jefa de la diplomacia europea tras una reunión de ministros de Exteriores en la que, junto a Ucrania, la dramática situación de la población gazatí, asediada militarmente y sin apenas acceso a una ayuda humanitaria bloqueada por Israel desde hace más de dos meses, centró las discusiones.
La tragedia del enclave palestino también ha llevado a Londres a tomar una decisión contundente: el Gobierno laborista de Keir Starmer ha decidido suspender las actuales negociaciones respecto a un futuro acuerdo comercial con Israel, informa Rafa de Miguel. El propio Starmer ha declarado que está “horrorizado” con la escalada militar en la Franja. Downing Street ha llamado además a consultas a la embajadora israelí en Londres para expresar su protesta ante la “intolerable” ofensiva en Gaza, según anunció el ministro de Exteriores, David Lammy. En España, la mayoría del Congreso de los Diputados se puso de acuerdo para respaldar un embargo de armas a Israel, pese a la negativa tanto del PP como de Vox.
“Está claro que hay una fuerte mayoría para revisar el artículo dos [del acuerdo], así que iniciaremos ese proceso”, dijo Kallas en referencia al artículo clave del acuerdo de asociación que establece que las relaciones entre la UE e Israel “se basarán en el respeto de los derechos humanos y los principios democráticos”.

Este paso no supone de inmediato una suspensión del diálogo político o del comercio con Israel, aunque es la vía para decidir posteriormente —por unanimidad o mayoría cualificada, dependiendo de lo que se proponga— medidas más drásticas. Con todo, este primer movimiento, que ya reclamaron España e Irlanda hace más de un año, sin que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von de Leyen, respondiera siquiera, representa un giro sustancial en la hasta ahora tímida respuesta europea a la ofensiva militar israelí en Gaza.
Antes de abandonar su cargo, el predecesor de Kallas, el español Josep Borrell, ya había realizado a finales del año pasado una revisión de este tipo y propuso suspender el diálogo político con Israel por la actuación del Gobierno de Benjamín Netanyahu en materia de derechos humanos, extremo que fracasó por el rechazo de algunos países, incluido Alemania. Lo que cambia ahora es que la iniciativa parte de los propios Estados miembros: el principal impulsor ha sido Países Bajos, que se encontraba entre los más reticentes a cuestionar al Gobierno de Netanyahu. Y entre los 17 países que han dado su visto bueno a la revisión se cuenta a Austria, otro de los más acérrimos opositores hasta ahora de cualquier crítica a Israel. También Polonia, que como España o Francia, ha apoyado la iniciativa, rechazada por otros dos grandes de la UE, Italia y Alemania, de acuerdo con las fuentes. Muestra del tono endurecido también es que, aunque finalmente no ha salido adelante por el veto de Hungría, Suecia incluso llegó a proponer sanciones individuales a algunos ministros israelíes, según varias fuentes diplomáticas.
En paralelo, España, junto a Irlanda, Eslovenia y Luxemburgo, envió en vísperas de la reunión en Bruselas otra carta a Kallas solicitando también de nuevo “que se revise el Acuerdo de asociación UE-Israel”.
“Es hora de dotar de un verdadero significado al artículo 2 del acuerdo de asociación”, rezaba la misiva, que reclamaba “medidas concretas y significativas” si se constata la violación de la cláusula de derechos humanos del acuerdo.
La idea es enviar “un mensaje claro de que no podemos aceptar el statu quo”, explicó el ministro irlandés de Desarrollo Internacional y Diáspora, Neale Richmond. “Queremos ver que la ayuda humanitaria llega a Gaza y que Israel muestra contención en sus acciones”, reclamó. “La UE tiene que hacer todo lo posible para que termine inmediatamente” la ofensiva israelí y debe para ello usar “todos los instrumentos a su alcance para poner toda la presión diplomática sobre Israel y que ponga fin a esta guerra y permita el acceso de ayuda humanitaria sin ningún impedimento”, reclamó también el ministro español de Exteriores, José Manuel Albares. “El tiempo de las palabras ha terminado, el tiempo de las declaraciones, de las peticiones, llevamos ya demasiados meses (…) ha llegado ya la hora de las acciones. No podemos tolerar ni un minuto más lo que está ocurriendo”, insistió.

