Billy Navarrete: ‘Lo que se hizo es satanizar a la tabla de drogas’
Desde el 2013, en Ecuador rige la tabla que define los umbrales de consumo de drogas. Esta herramienta ahora es cuestionada por el Gobierno y ya se anunció la propuesta para eliminarla.
¿Qué pasó con la tabla? ¿Fue útil o fracasó?
Hay que recordar que el deber ser de la tabla en su momento respondía a una concepción de la Corte Constitucional que establecía que el consumo de drogas era un asunto de salud pública. En ese enfoque surge la tabla y desde entonces ha tenido dificultades para cumplir con su objetivo que era no criminalizar el consumo, pero no lo ha conseguido, porque no hubo un adecuado acompañamiento.
¿A qué se refiere? ¿Qué le faltó para que funcionara?
Le faltó apoyo, porque la tabla por sí misma no alcanza a combatir el microtráfico. Al final existe una negligencia del Estado para cubrir los vacíos en prevención de consumo y los procesos de rehabilitación. No cabe echarle toda la responsabilidad a la tabla.
¿Cómo se refleja en la realidad esa falta de apoyo?
Una amplia mayoría de la población penitenciaria del país es consumidora de drogas. En las comunidades y barrios populares hay centros clandestinos de drogas. Allí, los jóvenes son torturados. No hay una política integral para tratar el consumo de drogas como un problema de salud pública. No hay suficientes centros de atención públicos. Los entes privados no están regulados por el Estado.
¿Y en prevención?
Tampoco hubo avances. En los centros educativos no hay programas de prevención. Lo único que se ha hecho es satanizar a la tabla de drogas. La única política pública que se ha hecho hoy la quieren eliminar y lo que se debería hacer es fortalecer con lo ya mencionado.
¿Si eliminan la tabla de drogas qué va a pasar?
Nada. Absolutamente nada. Retrocedemos 10 años. No va a desaparecer el microtráfico, ni el consumo.
Agentes de la Policía han señalado que la tabla dificulta combatir con las mafias que venden droga.
La Policía siempre ha ignorado la tabla. Nunca ha identificado a las personas como consumidoras. Ellos los identifican como traficantes. La tabla nunca les ha impedido detener a personas y prueba de eso es el incremento de la población carcelaria. La falta de capacitación al personal policial también ha generado que la tabla no funcione.
¿Por qué lo dice?
Porque a diario a nosotros nos llegan denuncias de chicos que han sido detenidos y trasladados a cárceles por consumo. En los centros penitenciarios no hay un sistema de tratamiento para adicciones. Todo eso hace que se desencadenen las muertes en las celdas.
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