Cartas al director / 2 de enero del 2022
“Perdono, pero no olvido”
Bien cierto que solemos emplear esta frase, pero no somos conscientes de su significado. Desgraciadamente, tenemos que dejar de lado un sentimentalismo trasnochado y asumir con hombría de bien un juicio de valor: El perdón le corresponde a la Divinidad, los hombres necios inventaron leyes, y, no debe haber perdón y olvido para los que se aprovechan de los bienes públicos. “Lo que se ha de pelar, que se vaya remojando”. No siempre se inicia un escrito con entusiasmo, aunque se quisiera, en buenas palabras, es imposible.
El país y su pueblo estará siempre acechado por grupos minoritarios, alevosos en su propio terruño. “Cuando Hitler al poder, dando inicio a un gobierno que sedujo, manipuló y adoctrinó a su pueblo hasta la debacle. Y posteriormente la realización de los juicios de Núremberg, tuvo la obligación de llevar al banquillo de los acusados a los líderes y responsables”. Sin embargo, sabemos que otros también responsables quedaron en la impunidad. ¿Dónde hemos oído, visto y palpado estas coincidencias? Sucedió, y está sucediendo actualmente en ‘el país de Manuelito’.
Dos jubilados conversaban desanimados: ‘lastimosamente, las personas que viven y hacen usufructo del país nunca van a cambiar, más aún si continúan los mismos ambiciosos y corruptos politiqueros del correísmo y otros en puestos clave’. Estos, “si no la hacen a la entrada la hacen a la salida”. Como muchos jubilados que han caído en la desventura de haber envejecido, que lo dejaron todo al servicio de los demás; ahora es olvidado, como si no existiera. ¿Qué se ha hecho por ellos? Una pensión de miseria, una salud de cementerio y enclaustrados en el mal llamado Instituto de Seguridad Social.
Entonces: estos ejemplos y miles más, dolorosamente, los que hemos creído en el cambio vemos absortos, del borra y va de nuevo. ¿Dónde está la rigurosidad al cumplimiento de la Constitución, las leyes y a la ética, que sí la ejercen diligentemente a los roba gallinas? Se supone: ¿que un Congreso asalariado está en la obligación de crear, mejorar y reformar leyes que el país necesita, y definir cómo implementarlas para el bien común? Y para la sorpresa; si el actual Gobierno no corrige a tiempo estructuras oprobiosas y serviles, y someter al país a una metamorfosis obligada; estaríamos cavando la tumba de la democracia, para convertirnos en un país sin presente, y sin futuro. “Los que han vivido envenenados suelen morir envenenados”.
¡Así sea! Vicente Mena de la Bastida
“No está bien no estar bien”
No sé cuántas veces he oído la frase “está bien no estar bien”, en los últimos meses. Y lo entiendo. Y es verdad. Tenemos que aceptar que a veces no podemos más, que necesitamos un respiro y que las cosas nos superan. Pero no estar bien no está bien cuando la sociedad sigue esperando que demos el 100% de nosotros aún sabiendo cómo estamos. Cuando seguimos teniendo que llegar a las fechas de entrega, a las reuniones, a los planes con amigos.
Ahora que hemos aceptado que podemos estar mal, tenemos que dar el paso y entender lo que significa que alguien no esté bien, y adaptarnos todos y ayudar al máximo para que esa persona pueda volver a estarlo.
Alba Domingo
“Perdono, pero no olvido”
Bien cierto que solemos emplear esta frase, pero no somos conscientes de su significado. Desgraciadamente, tenemos que dejar de lado un sentimentalismo trasnochado y asumir con hombría de bien un juicio de valor: El perdón le corresponde a la Divinidad, los hombres necios inventaron leyes, y, no debe haber perdón y olvido para los que se aprovechan de los bienes públicos. “Lo que se ha de pelar, que se vaya remojando”. No siempre se inicia un escrito con entusiasmo, aunque se quisiera, en buenas palabras, es imposible.
El país y su pueblo estará siempre acechado por grupos minoritarios, alevosos en su propio terruño. “Cuando Hitler al poder, dando inicio a un gobierno que sedujo, manipuló y adoctrinó a su pueblo hasta la debacle. Y posteriormente la realización de los juicios de Núremberg, tuvo la obligación de llevar al banquillo de los acusados a los líderes y responsables”. Sin embargo, sabemos que otros también responsables quedaron en la impunidad. ¿Dónde hemos oído, visto y palpado estas coincidencias? Sucedió, y está sucediendo actualmente en ‘el país de Manuelito’.
Dos jubilados conversaban desanimados: ‘lastimosamente, las personas que viven y hacen usufructo del país nunca van a cambiar, más aún si continúan los mismos ambiciosos y corruptos politiqueros del correísmo y otros en puestos clave’. Estos, “si no la hacen a la entrada la hacen a la salida”. Como muchos jubilados que han caído en la desventura de haber envejecido, que lo dejaron todo al servicio de los demás; ahora es olvidado, como si no existiera. ¿Qué se ha hecho por ellos? Una pensión de miseria, una salud de cementerio y enclaustrados en el mal llamado Instituto de Seguridad Social.
Entonces: estos ejemplos y miles más, dolorosamente, los que hemos creído en el cambio vemos absortos, del borra y va de nuevo. ¿Dónde está la rigurosidad al cumplimiento de la Constitución, las leyes y a la ética, que sí la ejercen diligentemente a los roba gallinas? Se supone: ¿que un Congreso asalariado está en la obligación de crear, mejorar y reformar leyes que el país necesita, y definir cómo implementarlas para el bien común? Y para la sorpresa; si el actual Gobierno no corrige a tiempo estructuras oprobiosas y serviles, y someter al país a una metamorfosis obligada; estaríamos cavando la tumba de la democracia, para convertirnos en un país sin presente, y sin futuro. “Los que han vivido envenenados suelen morir envenenados”. ¡Así sea!
Vicente Mena de la Bastida
“No está bien no estar bien”
No sé cuántas veces he oído la frase “está bien no estar bien”, en los últimos meses. Y lo entiendo. Y es verdad. Tenemos que aceptar que a veces no podemos más, que necesitamos un respiro y que las cosas nos superan. Pero no estar bien no está bien cuando la sociedad sigue esperando que demos el 100% de nosotros aún sabiendo cómo estamos. Cuando seguimos teniendo que llegar a las fechas de entrega, a las reuniones, a los planes con amigos.
Ahora que hemos aceptado que podemos estar mal, tenemos que dar el paso y entender lo que significa que alguien no esté bien, y adaptarnos todos y ayudar al máximo para que esa persona pueda volver a estarlo.
Alba Domingo
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