Riobamba: el 62% de su población con primera dosis

Riobamba: el 62% de su población con primera dosis

Por primera vez en 16 meses, la Unidad de Cuidados Intensivos del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, en Riobamba, no tiene pacientes con covid-19. El último fue dado de alta el pasado 13 de agosto y desde entonces no se han registrado nuevos ingresos.

Fausto Maldonado, director médico de esa casa de salud, cree que la ausencia de pacientes críticos es el resultado de las arduas jornadas de vacunación que se emprendieron en esa urbe y todo el país.

Riobamba tiene como meta vacunar a 244 000 habitantes, con al menos la primera dosis contra el virus, según el plan del Comité de Operaciones de Emergencias (COE) cantonal.

Hasta ayer, 163 876 personas ya recibieron esa primera vacuna. Esa cifra corresponde al 87% de la meta del COE y al 62,2% del total de los habitantes del cantón. Además, 72 194 personas ya tienen completo su esquema de vacunación.

Riobamba estableció la meta en febrero pasado, cuando se inició el plan de vacunación masiva en la ciudad, para ir avanzando en la reactivación económica progresivamente.

El equipo de médicos, encabezados por el epidemiólogo Marcelo Nicolalde, que forma parte de una comisión de asesoría médica del COE, determinó la cifra tras efectuar cuatro estudios de seroprevalencia en la ciudad.

Según Nicolalde, para tener una buena inmunización, se requiere que 244 000 personas estén vacunadas; aunque para tener esa alta protección se necesita contar con las dos dosis completas, según la Organización Mundial de Salud.

Napoleón Cadena, alcalde de Riobamba, dijo que alcanzar la meta de vacunación implica una revisión de las medidas de restricción vigentes y probablemente un cambio en el semáforo. “Esperamos alcanzar el porcentaje de inmunidad comunitaria para establecer nuevas medidas concordantes con la reactivación económica de la ciudad”, dijo.

También explicó que el COE ya preveía desde la semana pasada un cambio de semáforo de amarillo al verde, sin embargo, la confirmación de los dos casos de la variante Delta en Chimborazo retrasó la aplicación de la medida.

La aparición de la variante también motivó el incremento de los vacunadores en los centros que están operativos en la ciudad. Hasta la semana pasada, había entre 15 y 16 equipos en cada punto, desde esta semana trabajan 20 equipos.

En Riobamba, los locales comerciales están autorizados a funcionar con un 75% de su aforo. Además, todas las actividades comerciales se permiten hasta las 23:00.

Se analiza, por ejemplo, autorizar el funcionamiento de establecimientos como bares y discotecas, e incrementar progresivamente el aforo, estos han estado cerrados desde el inicio de la emergencia.

La idea es que la gente pueda ingresar a estos sitios portando su carné de vacunación; pero Cadena aclaró que hay otras medidas que no cambiarán, como el uso obligatorio de mascarillas en sitios públicos, la toma de temperatura, el distanciamiento físico y otras medidas de bioseguridad.

Cristian Silva, coordinador zonal de Salud en la Sierra Centro, dijo que en Riobamba el proceso de vacunación ha sido ágil, por la colaboración de otras instituciones, como Municipio y universidades.

“El proceso avanza rápido en la ciudad y esto es una muestra de que la suma de voluntades es efectiva para lograr estos resultados”, comentó Silva.

Los centros de inmunización seguirán funcionando al máximo de su capacidad hasta que todos los habitantes cuenten con su esquema completo. Ayer se reanudó la aplicación de la dosis de Sinovac, que estuvo suspendida por cuatro días, debido a la escasez.

Además, los esfuerzos se concentrarán en llegar con las dosis al sector rural y a otros cantones de Chimborazo, donde la vacunación no ha tenido el mismo éxito que en las parroquias urbanas. Al momento hay brigadas móviles que se desplazan hasta los sitios con dificultades de movilidad, pero el desafío sigue siendo el desconocimiento y el recelo de la gente a aplicarse la dosis.

Guamote, Colta y Alausí son los cantones de Chimborazo que tienen el porcentaje de vacunación más bajo de la provincia, en relación con el número de sus habitantes. Silva manifestó que esas tres localidades tienen su población dispersa y graves problemas de movilidad; allí la complicación también es la falta de infraestructura.