Los Saboya pierden la batalla legal contra Italia: sus joyas de reales pertenecen al Estado

Los Saboya pierden la batalla legal contra Italia: sus joyas de reales pertenecen al Estado

Las joyas de la Casa de Saboya no pertenecen a la familia Saboya. Pertenecen al Estado italiano. Así lo decidió el tribunal civil de Roma el pasado 15 de mayo, que ha rechazado la petición de restitución de las joyas de la familia por parte de los herederos de Humberto II, último rey de Italia, al calificarla de “manifiestamente infundada”. La disputa legal, iniciada en 2022, ha estado liderada estos años por Manuel Filiberto de Saboya, que habría sido el heredero del trono italiano si no se hubiese instaurado la república en 1946. También le han apoyado sus tías María Gabriela, María Pía y María Beatriz.

El tesoro incluye cerca de 7.000 brillantes y 2.000 perlas montadas en casi una veintena de collares, pendientes, diademas y broches que lucieron reinas y princesas como Elena de Orleans, Margarita Teresa de Saboya o María José de Bélgica, consorte del último monarca italiano. Pertenecieron a la familia real hasta tres días después del referéndum que terminó con la monarquía, el 5 de junio de 1946, cuando el primer ministro, Alcide De Gasperi, pidió a Humberto II que las entregara. Según la Constitución del Reino de Italia, las joyas de la corona se entregaban a los reyes “como dotación” para el desempeño de sus funciones, pero no como propiedad personal, según defendió entonces De Gasperi. Así que el tesoro pasó a una cámara acorazada del depósito central del Banco de Italia, donde siguen guardadas 79 años después.

“Como ciudadana, espero que el Estado pronto exponga estas joyas históricas en un museo”, celebró Olina Capolino, abogada del Banco de Italia, tras la resolución judicial. Pero a pesar del nuevo varapalo judicial, los Saboya no tienen intención de rendirse, según hizo saber Manuel Filiberto de Saboya, el actual jefe de la casa real italiana tras el fallecimiento de su padre, Víctor Manuel de Saboya, en febrero de 2024. De ello dejó constancia a través de un comunicado firmado por el abogado de la familia, Sergio Orlandi, que compartió en sus stories de Instagram. “Los herederos de SM el Rey de Italia Humberto II esperaban el resultado de esta sentencia y finalmente creen necesario recurrir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, para que pueda examinar y aceptar todas las solicitudes”, se leía en el escrito. Al final de la nota, los Saboya advertían que también tienen intención de pedir al Estado italiano la “restitución del valor de todas las propiedades pertenecientes a la familia”.

Manuel Filiberto de Saboya con su madre, Marina Ricolfi-Doria, en el funeral de Víctor Manuel de Saboya (su padre y marido, hijo de Humberto II), celebrado el 3 de febrero de 2024 en Turín, Italia.

Hasta ahora, el cofre con las joyas, entre las que destacan, por ejemplo, un raro diamante rosa montado en un broche en forma de lazo o la famosa tiara con nudo Saboya encargada por Humberto I a la joyería Musy de Turín, solo se ha abierto una vez. Fue en 1976, con autorización de un juez, para catalogar las piezas y por temor a que hubieran sido robadas. La firma Bulgari se ocupó del peritaje y determinó su valor en unos 2.000 millones de liras —casi 20 millones de euros actuales—. Algunos expertos estiman que el valor total actual de la colección podría ascender hasta los 300 millones de euros dada su importancia histórica, y que el tesoro podría incluso superar esa cifra en una subasta.

La reina Margarita de Saboya en una foto de archivo luciendo la tiara con nudo Saboya, entre otras joyas.

En 2021, la antigua familia real presentó por primera vez una solicitud formal para la devolución de estas valiosas piezas, pero fue rechazada de inmediato. Volvió a intentarlo un año después, pero tampoco ha surtido efecto. “Son joyas de gran importancia, con un elevado valor histórico y económico”, defendió en 2022 Orlandi, el representante legal de los Saboya, en declaraciones a este periódico. En el acta de entrega de las joyas al Banco de Italia se indicaba que deben ser conservadas y “mantenidas a disposición de quienes tengan derecho a ellas” y los descendientes de Humberto II se amparan en ello para alegar que son ellos quienes tienen ese derecho. “Según la normativa, el banco es el depositario y debe devolver las joyas a los depositantes, los herederos”, dijo el abogado en 2022.