«Bestias Salvajes»
Bestias Salvajes es la expresión que utilizó John Locke en su tiempo para quienes quebrantaban la ley natural, violando las reglas de la recta razón. Albert Camus en el siglo XX agregará que «Un hombre sin ética es como una bestia salvaje soltada en este mundo». La ética sólo es posible si existe la voluntad de hacer lo correcto, afirma en uno de sus escritos Alexander Solzhenitsyn.
Sobre la virtud de la ética ya hablaban los filósofos griegos y muchísimos escritores a lo largo de la historia. Acá, para muchos, la ética no está en su forma de ver y actuar en la vida. No es parte del estatus moral ni tiene la menor relevancia. La función que se ejerce, desde distintos ámbitos, no considera guion alguno que involucre el sentido de respeto a las reglas, la responsabilidad y el bien común.
Lo penoso: en el país que vivimos, que desde la indiferencia, la contemplación, la frustración o la complicidad, estamos rodeados de un vacío de ética pública. La gente con ética es vista con menosprecio o catalogada como no inteligente, el ingenuo que no aprovecha o mencionada con ironía.
Los malos ostentan lo que roban. Reivindican con orgullo su condición de corrompidos. Acumulan riqueza mal habida y vida de lujos. Saben que el dinero compra casi todo y funcionarios que se rinden ante las tentaciones y la atracción por el dinero fácil y sucio. Cuentan con abogados de influencia y costosos honorarios con la sola razón del dinero. Las relaciones e influencias que se alimentan de complicidades mutuas.
Metástasis y Purga producen asco, porque reflejan y transmiten un estado de putrefacción que se conecta con el crimen organizado y la economía criminal. Para neutralizar esta pestilente realidad fue adecuada la declaratoria de conflicto armado interno contra las bandas y terroristas. Las FF.AA. dan un testimonio de lucha por la paz y la seguridad. Es bueno para el país que tanto las acciones del presidente Daniel Noboa y de la fiscal Diana Salazar cimenten una benéfica sinergia.
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