A los restaurantes les va mejor que a los hoteles en las playas de Santa Elena
En el balneario de Salinas, la ocupación hotelera de los últimos fines de semana alcanza solo un 20% de su capacidad.
En la comuna de Montañita el promedio ha sido del 70%, pero los sábados los hoteles están totalmente llenos.
La Cámara de Turismo de la provincia de Santa Elena y el Municipio de Salinas informaron que la facturación en el sector de alimentos y bebidas, en los fines de semana, representa entre un 50% y 70% de las cifras habituales que se tenían antes de la pandemia.
“Hay un gran margen de crecimiento en el tema gastronómico, pero la ocupación hotelera en Salinas aún es muy baja”, indicó Otto Lamán, director de Turismo del Municipio de Salinas. En la ciudad, más de 2 000 personas relacionadas con el sector turístico han sido inmunizadas en las últimas dos semanas, informó Lamán.
La reactivación avanza a velocidades distintas entre los dos principales balnearios de la provincia. El buen desempeño del sector de bebidas y de alimentación se atribuye a la presencia mayoritaria de visitantes de un solo día en las playas, procedentes de ciudades, como Guayaquil.
Luis Tenempaguay, empresario del sector gastronómico de la comuna de San Pablo y parte de la Cámara de Turismo, indicó que los fines de semana la provincia recibe cada vez más turistas. Uno de los principales ganchos para esta temporada es el avistamiento de las ballenas jorobadas.
“La mayoría es turismo de Guayaquil, pero también estamos viendo la presencia de visitantes de Azuay y Loja, ese es el resultado de nuestra presencia en ferias en esas provincias. Esperamos, por la temporada de vacaciones en la Sierra, recibir visitas de otras provincias”, comentó.
En las ferias se ofrece un abanico de actividades que incluyen, además, turismo de aventura -como la práctica de parapente en San Pedro- o excursiones por senderos y cascadas, con tal de prolongar la estadía, según Tenempaguay. “Hay hoteles que están ofreciendo la cuarta noche gratis”.
La península cuenta con una población de más de 400 000 habitantes en sus tres cantones. Se trata de una de las provincias con un mayor índice de vacunación de primeras dosis: 56,27% de las personas de entre 16 y 49 años, y el 77% de adultos mayores de 50 años en adelante. En el cantón Santa Elena se vacunaron 5 000 trabajadores del sector turístico.
En los dos últimos fines de semana -de viernes a domingo-, la playa de Salinas ha recibido 2 140 turistas en promedio y la de Montañita, 1 865 bañistas, según un conteo aproximado del Sistema Integrado de Seguridad ECU-911.
El Comité de Operaciones de Emergencia nacional (COE) ha pedido a los municipios vigilar los aforos en los balnearios, por la presencia de la variante Delta del covid-19 en Quito, Cuenca, Loja, Guayaquil y la provincia de El Oro.
El número de personas registradas en las playas durante el último estado de excepción, concluido el 21 de mayo, fue de solo 2 516 personas. El promedio semanal de los últimos dos meses es de 21 138 personas en todas las playas del país.
El horario de apertura de las playas, en toda Santa Elena, se amplió (ver breves). Pero los aforos en restaurantes, bares y discotecas se redujeron al 50%.
Carlos Abad, presidente de la Cámara de Turismo Provincial de Santa Elena, indicó que se busca con las autoridades provinciales y municipales unificar el horario de apertura de bares y discotecas en toda la provincia, para facilitar el control de las autoridades.
Los desórdenes de los últimos feriados se registraron en Montañita en la vía pública, luego del cierre de los centros nocturnos, por lo que se ha solicitado reforzar los operativos y el control de la informalidad, según el dirigente.
“El miércoles tuvimos una reunión ampliada con el nuevo gobernador, con los municipios y la Policía. Nos dejó algo más tranquilos, porque la idea es unir fuerzas por una mayor reactivación de la economía, en una provincia que depende en gran medida del turismo”, informó Abad.
Ante el avance de la vacunación, el sector turístico esperaba una mayor flexibilización de las medidas restrictivas, aunque la irrupción de la variante Delta puede echar al traste con esas aspiraciones.
“Esperamos que no existan confinamientos ni restricciones más severas, que vuelvan a cortar el proceso de reactivación, somos el sector más golpeado”, indicó.
Aunque -dijo- eso dependerá del comportamiento de la nueva variante, pues reconoció que “al ser más volátil y contagiosa puede saturar más rápidamente a los hospitales”.
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