El eje comercial, clave para la reactivación en Imbabura

La reactivación económica en la provincia de Imbabura ha ido de la mano del comercio, su principal vocación.

Para Ramiro Aguilar, presidente de la Cámara de Comercio y la Producción, la actividad es maleable y se adapta fácilmente a las necesidades.

Con el inicio de la crisis sanitaria, hubo negocios que cambiaron su giro a venta de artículos de bioseguridad, provisión de alimentos y bebidas.

Sin embargo, ahora han retomado a sus actividades habituales, como la venta de ropa, calzado, bazares, entre otros.

Según Andrea Scacco, alcaldesa de Ibarra, el comercio al por mayor y menor representa el 45% de las actividades económicas del cantón.

Por eso, durante la pandemia, han apoyado a actividades como ferias de emprendimientos y varias campañas.

La más reciente es el plan Reactívate Ibarra que apunta a dinamizar el sector comercial, a través del deporte. Esta iniciativa arrancó con 1 500 mujeres de 35 barrios de la urbe, que participan en bailoterapias y que pueden acceder a una tarjeta que brinda descuentos en locales adscritos.

En la región también ha influido el cierre -desde marzo de 2020- del Puente de Rumichaca, principal nexo terrestre entre Ecuador y Colombia. Aguilar cree que eso incentivó el consumo en cada urbe.

El Servicio de Rentas Internas (SRI) informa que, de enero a julio pasado, se registraron ventas por USD 839 millones en Imbabura. En ese período del 2020 fueron 647 millones.

Ramiro Muela, director zonal del SRI, cree que en eso han influido el ablandamiento de restricciones y el plan de vacunación contra el covid-19.

En el cantón Antonio Ante, que cuenta con 421 empresas manufactureras, se activó una Oficina de Reactivación Económica del cantón.

Geovanny Cevallos, director de Desarrollo Económico del Cabildo, señala que fue un espacio para la capacitación técnica y financiera. En una segunda fase desarrollará la Fábrica de Emprendimientos, para estimular iniciativas textiles y agrícolas, que son principales en este cantón.

El sector de confecciones incursionó en la elaboración de mascarillas y trajes de bioseguridad. También, reforzó la producción de camisetas y pijamas, que tuvieron demanda.

Juan Carlos Ortiz, presidente de la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa del cantón, considera que eso les permitió mantenerse activos.

La presencia de compradores de otras ciudades ha sido vital para la provincia. Dayana Hidalgo, administradora de Tenería San Marcos, en Cotacachi, considera que ha influido la inmunización.

De esa manera, la industria manufacturera del cantón se recupera poco a poco, dice. En su negocio, para atraer a los clientes aplicaron descuentos entre el 10% y 15%. Eso va de acuerdo a cada temporada.

La actividad agrícola es la segunda en importancia en esta provincia. Una las iniciativas que surgió en la pandemia fue la creación de unidades productivas agropecuarias.

Según Cristina Males, prefecta encargada, la iniciativa se desarrolla en 34 de las 36 parroquias rurales. Desde agosto del año pasado, 1 000 unidades, principalmente de cultivos de hortalizas y crianza de gallinas de postura y engorde, se han fomentado.

La Prefectura presentará mañana la Agenda Productiva 2021-2027. Este instrumento de planificación y gestión, que se empezó a levantar desde junio del año pasado, busca contribuir en el mejoramiento de la productividad.

A escala provincial se han identificado nueve cadenas de valor que tienen mayor potencialidad. En orden de prioridad están: turismo (Geoparque), café, cacao, artesanías, aguacate, textiles, frutales, ganadería, caña y palma africana.

En cada una se han identificados propuestas concretas. Cosme Julio, vicepresidente de la Federación de Fruticultores del Norte, comenta que una de las prioridades es la capacitación de los agricultores con miras a la exportación.