Un futbolista de Macará que perdió su pierna cuenta los días para recibir su prótesis; él es empleado del club

Roney Cagua nacido en El Carmen, Manabí, soñaba con ser futbolista profesional y empezó a dar sus primeros pasos en el Macará de Ambato. Sin embargo, un accidente de tránsito, ocurrido en marzo del 2020, truncó su carrera. El percance ocurrió en el sector de Miñarica, en Ambato, y puso en riesgo la vida del jugador. Allí perdió su pierna derecha. 

Después de un año después de ese accidente, la vida le sonríe. Cagua ahora es empleado administrativo en Macará y ya cuenta los días para recibir su prótesis que le permita volver a caminar sin el apoyo de las muletas. Sueña con volver a sentir el olor de las canchas de fútbol. 

"Gracias al presidente de Macará (Miller Salazar) y a mi empresario Diego Herrera ya voy a poder movilizarme con mi prótesis. Soy un agradecido con mi familia", cuenta vía telefónica desbordado de la emoción porque ya faltan horas para que comience a movilizarse con su prótesis. Gabriela Salazar y la familia Salazar del club también han sido otro apoyo fundamental.

El manaba Cagua, confeso admirador del fútbol de Andrés Iniesta y de Matías Oyola, comenzó su carrera por las formativas de El Nacional, en el 2015. Jugaba como volante mixto, pero todavía siente un nudo en la garganta cuando describe lo que le pasó en el accidente.  “Es muy duro recordar. Perdí ligamentos, meniscos y no tenía sensibilidad ni movilidad en la pierna. Estaba en juego mi vida y los médicos me amputaron la pierna derecha”, describe.

Roney Cagua en la medición de su prótesis

Emocionado cuenta que ahora su vida está reconstruida en Ambato. Allí tiene departamento y alterna su trabajo en el club celeste con su preparación académica. Él está estudiando sicología y también gestión deportiva y alto rendimiento en el Unisport Management School, de España.

"Soy un hincha de Macará y próximamente seré socio del club. Han sido parte fundamental de mi vida", dice Cagua este martes 23 de marzo del 2021. La familia del jugador también comparte esa alegría desde Manabí. Rosa Cedeño, maestra de profesión, y Bonico Cagua, agricultor manabita, padres del futbolista y sus dos hermanas mayores han sido otro soporte clave. 

Su carrera como futbolista 
Cagua estuvo en las categorías Sub 16, 19 y la Reserva. Después tuvo un paso por clubes de la Segunda Categoría.

Defendió los colores del Atlético Portoviejo (2018) y del Otavalo (2019). El año 2020 volvió a Ambato con la ilusión de pelear un cupo en Primera, pero sufrió el accidente.