¿Cómo se contagia el metapneumovirus?
El metapneumovirus humano (HMPV) es un patógeno viral que afecta las vías respiratorias y se ha identificado como una causa frecuente de infecciones en personas de todas las edades, aunque suele ser más severo en niños pequeños, adultos mayores y personas con sistemas inmunológicos debilitados.
Identificado por primera vez en 2001 en los Países Bajos, este virus es conocido por provocar infecciones respiratorias, especialmente en niños pequeños, personas mayores y aquellas con sistemas inmunológicos debilitados. Pertenece a la misma familia que el virus sincitial respiratorio (RSV) y comparte algunas características clínicas con él.
Formas de transmisión
El HMPV se propaga principalmente de manera similar a otros virus respiratorios comunes, como la gripe o el resfriado. La principal vía de contagio es a través del contacto cercano con personas infectadas. Esto incluye la exposición a gotículas respiratorias que se liberan cuando alguien tose, estornuda o habla. Estas pequeñas gotas pueden ingresar al organismo de otra persona a través de la boca, la nariz o incluso los ojos.
Además, el virus puede sobrevivir durante un tiempo limitado en superficies y objetos contaminados, como manijas de puertas, juguetes o mesas. Si una persona toca estas superficies y luego lleva las manos a su rostro, especialmente a la zona de los ojos, la nariz o la boca, también puede infectarse. Esto hace que el lavado frecuente de manos y la desinfección de objetos compartidos sean medidas esenciales para reducir el riesgo de transmisión.
Factores de riesgo y prevención
Aunque el metapneumovirus puede afectar a cualquier individuo, los niños pequeños, los ancianos y las personas con enfermedades crónicas o sistemas inmunes debilitados son los más vulnerables a desarrollar síntomas graves. Las infecciones por HMPV pueden provocar desde un leve resfriado hasta cuadros más serios, como neumonía o bronquiolitis.
Para prevenir su propagación, los expertos recomiendan seguir medidas higiénicas básicas:
- Cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar, usar un pañuelo desechable o el pliegue del codo.
- Evitar el contacto cercano con personas enfermas.
- Limpiar regularmente las superficies de uso frecuente.
- Lavarse las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos.
Estas recomendaciones siguen siendo una de las herramientas más eficaces contra la propagación de este y otros virus.
Si bien el metapneumovirus no es nuevo, su presencia suele pasar desapercibida debido a que sus síntomas se confunden con los de otras enfermedades respiratorias. Por ello, aumentar la concienciación sobre cómo se transmite y las formas de prevenirlo es fundamental para proteger la salud pública, especialmente en temporadas de mayor incidencia de enfermedades respiratorias. (I)
Comments (0)