Blinken se reúne con Netanyahu en Israel en plena intensificación del ataque sobre Gaza

Blinken se reúne con Netanyahu en Israel en plena intensificación del ataque sobre Gaza
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu (derecha), y el secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, este martes en Jerusalén.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu (derecha), y el secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, este martes en Jerusalén.David Azagury (EMBAJADA DE ESTADOS UNIDOS EN JERUSALÉN)

En su 11º viaje a la región desde el inicio la contienda, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha llegado este martes a Israel en un intento de resucitar la desvanecida esperanza ante un posible alto el fuego en Gaza mientras se suceden los ataques israelíes en Líbano y se intensifica la ofensiva en Gaza. Blinken ha llegado a la región menos de una semana después de que Israel eliminara en la Franja al líder de Hamás, Yahia Sinwar.

El jefe de la diplomacia estadounidense le ha pedido al primer ministro, Benjamín Netanyahu, durante un encuentro en Jerusalén, que aproveche la oportunidad que esa muerte supone para impulsar una tregua y favorecer la salida de rehenes, según palabras del portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller. Blinken también se ha referido a la necesidad por parte del Estado judío de dar nuevos pasos para aplacar la crisis humanitaria en el enclave y un plan que prevea el futuro de los palestinos una vez concluida la contienda. Asimismo, ambos abordaron una posible salida diplomática a la guerra en Líbano, país que sigue siendo golpeado a diario por aire y que se mantiene bajo invasión terrestre de las tropas israelíes.

Poco antes de la llegada a Israel de Blinken, Hezbolá ha reivindicado un ataque con misiles sobre unas instalaciones militares de Tel Aviv y una base naval de Haifa —la primera y la tercera ciudad de Israel, respectivamente—, que no ha causado daños ni víctimas mortales, pero que sí ha puesto al país en alerta. Como telón de fondo de la visita del jefe de la diplomacia estadounidense están el centenar de rehenes que permanecen en el enclave palestino desde hace más de un año y la rampante crisis humanitaria en un territorio que, además, acumula más de 42.700 muertos y más de 100.000 heridos.

El optimismo generado, incluso en la Casa Blanca, en torno a la oportunidad que supone para lograr una tregua la muerte a manos de soldados israelíes de Yahia Sinwar, sigue aún en el plano de los deseos. Algo muy distinto es pasar a los hechos, especialmente cuando la orden de Netanyahu es mantener la presión militar sobre la Franja al más alto nivel. En las últimas horas, el ejército israelí ha emitido una nueva orden de evacuación forzosa de vecinos de la localidad de Beit Lahia, en el norte. Se suceden, además, las imágenes de grupos de gazatíes empujados a dirigirse hacia el sur por las tropas de ocupación de una zona, la septentrional, en la que Naciones Unidas sigue denunciado la falta de lo más básico para la supervivencia —agua, comida y atención médica— por el bloqueo que impone el Estado judío.

“El olor a muerte está por todas partes, los cuerpos yacen tirados por las calles o bajo los escombros, y se niegan las misiones para retirar los cadáveres o prestar asistencia humanitaria”, denuncia en un comunicado el jefe de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, Philippe Lazzarini, a través de su cuenta de X (antes Twitter). “En el norte de Gaza, la gente simplemente espera morir”, agrega al tiempo que reclama una tregua “aunque sea de unas pocas horas”. Las autoridades sanitarias del Gobierno de Hamás han informado de al menos 115 muertos en los dos últimos días y afirman, a través de un comunicado, que el hospital Kamal Adwan, uno de los tres principales del norte, se encuentra en situación “más que catastrófica”. Uno de sus accesos, añaden, ha sido atacado con bombas lanzadas desde drones israelíes que no han llegado a explotar mientras se suceden los disparos a las plantas superiores. Cruz Roja, desde Ciudad de Gaza, alerta también de la situación para la población civil y del riesgo que supone para sus equipos trabajar en la zona.

Los más de 12 meses de guerra transcurridos han llevado a desplomarse los índices de desarrollo en la Franja a niveles de 1950 y el producto interior bruto ha caído un 35%, según un estudio de la agencia de la ONU para el Desarrollo (UNDP, según sus siglas en inglés), informa Reuters. Asimismo, la pobreza se acerca al 100% y el desempleo es del 80% y la recuperación económica no llegará en menos de una década.

Blinken se desplazará posteriormente a Jordania, Egipto y Qatar. Mientras, la fuerza aérea del Estado judío ha seguido golpeando diferentes objetivos del partido-milicia chií en territorio libanés. Al menos 18 personas han muerto y decenas han resultado heridas en la mañana del martes en un bombardeo en el entorno del hospital público Rafik Hariri de Beirut. Allí, el enviado especial estadounidense Amos Hochstein llegó el lunes con nuevas exigencias israelíes, según adelantó el medio Axios. Se trata de participar en la aplicación de la resolución 1.701 del Consejo de Seguridad, la que encarga la misión de paz de la ONU y que debería impedir la presencia de elementos o armas de Hezbolá en el sur del país y disponer de libertad de acción en el espacio aéreo libanés.

En todos sus viajes a la región desde que comenzó la guerra el 7 de octubre de 2023, las gestiones de Blinken apenas han servido para sacar de sus posiciones a las partes enfrentadas y alterar el curso del conflicto. Hasta ahora, solo ha vivido una semana de alto el fuego, a finales de noviembre pasado, cuando tuvo lugar un intercambio de secuestrados por prisioneros palestinos. La desaparición de Sinwar, elegido jefe del grupo fundamentalista palestino en agosto, no facilita las gestiones para que haya ahora una tregua que posibilite la liberación de los cautivos, ha dicho Jalil Khaya, máximo responsable político. De hecho, una de las incógnitas es quién va a llevar las riendas de las negociaciones por parte del movimiento, que no ha nombrado todavía al sucesor del jefe muerto en combate el miércoles de la semana pasada al sur de Gaza.

Otro de los asuntos que las administraciones de Israel y EE UU llevan tratando todo este mes de octubre es la respuesta que el Estado judío dará al ataque con misiles de Irán del pasado día 1, que han anunciado “letal” y “sorpresivo” pese a que, al mismo tiempo, podría no tener como objetivo ni el programa nuclear ni infraestructuras energéticas, según trascendió de una conversación de Netanyahu y el presidente Joe Biden del día 8.