Análisis: Asamblea Nacional se alista a una transición administrativa y política del socialcristianismo al correísmo

Análisis: Asamblea Nacional se alista a una transición administrativa y política del socialcristianismo al correísmo

Desde el 2 de octubre de 2024, el control de la Asamblea Nacional pasará de manos socialcristianas a correístas, recayendo la presidencia en la legisladora Viviana Veloz, y, con ello, no solo habrá un giro en la agenda legislativa, sino que también se vendrán cambios en al menos una veintena de cargos de nivel administrativo estratégico, que son parte de las atribuciones del titular del Legislativo.

Kronfle asumió el cargo de presidente de la Asamblea el 17 de noviembre de 2023, y dos meses después anunció su agenda legislativa compuesta de un listado de 110 proyectos de ley sobre materias de seguridad, economía, producción y empleo, salud y educación, los que —según dijo— serían tramitados hasta mayo de 2025, pero su salida la adelantó porque debe renunciar al cargo para participar como candidato presidencial por el Partido Social Cristiano (PSC), lista 6.

El presidente Kronfle asumió la administración de una Asamblea Nacional en transición porque la Función Legislativa fue disuelta en mayo del 2023 tras la aplicación de la muerte cruzada, decretada por el entonces presidente Guillermo Lasso, y hubo elecciones anticipadas para elegir a una nueva Asamblea para completar el periodo hasta mayo 2025.

Cambios administrativos

En la administración del socialcristiano se realizaron todos los cambios posibles respecto a las diez unidades dependientes de la presidencia de la Asamblea que asesoran a los demás niveles. Entre otras están las unidades técnica legislativa, de control y ejecución presupuestaria, coordinación de participación ciudadana, relaciones internacionales y comunicación.

En el nivel directivo-estratégico, compuesto por el administrador general, seis coordinaciones y dos unidades, también incluyó a su personal de confianza. Todos estos cargos son de libre remoción y, con la administración de Viviana Veloz, seguramente serán revisados o al menos sometidos a una evaluación para generar cambios que se ajusten al nuevo enfoque que tendrá la Función Legislativa.

El reglamento orgánico funcional otorga atribuciones a quien preside la Asamblea Nacional para nombrar y remover al administrador general, coordinadores generales, coordinadores y titulares de las unidades administrativas de similar jerarquía que son de libre nombramiento y remoción; también podrá nombrar y remover al personal de la Función Legislativa.

En la gráfica, el Departamento de Talento Humano, donde se concretan las contrataciones de personal administrativo autorizado por la presidencia de la Asamblea. Foto: Carlos Granja Medranda

La nueva presidenta de la Asamblea Nacional además podrá nombrar y contratar a los secretarios y prosecretarios relatores de las quince comisiones especializadas permanentes; solo ahí son 30 cargos que dependen directamente de la decisión de la máxima autoridad del Parlamento, sin contar el personal adicional que se contratada en cada mesa legislativa y las comisiones ocasionales.

El orgánico funcional también permite a la presidenta del Legislativo designar al personal de apoyo y asesoría de la presidencia, de acuerdo con sus necesidades, así como el personal de la secretaría y prosecretaría general de la Asamblea.

A través del coordinador general de Participación Ciudadana también nombra al personal que se emplea en las 24 casas legislativas, que algunas tienen dos y hasta seis espacios; y en este momento coyuntural puede ser objeto de un manejo político para la campaña electoral.

En la mayoría de los casos, todo el personal que ingresa a la Función Legislativa a cargos administrativos y de apoyo en las comisiones especializadas permanentes y en las casas legislativas es filtrado desde la presidencia de la Asamblea a través de la Administración General y Talento Humano.

Transición política

QUITO (24-09-2024).- Viviana Veloz, primera vicepresidenta de la Asamblea Nacional, durante la sesión del pleno de la Asamblea Nacional. Alfredo Cárdenas/ EL UNIVERSO. Foto: Alfredo Cárdenas.

Sin duda, la Asamblea Nacional a partir del mes de octubre de 2024 tendrá un giro en agenda política que implementará la administración de la asambleísta Veloz, de las filas de la Revolución Ciudadana (RC), por efectos de la renuncia de Henry Kronfle, quien intentará llegar al sillón presidencial de Carondelet representando la bandera socialcristiana.

Veloz empezará a organizar todo y tendrá que determinar la agenda legislativa apegada a los ideales del correísmo y apartarse de la agenda de Kronfle, que apuntaba a la gobernabilidad que en los primeros meses la aplicó y permitió la aprobación de cinco proyectos económicos urgentes del Ejecutivo.

Al entrar en una precampaña electoral, la actividad legislativa también disminuirá por efecto del interés de los candidatos de bajar a territorio a competir con sus adversarios políticos en búsqueda de captar votos.

En esa etapa, que se inicia con la inscripción de candidaturas y que se extenderá hasta el día mismo de las elecciones, la Asamblea tendrá algunos temas álgidos que abordar, como los juicios políticos contra los ministros del Gobierno de Daniel Noboa; el primero de ellos y que está en curso es el presentado por el correísmo en contra de la ministra del Interior, Mónica Palencia. Esa será la primera medición de fuerzas que tendrá la nueva presidenta de la Asamblea frente al Ejecutivo.

Otro de los temas que tendrá que abordar son las reformas a la Constitución de la República planteadas por el Gobierno respecto a la presencia de bases militares en el país y además que el Estado no financie a las organizaciones políticas y la promoción de las candidaturas de los aspirantes a un cargo de elección popular. También está en la lista conocer y resolver sobre la situación de la vicepresidenta de la República, Verónica Abad, quien está al acecho para asumir el cargo presidencial una vez que se determine el inicio de la campaña electoral presidencial.

La Asamblea Nacional fluctuará en los próximos ocho meses entre el correísmo y Noboa; de ahí dependerá de la agenda que establezca la nueva administración legislativa que permita sobreponerse al Ejecutivo aplicando la herramienta principal que tiene la fiscalización al Gobierno y llamados continuos a los ministros y secretarios de Estado.

Actualmente, la Asamblea Nacional está compuesta por 48 asambleístas de la Revolución Ciudadana (RC), 32 del movimiento oficialista Acción Democrática Nacional (ADN), 25 del Partido Social Cristiano y aliados, 14 del movimiento Construye, 4 de Pachakutik y 14 independientes. (I)