España, con Pedro Sánchez, rumbo a formar su primer gobierno de coalición

España, con Pedro Sánchez, rumbo a formar su primer gobierno de coalición

El dirigente socialista español Pedro Sánchez empezó desde ayer a defender su candidatura para ser investido la próxima semana por el Congreso español como presidente de un gobierno de coalición de izquierdas avalado por parte del independentismo catalán.

Después de ocho meses de bloqueo político y una repetición electoral, Sánchez, jefe de Gobierno en funciones y líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), dispone a priori de los votos tras una serie de pactos que encendieron las alarmas de la oposición.

Sánchez en el primer día de debate defendió en un crispado Congreso su candidatura y dijo que busca hacer del diálogo con Cataluña “prioridad absoluta”.

“No se va a romper España, no se va a romper la Constitución, aquí lo que se va a romper es el bloqueo”, dijo el socialista al empezar el debate en previsión de los duros reproches que la oposición le dedicaría después por supuestamente querer “acabar” con el país.

El socialista, ganador de las elecciones de noviembre pero sin mayoría absoluta, cerró un acuerdo con la izquierda radical de Podemos para formar un gobierno de coalición, pero al no ser suficiente fue tras el aval de varias formaciones regionales.

La más ardua fue la del partido separatista catalán Izquierda Republicana de Cataluña (ERC), que el jueves anunció que sus 13 diputados se abstendrán a cambio de negociar.

Pero pese a los pactos políticos, es poco probable que Sánchez obtenga los 176 escaños necesarios para ser investido en primera votación, por lo que deberá esperar una segunda ronda el martes, cuando bastará obtener más síes que noes.

Los colaboradores de Sánchez prevén que el debate de investidura sea arduo en lo dialéctico y cruzan los dedos para que ERC mantenga su abstención. Un error mínimo en la segunda votación conduciría la investidura al fracaso.

En el debate, Sánchez debe desgranar el programa acordado con Podemos para el primer gobierno central de coalición desde el fin de la dictadura de Francisco Franco en 1975.

Entre las medidas pactadas figuran la subida de salarios e impuestos, la regulación de los alquileres ante el fuerte encarecimiento en Madrid o Barcelona y la derogación parcial de una reforma aprobada por los conservadores en 2012 para liberalizar el mercado laboral.

El programa fue recibido con “honda preocupación” por la Confederación Española de Organizaciones Empresariales, que denunció a las medidas de estar “más cerca del populismo que de ortodoxia económica”.

Otra de las medidas es “una mesa de diálogo” entre el Gobierno y las autoridades regionales de Cataluña, cuyos acuerdos se someterán a consulta de la ciudadanía catalana.

Los conservadores del Partido Popular (PP), segunda mayoría en el Legislativo, denunciaron que el pacto supone “un paso atrás” para terminar con las medidas implementadas durante la crisis por su antiguo líder Mariano Rajoy, desbancado en junio de 2018 por Sánchez por una moción de censura.

Proceso por independencia catalana

Pero las críticas más duras respondieron al pacto con ERC, cuyo líder Oriol Junqueras está cumpliendo trece años de prisión por sedición y malversación por su papel en el intento fallido de secesión de Cataluña de octubre de 2017.

La sentencia de cárcel contra Junqueras y ocho dirigentes a mediados de octubre generó fuertes protestas y disturbios.

El líder del PP, Pablo Casado, aseguró que el acuerdo “liquida la soberanía“ y la extrema derecha Vox, nueva tercera fuerza política, lo tildó de traición.

Desde el partido Juntos por Cataluña (JxC) también se oponen al pacto del que en teoría deben participar al liderar el gobierno regional catalán en coalición con ERC.

La situación se complicó el viernes, cuando la autoridad electoral española ordenó la inhabilitación como diputado regional del presidente catalán Quim Torra (JxC), lo que podría despojarle del cargo

De conseguir la investidura, algunos analistas cuestionan la estabilidad del primer gobierno de coalición de izquierdas por no tener mayoría en un escenario de fragmentación y polarización. (I)