Renato Paiva: ‘El objetivo del 2022 es ser bicampeón y hacer una buena Copa’
Entrevista a Renato Paiva, DT de Independiente del Valle
Usted contó que en su época de futbolista siempre lo elegían como capitán. ¿Esa característica para liderar lo llevó a ser entrenador?
No solo por el hecho de que siempre me elegían como capitán en los equipos. Además de ese liderazgo, siempre estaba preguntando a los entrenadores, cuestionando sus tareas. Siempre les hacía preguntas para saber los por qués. Por eso, me decían que iba a ser técnico. Me decían: molestas y molestas. La mezcla de estos dos aspectos me llevó a entrenar.
¿Qué entiende por liderazgo en un equipo de fútbol?
Liderazgo es hacer creer a los jugadores que tu idea, tus convicciones, son el camino correcto, el mejor, de forma natural. Eso se logra con hechos. Hay que ser verdadero, no mentir. Hay que decirle al jugador la verdad. Si le dices que algo es lo mejor para el equipo, pero en la práctica haces otra cosa, no funciona. Liderazgo es convencer por tu calidad humana y tu competencia. No se trata de gritar. Hay que estar cerca de ellos para que se sienta uno más del grupo.
¿Cómo hace que un jugador suplente se mantenga competitivo?
Al inicio de la pretemporada, siempre les digo una frase a mis jugadores: prepárense para no jugar. Todos están preparados para jugar, pero mi secreto es que lo estén para cuando no tienen que jugar, que es lo más difícil. A los jugadores siempre les hablo de la meritocracia, que tienen que hacer méritos para jugar, tienen que entrenarse a mil. Su actitud, su percepción de la idea es la ideal para que jueguen. Cuando ellos no juegan, saben por qué pasa eso. Si un jugador no está preparado, se lo digo de inmediato. No es algo que dejo para mañana. No dejo que un problema gane dimensión y empiecen las críticas y las murmuraciones. Intervengo tranquilamente, pero rápido. El problema es un cáncer de una relación, de un trabajo.
¿Esta temporada ha tenido que cortar problemas inmediatamente con los jugadores de Independiente?
No mucho. Les he dicho a los jugadores que son profesionales increíbles. En términos globales, no he tenido problemas. A algunos jugadores sí les he dicho que el camino que llevan no es el mejor para que lleguen a jugar. Les he dicho: ‘tu actitud no es la mejor con balón’. He hecho correcciones sobre la disponibilidad para entrenar y las normas que se deben respetar en el grupo, sobre los atrasos o cuando sobrepasan su peso.
Usted prefiere usar un calentador antes que un traje. ¿Lo hace porque así se siente cómodo o porque quiere lanzar un mensaje?
Independiente no tiene la regla de usar traje. Entonces, yo podía elegir el calentador porque quiero que mis jugadores me vean cercano a ellos. Cuanto más cercano a ellos pueda estar, lo hago. Por ejemplo, yo siempre entreno con pantaloneta, con lluvia, nieve o sol. Lo hago porque ellos se entrenan con pantaloneta. En el partido ante Emelec, llovió los 90 minutos y estuve los 90 minutos bajo lluvia. Quería que mis jugadores me vieran ahí, como uno más. Con un rol diferente, pero uno más.
Su análisis es que al futbolista ecuatoriano le cuesta acoplarse a las disposiciones tácticas. ¿Cómo hizo en Independiente para que cumplieran esas tareas?
Todo ha sido con entrenamiento. He aprovechado todos los minutos para transmitir mi idea de juego. Todas las tareas han sido con el balón. Si no tienes el balón, no enseñas tu idea de juego. Después, he corregido. Cuando un jugador falla, hay que corregir el error, como todo en la vida. Luego, con mi cuerpo técnico, todos los días nos poníamos a analizar todo el entrenamiento cumplido.
¿Por qué sus entrenamientos solo duran 60 minutos?
Porque en esos 60 minutos se pueden trabajar altas intensidades. Siempre quiero que mi equipo juegue a alta intensidad. Después de los 60 minutos se baja la intensidad, el foco de atención y voluntad de jugar el entrenamiento. Los jugadores ahora son así. Si se les pasa mucha información, pierden el enfoque.
¿Cuándo visualizó que su equipo podía ser campeón?
Desde que pedí los fichajes de Bauman, Sornoza, Carabajal, Gaibor y Tin Delgado les dije a los dirigentes que iríamos por el título. Yo justifiqué que los necesitábamos para ser campeones. En la segunda etapa mejoramos la defensa, porque los campeones son los que terminan con menos goles.
¿Cuál es el objetivo para el próximo año?
Mi objetivo siempre es mejorar para contribuir a hacer grande al club. Después, quiero mejorar el juego. Quiero hacer una mejor Libertadores, no sé si podamos ganarla porque los equipos de Brasil y Argentina están en un nivel superior. Pero con unas semifinales locas podría pasar. No hemos tenido suerte en los últimos sorteos de la Copa. Y en Ecuador el objetivo es el bicampeonato.
¿Cuántos jugadores vendrán a Independiente y en qué posiciones?
Ya tenemos a Danny Cabezas y Willian Vargas. Buscamos un delantero y un extremo y alguno otro más. Y si es que un jugador se va, tendremos que reemplazarlo.
¿Cuál es su agenda para la nueva temporada?
El 22 iré a Portugal y volveré el 29. Quiero volver a final del año antes de que se cierren las fronteras. En Portugal ya hay un rebrote del covid y no quiero arriesgarme a que cierren los aeropuertos y no pueda retornar al Ecuador.
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