Barcelona SC vs. Emelec: tres penales errados que cambiaron la historia en el Clásico del Astillero

Penales errados en la historia del Clásico del Astillero hay varios. El duelo entre Barcelona y Emelec que más goles registra ocurrió por la fecha número catorce del torneo profesional de Asoguayas de 1955. Un 31 de julio hubo ocho tantos en un mismo partido cuando los amarillos derrotaron 5-3 a los azules. Pero la cifra récord, vigente hasta hoy, pudo ser mayor si Mariano Larraz no fallaba una pena máxima ante Jorge Delgado, portero de los canarios.

Tras el tiro estrellado en un palo por Facundo Barceló, el pasado domingo -que de haber anotado le daba el triunfo 2-1 a Emelec- se recuerdan otros desaciertos en este tipo de lanzamientos que no solo influyeron en un resultado, sino que torcieron el futuro del equipo que desperdició un penal en un Clásico del Astillero.

En 1964, para definir al monarca de la Asociación de Fútbol del Guayas, se midieron Barcelona y Emelec. El 22 de noviembre, en la ida en el Modelo, el paraguayo Ramón Mageregger, golero millonario, le detuvo un penal a un especialista: Vicente Lecaro. Después, el uruguayo Rubén Baldi hizo 1-0 para Emelec. En la vuelta, el 0-0 en el estadio Modelo coronó a los azules, que dieron la vuelta olímpica.

El 6 de noviembre de 1988, en la penúltima fecha de la fase grupos, en el Monumental el Clásico iba 1-1, hasta que al minuto 90 el central Jorge Orellana pitó penal para Barcelona. Tomó el balón el brasileño Toninho Vieira (foto), de brillante carrera como talentoso volante amarillo, con títulos ecuatorianos en 1985 y 1987. Jimmy Izquierdo, ejecutor oficial, que fue cambiado a los 56 minutos para que entre el delantero argentino Jorge Taverna. Adivinó el charrúa Javier Baldriz y cuando contuvo el disparo acabó el juego de inmediato. Ambos clubes quedaron con 7 puntos. En la jornada de cierre Emelec venció 2-0 a Universidad Católica, completó 9 unidades, terminó como líder de su llave, clasificó a la final (que ganó luego ante Deportivo Quito, puntero del Grupo A) y a la Libertadores de 1989. Barcelona perdió 2-0 con El Nacional y se lamentó el penal que erró Toninho, que a final de esa tempodada fue transferido a Filanbanco para jugar su última campaña en Ecuador.

El 29 de agosto de 1990, por cuartos de final de vuelta de la Copa Libertadores, un penal pateado por el zaguero Carlos Gerardo Russo (foto) fue bloqueado por Carlos Luis Morales. Manuel Uquillas, luego de esa falla, hizo el 1-0 que llevó a Barcelona a las semifinales de América (global 1-0). Al año siguiente el argentino Russo fue refuerzo torero y campeón nacional. (D)