Toneladas de basura en áreas públicas
Si hubiese una correcta disposición de los desechos en parques, aceras y paradas de buses, el Municipio ahorraría unos USD 550 000 al mes. Las papeleras en los espacios públicos se han vuelto puntos críticos de acumulación de desechos.
En las principales calles de la ciudad es común ver envolturas, plásticos y papeles. Para Quito esto es un problema ya que mensualmente se recogen 1 987 toneladas de basura en los espacios públicos. Diariamente, se recolectan 2 000 toneladas de basura al día.
Según Emaseo, en la capital hay cinco zonas en las que más basura se encuentra en el espacio público: paradas de buses, alrededores de las unidades educativas, plazas, parques y mercados; además de las zonas financieras y las turísticas.
En la avenida Patria, entre Juan León Mera y Reina Victoria, una zona de hoteles, oficinas y de esparcimiento, hay cuatro papeleras. Todas están rotas en su base. Quienes pasan por ahí, al percatarse, guardan sus desechos. Otras personas igual dejan ahí su basura.
Darwin Portilla circula a diario por esa avenida debido a su trabajo. Cuenta que es un problema porque no siempre hay dónde depositarla. “Los basureros que hay no siempre están en buen estado. Lo que se bota en la calle termina en las alcantarillas”, dice.
En el bulevar de las Naciones Unidas, un problema es la distribución. Entre la 10 de Agosto y Amazonas hay 12 papeleras. En las siguientes dos cuadras (entre Amazonas y Shirys) hay apenas cuatro. Todos ellas ubicadas en la acera sur, en el Parque La Carolina.
Los basureros ubicados en el parque son de competencia de la Empresa Pública Metropolitana de Obras Públicas (Epmmop). En las 15 áreas verdes que están bajo su cuidado hay 735.
Según esa entidad municipal, los basureros en las aceras son ya competencia de cada Administración Zonal y, en el caso de las paradas de buses que son lugares de alta concentración de personas, es competencia de la Empresa de Transporte de Pasajeros. Sin embargo, Emaseo dijo que la responsabilidad del mobiliario público es de la Epmmop.
Para quienes circulan a diario por el Centro Histórico, la falta de opciones para los desechos también es un problema.
Estefanía Nacimba trabaja en la Plaza Grande. Comentó que, aunque en dicha plaza hay basureros, en calles como la García Moreno y Venezuela, pese a ser peatonales, no existen.
El experto en Urbanismo, Hernán Orbea, en Quito el problema no es de falta de mobiliario para la basura sino de cultura sobre su producción. Explicó que, si bien el espacio público no es el de mayor generación de basura, si es el lugar en donde es más evidente su mala disposición.
Consideró que es necesaria una cadena de estímulo para que no solo la autoridad sea la llamada a controlar la mala disposición. Recordó que los frentistas (dueños de los inmuebles) son también responsables del cuidado.
Emaseo coincide en que no es un problema de papeleras. Con base en sus datos, estos se han convertido en puntos críticos de acumulación de basura ya que la gente no coloca desechos pequeños, sino que incluso ponen las fundas de basura de los hogares o negocios.
El Municipio estima que, de cumplirse con las normas; es decir, que los dueños de los inmuebles mantengan limpias sus aceras y que los ciudadanos no boten desechos en el espacio público, Emaseo ahorraría USD 550 000 mensuales.
Desde de septiembre del 2020, el ritmo de la recolección de basura en el espacio público aumentó nuevamente.
Desde entonces se acercó a niveles antes de la pandemia. Por ejemplo, según Emaseo, en noviembre y diciembre de ese año se llegó a las 2021 toneladas cada mes.
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