Moda, arte y tradición

Desde muy pequeña Gabriela Vera se sintió atraída por la creatividad y las tradiciones. Y no es para menos, ya que por su sangre corre la vena artística. La diseñadora de modas es nieta del reconocido pintor, muralista y escultor ecuatoriano Oswaldo Guayasamín, de quien no solo guarda los más hermosos recuerdos de su niñez, sino también sus grandes enseñanzas.
Las largas jornadas que pasaba en el taller de joyas que su abuelo tenía en lo que ahora es la fundación Guayasamín sembraron en ella ese gusto por el arte, por las tradiciones y por las raíces de la tierra que la vio nacer y crecer. De allí que decidió convertir su pasión por el arte y la moda en su filosofía de vida, buscando su formación dentro y fuera del país.
Con el paso de los años, a base de mucha perseverancia, Gabriela ha logrado una fructífera carrera en el mundo de la moda. Creando vestimentas únicas que reflejan sus propias creencias y pasiones artísticas. Cada uno de sus diseños fusionan lo artesanal, lo hecho a mano, las tradiciones, con una visión de modernismo y sofisticación, y en donde los colores vibrantes y las formas geométricas son protagonistas de cada una de sus piezas.
Opuntia es el nombre de la marca que Gabriela creó, junto con su esposo, para darle rienda suelta a su inspiración y así hacer hermosas creaciones que se llevan con orgullo dentro y fuera del Ecuador. “Tengo muchas clientas que viven fuera y el poder utilizar algo con la marca, con el origen de su propio país, yo creo que para ellas y para nosotros es una satisfacción”, cuenta la diseñadora de modas.
Pero la artista no solo desarrolla atuendos inspirados en las raíces y tradiciones, sino que también es amante del diseño de joyas. “Yo trabajé por 18 años en la marca de Talleres Guayasamín.
Oswaldo, quien era mi abuelo, creó la marca de joyería hace como 60 años, él se inspiraba en los diseños geométricos y en los diseños de las piezas precolombinas”, cuenta Gabriela sobre esta experiencia que vivió como diseñadora en el desaparecido taller.
En ese entonces trabajaba de la mano de orfebres y artesanos locales, quienes con su talento daban vida a las creaciones que ella y su tía Berenice Guayasamín diseñaban. Después de varios años, el taller cerró sus puertas, pero esas ganas de diseñar nunca se fueron de Gabriela.
Hace unos cuantos meses, la dueña de Opuntia creó su propia marca de joyas artesanales, a la que llamó GeoSimetrías, rigiéndose bajos los mismos preceptos de diseño que llevaba en Taller Guayasamín.
“Crecí toda mi vida viendo las joyas de Guayasamín, entonces me gustó mucho lo que era el diseño de las joyas. Bajo la misma metodología, yo dibujo y trabajo con maestros que trabajaron por muchos años y conocían el estilo de la marca”, explica.
En esta nueva colección de Gabriela destacan las asimetrías. La artista cuenta que los diseños que ha lanzado “tienen mucho de esa esencia o influencia y de haber crecido viendo esta línea de joyería” toda su vida. Señala que está orgullosa de poder continuar con el legado de su abuelo, en cuanto a joyería, pero ya bajo su nombre: Gabriela Vera Guayasamín. “Es un trabajo muy lindo, porque uno siente que cada pieza que uno realiza es como un hijo que uno tiene, porque cada pieza es única y siempre hay una oportunidad de transformarla”, dice.
Gabriela señala que quiere seguir creciendo como diseñadora a través de sus marcas, dentro y fuera del país. Recientemente ha dado un gran paso con la inauguración de una galería boutique en la Isla Santa Cruz, en Galápagos. En la Casa Saskia Guayasamín, están disponibles sus diseños de moda y joyería.
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