El 79% de muertes violentas todavía está por resolverse
En el Suburbio de Guayaquil, la gente no olvida el ruido de los disparos. Era la madrugada de un lunes, en mayo pasado, cuando dos sicarios que iban en una moto acribillaron a un vecino de esa zona.
La víctima tenía 31 años de edad y fue atacada en los exteriores de su vivienda. Cuatro disparos terminaron con su vida. La familia pidió a los agentes que aclaren el hecho.
Hasta el momento no existen pistas de los gatilleros. Los investigadores dicen que trabajan, pero que por seguridad no dan más detalles.
Una respuesta similar recibieron los parientes de otro joven que fue asesinado con cinco disparos en Bastión Popular, un barrio del norte de la urbe. El hecho ocurrió en abril pasado y no hay detenidos. Los agentes no descartan que detrás de todo estén disputas para apoderarse de territorios para el microtráfico.
Desde el 2020, esta es la principal causa de muertes violentas en Guayaquil.
Los datos oficiales señalan que desde enero de ese año hasta mayo del 2021, en el Puerto Principal han sido asesinadas 591 personas. De ese total, 128 (21%) están resueltas. Es decir, hay detenidos y un proceso en marcha.
El 79% todavía está sin respuestas. El comandante de la Policía de Guayaquil, Fausto Buenaño, explica a este Diario que para indagar estos casos cuentan con tres unidades especiales: Criminalística, Dinased y Policía Judicial.
El personal confirma que para cada fallecido se destina entre dos y cuatro uniformados. La orden es aclarar quiénes fueron los perpetradores.
Los agentes advierten que el incremento de ataques mortales dificulta esta tarea.
Por eso, uniformados que viajaron de Quito reforzaron los equipos de rastreo.
Ellos saben que las redes criminales tienen una estructura para ocultar a los sicarios después de que actúan.
Los aíslan en zonas rurales con seguridad incluida. Incluso han documentado casos de personas que intentan cambiar su características físicas: se dejan crecer la barba, se cambian el color de cabello, se lo cortan o se lodejan crecer. Usan lentes o se tatúan.
En el caso del presentador de televisión Efraín Ruales, tres de los cuatro implicados fueron capturados en sectores que están alejados de centros poblados, como Lomas de Sargentillo y Engabao.
‘Alvarito’ fue aprehendido en un punto de Esmeraldas conocido como El Lagarto. La captura se produjo con base en los videos del ECU-911.
Los gatilleros que por error terminaron con la vida de una mujer en una clínica de Guayaquil también quedaron filmados, pero no han sido arrestados. La Policía cotejó los rostros y dicen que ya tienen las posibles identidades.
El Comité Permanente por la Defensa de DD.HH. de Guayaquil indica que la falta de resultados en las investigaciones genera un mensaje de impunidad en los crímenes.
La Defensoría del Pueblo, en cambio, recomienda fortalecer las indagaciones, para aclarar todas las muertes.
En el 2011, la ONU ya cuestionó a Ecuador al decir que el sicariato no se indaga a profundidad o queda impune.
La Fiscalía asegura que sí han reforzado sus equipos.
Según el Código Penal, en los delitos sancionados con cárcel de más de cinco años, la indagación previa o fase reservada durará hasta dos años. El asesinato se castiga con cárcel de hasta 26 años.
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