Israel alterna los ataques contra objetivos nucleares iraníes con la presión sobre Alí Jameneí

Los gobiernos de Israel y Estados Unidos intensifican las amenazas y los mensajes en los que advierten de la supuesta vulnerabilidad del líder supremo iraní, Ali Jameneí. El presidente Donald Trump ha afirmado que no lo van a matar “por ahora”, pero le pide que se rinda mientras afloran las señales de una posible participación directa de Washington en la escalada. Jameneí, a través de un mensaje leído en televisión, ha respondido que eso no va a suceder y, además, advierte de las “graves e irreparables consecuencias” que tendría el hecho de que EE UU se uniera a los bombardeos.
Rusia, que ya se ha ofrecido como país mediador, no ha tardado en tratar de persuadir a Trump y le ha advertido de que un respaldo directo de Washington a la ofensiva israelí en Irán desestabilizaría más la región de Oriente Próximo, según el viceministro de Exteriores, Serguéi Riabkov. El Gobierno israelí, por su parte, deja entrever que no espera tanto un cambio de régimen a la fuerza, sino que este caiga como consecuencia de la situación generada por la guerra.
La estrategia de presión sobre Jameneí y su entorno, pese a toda la información sobre el paradero y los movimientos que ambos países puedan disponer del líder supremo iraní, permanece en un segundo plano frente a los ataques del ejército israelí. Sus tropas han seguido golpeando en las últimas horas instalaciones nucleares y militares a lo largo y ancho de la República Islámica. Esa, por ahora, parece su prioridad, aunque parte importante de la ofensiva están siendo también los asesinatos selectivos de altos mandos de la seguridad y de científicos nucleares.
Atacada una planta de centrifugadoras
Entre la veintena de infraestructuras alcanzadas este miércoles por el medio centenar de aviones de combate de la fuerza aérea israelí que han lanzado ataques se encuentra una planta para fabricar centrifugadoras para enriquecer uranio en Karaj, cerca de Teherán. Israel da por hecho, aunque no presenta pruebas, que estas centrifugadoras se usan para conseguir armamento nuclear. También en el entorno de la capital han atacado instalaciones en las que se fabrican misiles tierra-tierra y tierra-aire como los que la República Islámica emplea para responder a la ofensiva del Israel. También han informado de la destrucción de cinco helicópteros de combate iraníes. Mientras, miles de personas huyen de la capital, según la agencia Reuters.
El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), la agencia nuclear de la ONU, informa de que han sido dos los lugares en los que se fabrican piezas para centrifugadoras que han sido bombardeados. Se trata del taller TESA Karaj, donde han quedado destruidos dos edificios, y del Centro de Investigación de Teherán, donde fue alcanzado uno de sus edificios. “En la planta de Teherán, un edificio donde se fabricaban y probaban rotores de centrifugadoras avanzadas fue alcanzado”, señala el comunicado publicado en la red social X (antes Twitter).
En Karaj, “dos edificios donde se fabricaban diferentes componentes de centrifugadoras han sido destruidos”, añade el organismo. Ambos lugares se encontraban previamente bajo vigilancia y verificación del OIEA como parte del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA en sus siglas en inglés), el acuerdo nuclear firmado en 2015 entre las potencias occidentales y Teherán para garantizar los fines pacíficos del programa nuclear iraní.
“Las personas inteligentes que conocen Irán, la nación iraní y su historia jamás le hablarán a esta nación con un lenguaje amenazante porque la nación iraní no se rendirá”, ha dicho Jameneí, según Reuters, en sus primeras palabras desde las pronunciadas el viernes poco después de que comenzara la ofensiva israelí. “Los estadounidenses deben saber que cualquier intervención militar estadounidense sin duda traerá daños irreparables”.
Moscú ha advertido a Washington de que no participe directamente en la guerra. “Estados Unidos está siempre al frente de todos los acontecimientos -ha asegurado el viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov-, y sería un error decir que no interfirió antes y lo hará ahora; pero proporcionar apoyo militar a Israel es otra cuestión”. El diplomático ruso ha rechazado en una entrevista concedida a la agencia Interfax “todas las opciones” y “especulaciones” barajadas por la Administración Trump para participar en los ataques contra Irán. “Este paso desestabilizaría radicalmente toda la situación actual”, ha agregado.
El Kremlin, aliado de Irán y hasta cierto punto socio de Israel, ha intentado alzarse como mediador del conflicto al mismo tiempo que invade Ucrania. Este martes, el portavoz de Putin, Dmitri Peskov, acusó a Israel de rechazar su propuesta. “El presidente ruso afirmó que Rusia está dispuesta a ofrecer sus servicios como mediador si es necesario. Observamos cierta reticencia, al menos por parte de Israel, a recurrir a cualquier mediación y, en general, a optar por la vía pacífica para llegar a un acuerdo”, declaró Peskov.
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