Subsidio al Trole y Ecovía se mantendrá pese al alza
El Municipio continuará subsidiando al Trole y a la Ecovía mientras no funcione el Metro de Quito. El próximo 1 de octubre, el pasaje subirá de 25 a 35 centavos y eso aún no cubre los gastos de operación.
Actualmente las unidades que integran ambos sistemas de transporte, sobre todo en sus líneas alimentadoras, se alistan para el cambio.
La Empresa Metropolitana de Transporte de Pasajeros pone los adhesivos que distinguen a las unidades que cobrarán los 35 centavos. También calibra las máquinas recaudadoras con el nuevo valor y coloca información sobre el nuevo tarifario en las paradas.
El pasaje subirá tras 17 años, entre otras cosas porque la tarifa actual no cubre el costo de operación. Según Carlos Poveda, gerente de la Empresa de Pasajeros, en ese desfase influye el que la seguridad y el servicio de alimentadores cuesten USD 34 millones al año.
Tanto el Trole como la Ecovía funcionan con rutas alimentadoras, además de los recorridos por carriles exclusivos de sus articulados y biarticulados. Eso significa que una persona puede atravesar la ciudad con un solo pasaje. Esa es la ventaja del servicio.
Para que eso ocurra, la Empresa de Pasajeros debe contratar a operadoras privadas que complementen el servicio. Por eso, desde 2015 el Municipio le entrega USD 40 millones para ese fin.
Actualmente, esa dependencia municipal necesita USD 90 millones al año para funcionar. Es decir, casi la mitad la asume el Cabildo y esa realidad no cambiará con el aumento del pasaje.
La entidad se financia con tres rubros: pasajes, ingresos no operacionales y subsidio. En lo que tiene que ver con el primero, mensualmente genera USD 1,7 millones con la tarifa de 25 centavos y bajo las restricciones por la pandemia.
Con el incremento que habrá desde octubre próximo, los ingresos bordearán los USD 2,4 millones mensuales. Es decir, al año recibirá USD 28 millones por pasajes. Hay que tomar en cuenta que el cálculo se hace con el 55% de demanda actual, respecto de la que había antes de la pandemia.
Los ingresos no operacionales tienen que ver con el alquiler de espacios en las estaciones, publicidad y el cobro por convenios con empresas privadas que ofertan sus servicios en el sistema. Sin embargo, por ese rubro solamente ingresan USD 1,2 millones al año.
Sobre el subsidio, Poveda señaló que los sistemas de transporte que son operados por empresas públicas requieren del mismo. Sin embargo, a partir del alza de pasaje y del funcionamiento del Metro, se prevé que se reduzca.
Cuando la demanda de pasajeros se comparta con el Metro, la Empresa no tendrá que destinar el mismo número de unidades. Habrá un ahorro en mantenimiento y gestión por los buses que dejen de operar.
Sin embargo, para Roberto Custode, consultor en temas de movilidad, el problema de la empresa es su tamaño. Desde su visión, hay áreas que se pueden tecnificar y eso ahorraría costos.
Según Custode, se podrían implementar sistemas tecnológicos para la gestión de la flota y también para el recaudo. Así, esa dependencia podría enfrentar el déficit que tiene y llegar a un equilibrio.
El concejal Omar Cevallos, vicepresidente de la Comisión de Movilidad, indicó que los dos sistemas de transporte, además del costo por los alimentadores, debe lidiar también con la evasión.
En ese escenario, según el edil, el Municipio debe continuar con el subsidio del servicio. Aunque manifestó que en el tratamiento de la Ordenanza del Sistema Integrado de Transporte sí se habló de una reducción de la asignación.
Mientras tanto, entre los usuarios hay posiciones divididas. Para Katherine Quinga, quien usa el Trole desde El Labrador hasta El Recreo al menos tres veces a la semana, el alza no se justifica. Dice que no se respeta el aforo y hay unidades que son muy antiguas.
Otro usuario, David Saquicela, dijo que uno de los problemas en la Ecovía es la inseguridad. “Para viajar en los articulados hay que estar muy pendiente de las pertenencias”.
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