Los negocios resurgen en cada esquina por devoción a la Virgen

Los sectores turístico, productivo y comercial de Loja están en recuperación. La presencia de la imagen de la Virgen de El Cisne atrae a diario a cientos de visitantes y dinamiza los negocios.

En la calle 10 de Agosto, que conduce a la Catedral, hay varios puestos que ofertan una variedad de recuerdos religiosos. En el parque, los fotógrafos improvisaron espacios con réplicas de ‘La Churona’ para que los fieles se retraten. El jueves 9 de septiembre, las ocho eucaristías en Catedral se realizaron con su máximo aforo, que es de 200 personas. Hubo un flujo permanente de visitantes durante todo el día.

Es la primera vez, en estos 18 meses de pandemia, que el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal permitió retomar casi todas las actividades por la llegada de la imagen religiosa y las fiestas de Loja.

Hay ferias, festivales culturales, exposiciones y apertura de todos los sitios turísticos. Para ello, el COE tomó en cuenta las condiciones sanitarias del cantón. Se registra una reducida demanda de pacientes críticos de covid-19 en los hospitales locales y existe un alto nivel de vacunación, que bordea el 90% en segunda dosis.

Por el tamaño de población, Loja es la segunda provincia con más inmunizados. De acuerdo con el Vacunómetro, hasta ayer 363 463 personas recibieron las primeras dosis y 303 225 el esquema completo.

Para Frans Obaco, presidente de la Cámara de Turismo, eso genera confianza y ha permitido alcanzar una ocupación hotelera superior al 70%. La ciudad tiene 50 establecimientos de hospedaje con 3 000 camas. Según él, los turistas llegan, principalmente, desde Azuay y Cañar. “Pero hay quienes arriban solo para venerar a ‘la Virgen y se regresan el mismo día, o se quedan en casas de familiares”.

Así lo hicieron 50 devotos azuayos de diferentes familias. Ellos son priostes de la Virgen y cada año presiden las fiestas del 8 y 9 de septiembre. Llegaron la tarde del miércoles pasado, para participar en los homenajes. Viviana Aguilar y Blanca Baculima se hospedaron en hoteles; otras personas, en casas de familiares. El jueves tenían previsto retornar a Cuenca.

“Para nosotros es importante vivir este momento espiritual después de tanto tiempo. Venimos a agradecer por la salud y a rezar por nuestros compañeros devotos que murieron con el virus” dijo Aguilar.

Según Obaco, en promedio un turista se queda tres días en Loja y visita lugares emblemáticos, como la Catedral, Vilcabamba, El Cisne, el Parque Nacional Podocarpus y Saraguro.

También optan por los recorridos en el bus turístico. Janeth Idrovo, de la agencia Star Tourism, dijo que este automotor viaja actualmente con su máxima capacidad, que es de 30 pasajeros. Esa demanda tiene desde mediados del mes pasado.

Esta afluencia genera dinamismo para sectores como transporte, comercio y agrícola. “Los hoteles y restaurantes tienen una mayor demanda de alimentos que se producen en el campo y eso reactiva la economía del cantón”, señaló Idrovo.

Ximena Quezada vive en España y retornó a su natal Catamayo el pasado 17 de julio, para visitar a su familia y a la imagen religiosa. Ayer estuvo en la Catedral lojana y compartió con amigos. Compró artesanías y el tradicional café para llevar a Europa.

También visitó la Feria del Bocadillo, que se realiza en el Complejo Ferial Simón Bolívar. Tiene la participación de 22 productores de dulces. Este espacio comercial, que tiene alta afluencia, se cerrará el domingo. El jueves Elena Yaguana y Manuel Suquilanda estaban contentos, porque sus ventas de dulces han crecido y generan ingresos para cubrir deudas.

En cambio, del 23 de este mes al 3 de octubre, en el mismo recinto ferial se realizará la 192ª Feria de Loja, con la participación de 600 comerciantes y emprendedores. Habrá un espacio para juegos mecánicos y patio de comidas. De acuerdo con los protocolos, los expositores deberán tener el esquema completo de la vacunación contra el covid-19 y aplicar normas de bioseguridad, dijo Diego Lara, presidente del Comité Ferias de Loja.

No habrá conciertos ni bailes ni actos culturales. El aforo será de 7 000 personas al mismo tiempo. No llegarán comerciantes peruanos, como ocurría en años anteriores.