Elsa Guerra, candidata del PSE: Necesitamos madurez política para una buena relación entre el Legislativo y el Ejecutivo

Elsa Guerra, candidata del PSE: Necesitamos madurez política para una buena relación entre el Legislativo y el Ejecutivo

Nota del editor:

En un ejercicio de apertura democrática, EL UNIVERSO trasladó a los candidatos que encabezan las listas nacionales para el Parlamento algunas preguntas de ciudadanos consultados en las calles de Guayaquil. También contestaron a otras inquietudes planteadas por nuestros equipos periodísticos sobre el trabajo que desarrollarán de llegar a la Asamblea Nacional.

Aunque su nombre sonó en un inicio para ir por Carondelet, Elsa Guerra es quien lidera la lista de candidatos a asambleístas nacionales del Partido Socialista Ecuatoriano (PSE), lista 17. Es abogada, docente universitaria e investigadora. Fue candidata para la Prefectura de Pichincha en 2023, para la que logró un cuarto puesto. Guerra se considera una mujer de a pie que trabaja para comer y que está cansada de aquellos políticos que enriquecen sus bolsillos desde sus cargos. Dice que desde su partido quieren impulsar un verdadero cambio para Ecuador.

La ciudadanía pregunta

Néstor Ayoví, jubilado: ¿Qué se requiere para que se dediquen a trabajar por el bien común de los ciudadanos?

Es momento de dejar atrás esa vieja política que no ha hecho nada por nosotros, que nos ha sumergido en una crisis económica, que significa que siete de cada diez ecuatorianos no tienen trabajo, que el 26 % de los ecuatorianos viven en pobreza y el 10 % viven con $ 2,57 al día, en esa crisis energética que hizo que perdamos casi más de $ 100.000 millones, no solo en el sector empresarial, en el sector productivo, sino también que ha significado el despido de las personas de a pie como nosotros. Por eso necesitamos un gobierno que no se pelee entre los políticos, sino que se pelee por los derechos de la gente, por los derechos de los casi 18 millones de ecuatorianos, y que ponga sobre la mesa los principales problemas que estamos enfrentando.

Erick León, estudiante de Enfermería: ¿Qué están dispuestos a hacer con el tema de la inseguridad, la crisis energética y con la falta de valores en el país?

Es el momento del cambio y de impulsar algo que como Partido Socialista Ecuatoriano hemos levantado durante muchos años y es una nueva forma de hacer política. No queremos generar una política que sea desprendida de los principales problemas ciudadanos. No queremos pelearnos más entre políticos, sino pelearnos por los derechos de las personas, por los derechos como los tuyos. Un estudiante que merece o que tiene los sueños de trabajar, de tener empleo digno, de tener una educación de calidad. Por eso lo que vamos a hacer cuando lleguemos a la Asamblea Nacional justamente es rehumanizarla, reinstitucionalizarla y eso significa cumplir con nuestro trabajo, pensar que trabajar en la política justamente es eso.

EL UNIVERSO pregunta

¿Cuál es la agenda legislativa con la que el PSE quiere llegar a la Asamblea?

Nosotros vamos a recuperar al Ecuador de las mafias políticas y de la inseguridad en que nos ha sumergido esa vieja política que se tiene que quedar en el pasado. Sobre todo, vamos a impulsar tres ejes fundamentales. Vamos a tener mano firme contra el narcotráfico y contra las vacunas. Vamos a romper el techo que no permite que los jóvenes puedan acceder a un empleo digno, a una educación de calidad. Y vamos a luchar contra la corrupción. Nuestra propuesta significa primero tener una claridad estratégica. Para eso vamos a fortalecer el Estado y eso significa generar la Dirección Nacional Antimafias, que justamente lo que busca es tener una inteligencia estratégica y datos claros para poder atacar no solo los tentáculos, sino también la cabeza y el corazón del crimen organizado que está en la economía criminal.

¿Cuáles son los mecanismos para que exista una buena relación entre el Ejecutivo y el Legislativo?

Primero tenemos que entender que un Estado democrático, la existencia de distintas funciones ayuda a la democracia. Cuando en la historia tuvimos estados absolutistas, todos los poderes estaban concentrados en una clase política o una persona. La división de la Función Ejecutiva y la Función Legislativa es importante porque garantiza justamente los pesos y contrapesos en un Estado democrático. Pero el gran problema es que eso se tergiversó completamente en nuestra realidad, de tal forma que están pesando dos elementos: o una Asamblea que se convierte en títere del Ejecutivo o una Asamblea que pone en pie acciones positivas que también pueden hacer los gobiernos de turno. Lo que tenemos y lo que necesitamos es madurez política.

En el ámbito de los juicios políticos, ¿cuáles cree que son los defectos que tiene esta figura y qué cambiaría?

El problema de los juicios políticos tiene que ver no tanto con lo interpretativo de la norma, sino con los intereses políticos que están detrás de los juicios políticos. El artículo 78 de la Ley Orgánica de la Función Legislativa, entre otros, establece cuándo se aplica un juicio político y el procedimiento. Y justamente la causa más importante es el incumplimiento de funciones. El problema es que este mandato del incumplimiento de funciones, que no solo tiene que ver con lo que se hace sino con lo que no se hace, está permeado por los intereses partidistas y personales que ha significado que la Comisión de Fiscalización se convierta en una comisión de archivo o en una comisión de persecución política... Esto debería fortalecerse por lo menos con tres elementos importantes: la carga de motivación, responsabilidad ulterior y una real participación ciudadana.

En esta misma línea, ¿es partidaria de la muerte cruzada?

La Constitución reconoce la muerte, pero la muerte cruzada es una forma de activación de carácter excepcional y no ordinaria. La muerte cruzada se da por lo menos en dos momentos específicos: cuando hay un incumplimiento de funciones o cuando hay una grave conmoción interna. La muerte cruzada justamente genera una conmoción mayor. La muerte cruzada activa el riesgo país, genera una crisis política, económica y, por lo tanto, solo si estamos ante un escenario excepcional se debería activar la muerte cruzada, porque además los efectos van a significar convocar a elecciones anticipadas, que significa inversión de plata de la gente. Es necesaria la figura, pero es excepcional, y entonces cuando lleguemos a la Asamblea Nacional, obviamente, la activación de esa figura será de carácter excepcional. (I)