Roomies: ¿Es ideal o no compartir apartamento entre hombres y mujeres?

Roomies: ¿Es ideal o no compartir apartamento entre hombres y mujeres?

Durante los últimos años el mercado de alquiler ha evolucionado a un ritmo ‘flash’. Debido al aumento de los precios de las rentas y también a los nuevos estándares de vida, el número de personas que optan por compartir departamento ha aumentado considerablemente.

Tener un roomie o compañero de departamento, ofrece ventajas como dividir el pago del alquiler y de las cuentas, en una época en la que es casi imposible independizarse para vivir solo.

Esto dice el economista Aldo Aldás Villafuerte, agente en bienes raíces de Ksa Inmobiliaria, porque afirma que cada vez es más común rentar un inmueble y compartir los gastos.

El profesional, quien lleva cinco años en el negocio de compra-venta y alquiler de apartamentos, menciona a EXTRA que los costos cuando se comparte una ‘pieza’ es del 50% o menos. “Vivir con uno o más roomies es la solución para quienes tienen un presupuesto apretado, ya que pueden dividir todos los gastos de la renta y los servicios”, explica.

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Aunque Aldás sostiene que es mejor vivir solo, la compañía es un “sujeto poderoso” para llegar a una meta específica. “Ser independiente al 100% se puede convertir en algo muy solitario. Tú y tu roommate pueden hacerse compañía para ver series en la noche o pueden desarrollar una relación tan cercana que tendrán la confianza de hablar de temas personales”, apunta.

Y aquí se despierta un dilema: ¿Se puede compartir el cuarto con personas de diferentes géneros?

Según la psicóloga Elizabeth Toala Silva, del Ministerio de Salud Pública (MSP), la convivencia no siempre es fácil y cambia si es un hombre o una mujer. “Obviamente, al tener habitantes de diferentes géneros la situación puede convertirse en placentera o volverse un calvario. Todo depende del grado de madurez que tenga casa roommate”, indica.

VENTAJAS Y DESVENTAJAS

Compartir el baño

Si la rommie es mujer y cuenta con las mismas ‘mañas’ y gustos del chico —dice Toala— podrán compartir sus accesorios y productos de belleza. Este punto va a depender de la confianza entre ambos.

Pero existe la desventaja cuando a uno de ellos no le gusta compartir. Ahí vienen los problemas. “Los hombres —al ser más prácticos— cogen todo lo que está a su paso: la toalla de la chica, el shampoo... Y no todo termina ahí; después de usar las cosas ajenas, por lo general siempre terminan en el piso y no en su lugar”, dice.

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En cambio las mujeres protegen su intimidad. “Esto es como vivir en pareja. Muchas mujeres aman el orden y cuando ven en el baño colillas de cigarrillos, calzoncillos tirados hay un desequilibrio emocional porque se supone que ambos han hecho un pacto previo al uso de las cosas, en el caso de compartir con personas desconocidas”, precisa.

La convivencia

Lo bueno cuando se tiene compañeros de departamento mixto es que se puede compartir un fin de semana de películas, irse de compras, farrear o arreglar la casa. Pero a veces puede pasar que cuando hay varias mujeres la ‘cosa’ se complica.

“Entre mujeres nos entendemos pero también nos atacamos. Pueden surgir celos, competencia, incluso, hasta chismes”, dice.

En cambio, en los hombres, la desventaja es que si tienen personalidades diferentes pueden salir mal. “Por ejemplo, si él es fiestero y tu no, habrá una dificultad en el proceso de convivencia”, aclara.

Es decir, la convivencia dependerá mucho de los valores adquiridos en su antigua casa. “Tiene que haber un orden en todo. No se pueden saltar las reglas”, sostiene.

Hay que asegurarse de que las otras personas tengan un estilo de vida similar al tuyo. “Por ejemplo, si eres una persona que trabaja todo el día, no te gustará llegar a casa y encontrar una fiesta con música a todo volumen”, dice.

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La hora de la ‘jama’

Según Toala, la comida es uno de los detalles más complicados de llevar en una relación, ya sea de esposos, enamorados y simples roommates.

“Aquí hay muchas cosas buenas y malas. Cuando están de amigos entre chicos y chicas pueden idear un plan de dietas juntos, compartir trucos alimenticios y consejos”, dice, pero cuando los disgustos florecen es todo lo contrario, y que todo va a depender del ritmo alimenticio de cada roommate.

“Hay muchos que les gusta que le preparan la comida, otros comer fuera de casa, y habrá uno por ahí que no le guste lavar los platos”, describe.

Tareas en la casa

Si tienes suerte y congenias con la responsabilidad de tu compañera, seguro armarán un muy buen equipo de trabajo y dejarán el lugar impecable al repartirse las actividades. Pero también puedes ‘toparte’ con una ‘princesita’ que no quiera mover ‘ni un dedo’.

“Al ser dos mujeres, ciertas tareas pueden complicarse como cargar un botellón de agua o cambiar algún electrodoméstico pesado”, ejemplifica.

Pero si te toca compartir con un hombre acomedido —indica la psicóloga— no deberás preocuparte por las labores pesadas. “Pueden repartirse las actividades según su grado de complejidad y así crear armonía”, dice, en contraposición cuando los hombres son muy mimados y algo desordenados, así que se debe tener cuidado porque puedes hacer el papel de mamá.

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ALGUNOS DETALLES ANTES DE ESCOGER A TU ROOMIE

Roomies: ¿Es ideal o no compartir apartamento entre hombres y mujeres?

- Gastos

Aclaren cómo van a pagar, si todo a la mitad o cada persona un servicio, siempre considerando que sean equitativos.

Establecer límites

Se deben establecer horarios que incluyan desde el uso del baño (en caso de que sólo haya uno), el de la cocina y la hora permitida para tener música o televisión con volumen alto, entre otros.

La limpieza

Si nadie tiene la intención de limpiar los pisos, baños o cocina, es recomendable pagarle a alguien entre todos. Si la otra persona tiene la costumbre de fumar dentro de la casa o tiene mascotas, y a ti no te agrada, mejor busca otro compañero.