Brechas laborales persisten en el país
En términos generales, el empleo en el país se recuperó en diciembre de 2021 frente al mismo período de 2020, aunque no se llegó a los niveles prepandemia de 2019. Por ejemplo, de la Población Económicamente Activa (PEA), el 33,9% tuvo un empleo adecuado en 2021, frente al 30,4% de 2020 y por debajo del 38,8% de 2019.
Pero si desagregamos por género las cifras difundidas por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), esta semana, se puede observar que más mujeres están en peores condiciones laborales que los hombres.
Según el INEC, 461 394 personas obtuvieron un empleo adecuado entre diciembre del 2020 y diciembre del 2021.De esa cifra, 54% son hombres y el 46%, mujeres.
Aquello significa que menos mujeres consiguieron un empleo adecuado o pleno, en el que se labora al menos 40 horas semanales y se perciben ingresos mensuales iguales o superiores al salario básico unificado (SBU), que este año es de USD 425.
Mientras que hubo más mujeres con un empleo inadecuado o precario, donde no reciben ni el SBU. El 67,8% de mujeres de la PEA estaba en estas condiciones laborales, frente al 57,5% de los hombres. En este grupo está el subempleo, empleos no remunerados y empleo no clasificado.
Asimismo, las mujeres con empleo no remunerado llegaron al 17%, mientras que solo el 6,1% de hombres es parte de este grupo.
Este tipo de empleo es el que se realiza en el hogar, por ejemplo, las amas de casa, que no reciben ningún tipo de salario por su trabajo. Asimismo, el 5% de trabajadoras se encontraban en el desempleo en diciembre de 2021.
En cambio, la tasa de desempleo masculino llegó al 3,5%. La diferencia de 1,5 puntos porcentuales entre hombres y mujeres fue estadísticamente significativa, es decir es mayor a lo que se esperaba, según el INEC.
El mercado laboral para las mujeres siempre ha sido desfavorable. Pero la desigualdad entre los géneros en el trabajo se agudizó con la pandemia de covid-19, golpeando desproporcionadamente la ocupación y los ingresos de las mujeres, según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), de julio de 2021.
Esta realidad la vive Rocío Córdova, de 49 años. La mujer llegó hace 21 años a Quito desde su natal Salcedo para trabajar con una familia extranjera como empleada doméstica, hasta antes de la pandemia recibía el salario básico y todos los beneficios de ley.
Cuando empezaron las restricciones por el covid-19 le redujeron la jornada a tres días por semana y el salario al 50%. Ella no tuvo más que aceptar, señaló.
Actualmente, con el descuento del aporte al Instituto de Seguridad Social IESS recibe cerca de USD 180 mensuales.
Para cubrir los gastos de su familia ha tenido que conseguir trabajos eventuales, también le ayuda a una señora de la tercera edad un día por semana, en conjunto; su salario llega a USD 300, aseguró.
La mujer está buscando otro empleo, pero dice que con el alza del salario básico a USD 425 se ha hecho más complicado, ya que nadie le quiere contratar a tiempo completo. “A todas las empleadas del condominio les bajaron el sueldo y trabajan menos horas. Solo una chica trabaja completo, pero igual solo le pagan USD 300”.
María Cecilia Espín, fundadora del Grupo Lila, señaló que las cifras revelan que persiste la brecha laboral entre hombres y mujeres. Una explicación sería que durante la pandemia muchas mujeres dejaron sus empleos para dedicarse al cuidado y acompañamiento de los hijos y de la familia.
Puede que haya sido por decisión de las mujeres mismo o porque las empresas tuvieron que desvincular a una parte de su personal”, mencionó.
Otro de los datos que revela los datos del INEC es que las mujeres ganan menos que los hombres. El salario promedio salarial para los hombres en 2021 fue de USD 320,8, mientras que las mujeres tienen un promedio de USD 259,5.
Entre diciembre de 2020 y diciembre de 2021, las mujeres solo tuvieron un incremento de USD 0,50. Los hombres, por su parte,un incremento de USD 14,7.
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