La agenda que habría entregado Carolina Jaume a Mayra Salazar puede ser pieza clave en el caso Metástasis, como en el caso Sobornos lo fueron los apuntes de una exasesora de Rafael Correa

La agenda que habría entregado Carolina Jaume a Mayra Salazar puede ser pieza clave en el caso Metástasis, como en el caso Sobornos lo fueron los apuntes de una exasesora de Rafael Correa

El testimonio de Mayra Salazar de la tarde del 28 de marzo de 2024 dejó entrever nuevas aristas de la red de corrupción que operaba dentro del sistema judicial de la provincia de Guayas.

Un nuevo nombre mencionado por la exrelacionista pública de Fabiola Gallardo, expresidenta encargada de la Corte Provincial de Guayas, que causó sorpresa a la sala, fue el de Carolina Jaume, una de las figuras más conocidas de la farándula nacional.

Mayra Salazar inicialmente afirmó que había ayudado a “una amiga” que estuvo detenida durante un solo día a que no fuera movida a un pabellón, sino que la mantuvieran en el área administrativa mientras “se solucionaba” su situación.

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Una vez liberada, esa persona le habría entregado una agenda de contactos, supuestamente llena de los “operadores” de Xavier J., uno de los implicados por la Fiscalía General del Estado en el caso Metástasis.

Luego, la fiscal Diana Salazar le preguntó si recordaba la identidad de esa “amiga”, ante lo cual Salazar respondió: la señora Carolina Jaume. Esta le habría entregado la libreta para que Salazar la publicara en caso de que a ella le sucediera algo.

El método de escribir a mano para guardar información no es nuevo en casos de corrupción y de crimen organizado. Las comunicaciones digitales pueden ser fácilmente interceptadas por las autoridades. El papel, en cambio, no es rastreable, y es una opción frecuente para llevar rastro de contactos, horarios y montos de dinero.

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Es por ese deseo de no dejar huellas que Mayra Salazar, Fabiola Gallardo y Daniel Salcedo utilizaban la aplicación de mensajería Zangi para hablar de sus ‘negocios’, según declaró Salazar. Esta aplicación, a diferencia de los populares servicios de mensajería y redes sociales, no almacena la información de los usuarios.

Mayra Salazar también dijo que conversaba con Leandro Norero mediante la aplicación Threema, un servicio de mensajería pagado. No es necesario vincular un número telefónico a una cuenta en esta plataforma, a diferencia de WhatsApp.

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Mayra Salazar no entró en detalles sobre los apuntes de la agenda que afirma la entregó Carolina Jaume, solo que contenía información de los operadores de Xavier J. y que la actriz le pidió que la haga pública si le sucedía algo.

“El 19 de diciembre del 2022, una amiga fue privada de su libertad, a la cual serví y ayudé para que no sea ingresada en ningún pabellón y la mantengan en el área administrativa mientras resuelva su situación jurídica. Esa persona estuvo privada de su libertad un día. Al salir, obviamente me agradece el favor que le había hecho y me comenta sus problemas personales, inclusive me dijo que temía por su vida y que, si en algún momento a ella le llegara a pasar algo, haga pública una agenda que me fue entregada en ese momento”, relató Mayra.

Cuadernos, agendas y apuntes fueron evidencia clave en otros casos de corrupción

Un ejemplo de la importancia de documentos escritos a mano en casos de corrupción es el de los cuadernos de Pamela Martínez. La exjueza constitucional y exasesora del expresidente Rafael Correa tenía tres cuadernos escondidos detrás de su chimenea en su departamento en Quito.

Una parte de uno de ellos fue usado como prueba en contra del mismo Correa y de otros 17 condenados en el caso Sobornos, entre ellos figuras destacadas del correísmo, como Vinicio Alvarado, Alexis Mera, María de los Ángeles Duarte y Jorge Glas, quien ya cumplía una condena de prisión por el caso Odebrecht.

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En sus anotaciones, Martínez detallaba montos que contratistas del Estado daban como contribuciones a las campañas para las elecciones seccionales de 2014, como la de Viviana Bonilla a la Alcaldía de Guayaquil. Ahí describió sobornos con montos de dinero exactos.

Aunque Martínez declaró de forma anticipada que escribió los cuadernos en 2018, cuatro años después de los eventos que describe en sus escritos, también explicó que lo hizo luego que Correa le pidiera que destruyera los registros de movimiento de dinero ilícito para las elecciones de 2014. La asistente de Martínez, Laura Terán, habría llevado ese registro en un documento de Excel.

Caso argentino

A nivel internacional están los cuadernos de Óscar Centeno, quien solía trabajar como chofer del político argentino Roberto Baratta, hombre de confianza del exministro de Planificación de Argentina Julio de Vido, durante el gobierno de Néstor Kirchner, de 2003 a 2007.

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Centeno escribió ocho cuadernos sobre su labor como chofer. En los dos últimos describió los recorridos que realizaba junto con Baratta para transportar dinero de sobornos dirigidos al Ministerio de Planificación, supuestamente con la intención de que empresarios se aseguren contratos públicos. Centeno empezó sus funciones en 2005 y detalló una década de viajes en su auto.

El exconductor le confió los cuadernos a un amigo suyo, Jorge Bacigalupo, quien los entregó a un periodista del diario La Nación. Ese periódico extrajo datos de los cuadernos y procedió a entregarlos a la justicia argentina antes de publicar sus hallazgos.

En 2018, esto desencadenó una serie de arrestos de funcionarios del kirchnerismo y de empresarios acusados de entregar dinero ilegal al Gobierno. Cristina Kirchner, expresidenta de esa nación y exesposa del fallecido Néstor Kirchner, también fue acusada como parte de la investigación.

Sin embargo, en 2023, un peritaje caligráfico confirmó que Bacigalupo adulteró lo escrito en los cuadernos, que tenían tachones, borrones, modificaciones con corrector líquido y evidencia de caligrafía distinta a la de Centeno. Un juez determinó que el propio Bacigalupo había escrito partes de la evidencia. También encontraron que una porción fue escrita de corrido y no correspondía a entradas realizadas en fechas distintas. (I)