Estado de excepción en El Oro y Guayaquil por Delta

Estado de excepción en El Oro y Guayaquil por Delta

El estado de excepción es un hecho desde ayer, a las 20:00, en toda la provincia de El Oro y en la ciudad de Guayaquil. El Gobierno intenta acotar la variante Delta del coronavirus e impedir que se expanda por el país.

Por lo pronto, la medida de emergencia busca la movilización de todos los recursos humanos pertinentes a las zonas vulnerables.

El estado de excepción comprende la instauración del toque de queda solo en la provincia de El Oro, por lo que se prohíbe el tránsito vehicular y peatonal. La prohibición será desde las 20:00 hasta las 06:00 de lunes a jueves. El viernes, sábado y domingo comenzará desde las 18:00 hasta las 06:00. La medida estará vigente hasta las 23:59 del 28 de julio, según el Decreto 116 del Presidente.

La variante Delta, originada en la India, llegó al Ecuador. Los especialistas estiman que esta variante del SARS-CoV2 se contagia de modo expansivo; aún se discute la letalidad en comparación con el coronavirus que contagió a miles de ecuatorianos.

La decisión gubernamental del estado de excepción y movilización de recursos humanos para contener la pandemia, que estuvo precedida por la multiplicación de la aplicación de vacunas en El Oro, deberá tener continuidad y mayor alcance.

La aplicación de cercos epidemiológicos a veces es insuficiente y cuando el contagio crece, o crecen los números de fallecimientos, hay que actuar con urgencia y de modo severo, como sucede en esta ocasión.

La variante Delta sorprende al país cuando se exhiben cifras de crecimiento sustancial de la vacunación, con miras a cumplir la meta ofrecida por el Gobierno y se aplican correctivos a los aspectos de desorganización advertidos por la prensa.

Pero es menester que el plan siga expandiéndose; además, extremar los cuidados en la distancia personal, la higiene y el uso de mascarilla. Nadie debe pensar que la vacuna impide el contagio. En realidad, atenúa los efectos nocivos del virus en el organismo, pero una persona vacunada puede contagiar y pasar el virus a quienes no lo estén, causarles daño grave y hasta llevarlos a la muerte.