Para el viceprimer ministro y ministro de Exteriores de Portugal, Paulo Rangel, el punto de inflexión para muchos de los países hasta ahora reticentes fue la decisión de Israel de no prolongar el alto el fuego y, posteriormente, lanzar una ocupación militar en Gaza mientras mantenía su negativa, durante 60 días, a permitir la entrada de ayuda humanitaria a la población civil.
“La situación es diferente. Sabemos que históricamente los Estados tienen visiones diferentes sobre la relación con Israel (…) pero la situación [actual] es muy preocupante y no son insensibles a esto, aunque algunos quieran buscar soluciones más consensuadas, se han convencido de que la situación es insostenible”, explicó.
La iniciativa “envía una señal muy clara a Europa y a Israel de que estamos muy preocupados con la situación humanitaria en Gaza, que queremos un levantamiento completo del bloqueo a la ayuda humanitaria y que nos preocupan mucho los esfuerzos bélicos intensificados por Israel desde el 4 de mayo”, corroboró el jefe de la diplomacia neerlandesa, Casper Veldkamp.
La preocupación por la nueva ofensiva militar y la situación humanitaria llevó la víspera ya a Francia, el Reino Unido y Canadá a emitir una declaración conjunta en la que advertían a Israel de “medidas concretas” si no frena una escalada “totalmente desproporcionada”. Y Londres no ha esperado para actuar. El Gobierno de Netanyahu, dijo Lammy, está “aislando a Israel de sus amigos y aliados de todo el mundo”. Se trata de la protesta más enérgica expresada por el Reino Unido desde que comenzó la ofensiva bélica contra territorio palestino. “Estamos entrando en una nueva fase más oscura de este conflicto. El Gobierno de Netanyahu está planeando el desplazamiento forzoso de los gazatíes lejos de sus hogares y hacia el sur de la Franja, a la vez que permite tan solo la entrada de una mínima parte de la ayuda que necesitan”, denunció el ministro de Exteriores británico. “Ayer [por el lunes], el ministro [Bezalel] Smotrich llegó incluso a expresar la idea de que las fuerzas israelíes limpien Gaza, destruyan lo que queda de sus residentes y resitúen a los palestinos en terceros países”, añadió.
Lammy definió las últimas acciones del Gobierno israelí como “extremismo”, que resulta “peligroso, repelente, monstruoso y que debe ser condenado en los términos más enérgicos”.

Por su parte, los ministros de Exteriores de una veintena de países donantes —miembros de la UE como Alemania, Francia, España, Italia o Países Bajos, pero también el Reino Unido, Canadá o Australia— emitieron otra declaración conjunta instando a Israel a “autorizar de inmediato la reanudación total de los envíos de ayuda a Gaza y permitir que la ONU y las organizaciones humanitarias trabajen de forma independiente e imparcial para salvar vidas, aliviar el sufrimiento y defender la dignidad de la población”.
En la declaración, lanzada en el marco del Foro Humanitario Europeo que se cerró el martes en Bruselas y que también firman Kallas y la comisaria de Gestión de Crisis, Hadja Lahbib, se subraya que “el retorno inmediato a un alto el fuego y el trabajo en pro de la aplicación de una solución de dos Estados son la única manera de llevar la paz y la seguridad a israelíes y palestinos y de garantizar la estabilidad a largo plazo para toda la región”.
Otro gesto discreto, pero significativo, del giro europeo fue la decisión del presidente del Consejo Europeo, el portugués António Costa, de recibir el martes en la misma ceremonia y con la misma pompa a la nueva embajadora palestina, Amal Jadou Shakaa, que al resto de la decena de nuevos representantes diplomáticos extracomunitarios, pese a que no todos los países de la UE reconocen el Estado palestino. Es la primera vez, según fuentes europeas, en que el representante palestino presenta su “carta de misión” al máximo nivel institucional europeo.
Comments (0)