¿Puede una pareja sentenciada compartir una misma celda? Indignación en España por miembros del grupo terrorista ETA que están juntos en prisión

Asier Mardones y Josune Oña han estado casados desde 2006. Ambos son parte de la organización separatista vasca ETA y fueron sentenciados por agresión a policías y otros crímenes a 25 años de prisión.

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Esta pareja de antiguos militantes de ETA comparte una misma celda en una prisión del norte de España. La situación provocó “consternación e indignación” en la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT).

La situación penitenciaria de los sentenciados se da bajo un modelo de convivencia en la sección abierta, por lo que comparten “una celda” en una prisión de la provincia de Álava, indicó a AFP una portavoz del Departamento de Justicia del País Vasco.

”No es la primera vez que una pareja comparte celda; ya lo han hecho parejas del mismo sexo”, dijo la portavoz.

No es habitual “pero no es un privilegio”, prosiguió la portavoz, quien afirmó que en la administración penitenciaria todos “los detenidos tienen los mismos derechos”.

Según el diario vasco El Correo, que publicó primero la noticia, Mardones y Oña, dos exmilitantes de ETA, han dormido juntos desde hace un mes en la misma celda.

”Esta noticia ha producido una profunda consternación e indignación en el colectivo de víctimas del terrorismo”, reaccionó la AVT en una carta dirigida a las autoridades del País Vasco.

La AVT instaba a las autoridades a confirmar si Mardones y Oña “salen cada mañana del centro penitenciario de Zaballa para estudiar en Vitoria y, a su vuelta, duermen en la misma estancia, de 13 metros cuadrados”, tal y como señaló El Correo.

”¿Cuántos presos de ETA se encuentran en esta situación y cuántos de los internos que no pertenecen o han pertenecido a la banda terrorista disfrutan de los mismos privilegios?”, preguntó la asociación, que dijo querer conocer “la base legal de esta medida, pues en el modelo penitenciario estatal no está prevista”.

La AVT hizo así referencia al hecho de que la gestión de las infraestructuras penitenciarias recae desde octubre de 2021 en las autoridades vascas y ya no en el Ministerio del Interior, debido a una transferencia de competencias concedida en el marco del estatuto de autonomía del País Vasco.

En España, el asunto de los presos de ETA es un tema espinoso.

El Gobierno del socialista Pedro Sánchez puso fin a la política que por años mantuvieron los Gobiernos españoles, tanto de izquierda como de derecha, de dispersar por todas las cárceles del país a los miembros de ETA, banda disuelta en 2018 a la que se le atribuyen más de 850 muertes en su lucha por la independencia del País Vasco y Navarra. (I)