Atrasos bajan gracias a un petróleo al alza
Los ingresos adicionales por petróleo, recaudación y créditos hacen prever una situación fiscal menos dura para el último trimestre del año.
Esa nueva liquidez genera un impacto positivo en la caja fiscal y ha contribuido a reducir los atrasos con diferentes actores. Hasta julio pasado, esos pagos pendientes llegaban a USD 1 800 millones, pero en septiembre pasado el monto bajó a USD 1 400 millones, principalmente con el Seguro Social.
Además, si se fortalece la caja fiscal, la presión para que el Gobierno tenga que endeudarse se reduce.
Fausto Ortiz, exministro de Finanzas, señala que un factor importante en este nuevo escenario es que la recaudación de impuestos crece a buen ritmo, comparado con el año pasado. Considerando el nivel de cobro actual, es probable que la recaudación de impuestos llegue a USD 13 200 millones, unos 500 millones adicionales que lo inicialmente previsto, explicó.
En segundo lugar, el país se beneficia de la liquidez proporcionada por el Fondo Monetario Internacional (FMI). El organismo entregó al Ecuador USD 948 millones el mes pasado, una especie de “obsequio”, como parte del programa de distribución de los derechos especiales de giro que entregó a todos sus miembros.
Y se prevé recibir un nuevo desembolso del FMI por USD 800 millones, esta vez sí como crédito, aunque a bajas tasas, dentro del programa alcanzado la semana anterior. A esos dineros se sumarán otros 700 millones hasta diciembre.
Un tercer factor que ha mejorado las perspectivas de las finanzas públicas es el aumento del precio del petróleo en el mercado internacional.
Entre enero y julio de este año, el precio del crudo local ha marcado USD 59 por barril, casi 26 más que iguales meses del año pasado. Con ello, el monto de ingresos petroleros podría llegar a USD 2 000 millones hasta cierre de año, casi cinco veces más que el 2020.
El tema es importante, porque la caja fiscal depende en un 30% de las exportaciones del hidrocarburo. Pero, por otro lado, aumentará la presión por una focalización del subsidio del diésel por parte de los transportistas, dijo Ortiz. De hecho, los diálogos con ese sector marcarán los últimos meses del año.
Un aspecto donde comenzará a marcarse una nueva ruta será el gasto público, pues el Ecuador acordó enfocarse principalmente en medidas de ajuste. Las primeras señales sobre este aspecto se verán en la Pro forma 2022, que debe presentarse este mes, dijo Albert Acosta Burneo, editor de Análisis Semanal.
Ecuador debe conseguir 4 000 millones
El acceso a crédito hasta septiembre pasado estuvo marcado por la renegociación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que se consiguió la semana anterior. Eso hizo que los desembolsos comprometidos para este año demoraran en realizarse y el Fisco haya tenido que recurrir a otras fuentes de crédito, como la banca local.
Si bien el reciente acuerdo económico con el Fondo da bastante oxígeno a las cuentas fiscales, el Gobierno aún debe conseguir unos USD 4 000 millones en financiamiento para cubrir sus gastos y pago de deudas en este año. El Ministerio de Finanzas ha señalado que están previstos recursos de otros multilaterales, gracias al programa con el FMI.
Salarios aún son el peso más grande
Entre enero y septiembre de este año, el Fisco destinó USD 5 858 millones a salarios de la burocracia, un 7% menos que iguales meses del año pasado, confirmando la tendencia de reducción de gasto que se observa desde 2019. Pero, aun así, el monto sigue llevándose poco más de la cuarta parte del presupuesto.
La cifra cambiará los siguientes meses, ya que el Gobierno acordó con el Fondo Monetario Internacional (FMI) reducir los gastos en unos 3 500 millones hasta 2025. Con ello, el Gobierno ha señalado que el mayor esfuerzo vendrá del propio Estado, aunque ha anticipado que el recorte no afectará a los servicios públicos. Otro esfuerzo, unos USD 1 000 millones, vendrá de una reforma tributaria.
Inversión pública sube por la pandemia
El rubro de inversión pública creció en medio de la pandemia. En los primeros meses del año se ejecutaron USD 4 246 millones, la mejor cifra en igual período incluso frente a 2019, año de la prepandemia. En este 2021, el Fisco ha aumentado las transferencias para los sectores sociales y para atender la emergencia sanitaria por el covid-19. Pese a eso, la cifra aún está lejos de alcanzar los niveles de 2014, cuando el Estado invirtió poco más de USD 8 000 millones. La inversión en nuevas obras públicas, en cambio, ha caído, lo cual explica en buena medida la contracción en sector de la construcción.
El Estado mantiene atrasos en este rubro por USD 322 millones, especialmente con gobiernos locales y proveedores.
IESS reclama pagos atrasados
De los USD 1 400 millones en atrasos que registra el Estado hasta septiembre pasado, con distintos actores del sector público, la mayor parte es con el Seguro Social. De acuerdo con la ejecución presupuestaria, existe un pago pendiente hasta septiembre de unos USD 1 000 millones. La entidad busca que el Ministerio de Finanzas se ponga al día al menos con los valores previstos para este año, pero hasta ahora, aunque han existido diálogos, no se ha logrado un acuerdo. Finanzas debe transferir a la entidad contribuciones para el pago del 40% de las pensiones y para cubrir la atención médica de jubilados y personas con enfermedades catastróficas. De esto último, no hay acuerdo ni sobre el monto por pagar.
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