‘Durante 20 años ha sido un problema el agua potable’: así es en San Felipe de Calderón, el barrio de Quito que cambia sus rutinas ante la falta del servicio
Los habitantes del barrio San Felipe de Calderón, ubicado en el norte de Quito, enfrentan una situación crítica por la falta de agua potable. Durante las últimas dos décadas, este sector ha padecido cortes intermitentes del servicio, pero en la última semana la escasez ha sido total, según denunciaron los vecinos.
Jorge Uribe, Francisco Abad y Lorena Estacio, residentes del lugar, expresaron su frustración y pidieron a las autoridades que atiendan su problemática, que ya ha afectado gravemente su vida cotidiana.
Jorge Uribe, un residente que ha vivido en San Felipe durante los últimos diez años, relató la difícil situación que atraviesa el barrio. “Ahorita llevamos aproximadamente ocho días sin agua. Nos ha tocado ir donde familiares que viven lejos para lavar la ropa y traer agua para cocinar”, comentó Uribe.
El ciudadano dijo que los tanqueros municipales, que deberían abastecer temporalmente, no siempre llegan. “A veces vienen, pero en horarios en los que no estamos, y eso complica más la situación”, añadió.
Uribe mencionó que el problema del agua no es nuevo. Según su testimonio, en los diez años que lleva viviendo en el barrio, el agua ha estado disponible solo durante la madrugada, entre las 00:00 y las 10:00, aunque en las últimas semanas no ha habido suministro en absoluto.
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En su camión dedicado a mudanzas, con un tanque de agua y una canasta transportaba agua potable y ropa lavada hacia su hogar. Esta ha sido la dinámica que mantiene desde hace años, pidiendo la ayuda de sus amigos o familiares.
Además resaltó que el aire que entra por las tuberías cuando el servicio se corta genera altos costos en las facturas de agua. “Las planillas no bajan de $ 30 o $ 40, y es solo aire lo que marca. Una vez llamé a un funcionario de la empresa de agua potable y su solución fue que cierre la llave cuando se vaya el agua y la abra cuando regrese, pero eso no es posible para quienes tenemos que trabajar”, criticó Uribe.
Francisco Abad, otro vecino del barrio que lleva 20 años viviendo en San Felipe de Calderón, expresó que el corte de agua, aunque constante, nunca había sido tan prolongado.
“Siempre nos quitaban el agua por dos o tres horas, pero esta vez ya llevamos ocho días sin una gota de agua”, afirmó Abad, quien también mencionó que, a pesar de haber hablado con las autoridades, aún no reciben una solución definitiva.
“Nos han dicho que están buscando la falla, porque solo este barrio no tiene agua. Durante 20 años ha sido un problema el agua potable”, agregó.
Abad explicó que los residentes han tenido que recurrir a la compra de agua a través de tanqueros privados. “Nos unimos entre los vecinos y pagamos unos $ 80 por un tanquero, lo que nos alcanza para dividir entre todos”, señaló
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Sin embargo, la compra de agua es solo una solución temporal, y Abad destacó que muchos vecinos no pueden optar por esta alternativa debido a la falta de recursos. “El tanquero del Municipio viene solo cuando se le solicita, y a veces ni siquiera avisan la hora en que va a llegar”, enfatizó.
Lorena Estacio, quien lleva tres años residiendo en San Felipe, narró cómo la falta de agua afecta la vida diaria de su familia.
“Ni siquiera podemos lavarnos las manos”, manifestó Estacio, quien recordó que en ocasiones anteriores también han sufrido cortes prolongados. “Hace dos años pasó lo mismo, llamamos a los canales de televisión y nos ayudaron un poco, pero luego volvimos a lo mismo”, relató.
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La rutina de la familia de Estacio se ha visto completamente alterada. “A veces tenemos que levantarnos a la una o dos de la mañana para ver si llega un poco de agua y aprovechar para lavar la ropa o recoger lo que podamos”, comentó.
Estacio mencionó que el tanquero del Municipio no siempre está disponible, lo que obliga a los vecinos a organizarse y contratar servicios privados. “Nos reunimos entre los vecinos para pagar un tanquero que nos alcanza para dos o tres días, pero no es suficiente”, indicó.
Con dos hijos, uno de 10 años y otro de apenas 1 año, Estacio destacó que la situación se vuelve más complicada por la necesidad de agua para el aseo diario y para lavar los uniformes escolares. Ellos quieren una solución definitiva.
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Los vecinos de San Felipe de Calderón no entienden por qué solo su barrio sufre de estos cortes prolongados. “Los barrios aledaños, como Colinas del Valle, sí tienen agua. No entendemos cuál es el problema aquí”, lamentó Estacio.
La falta de una explicación clara por parte de las autoridades solo aumenta la frustración de los residentes.
Ante esta situación, los habitantes de San Felipe pidieron a las autoridades municipales y a la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps) que resuelvan el problema de suministro de agua que los ha afectado durante años.
Este Diario consultó con la Epmaps sobre los cortes de agua en este sector. Ante esto, informaron que confluyen algunos problemas, entre ellos: la época de sequía que ha impedido a los tanques de distribución tener el nivel de agua necesario.
Otra causa es que existen construcciones que están sobre el nivel del tanque de distribución en Calderón, ante esto, no estaba planificada la dotación para estos domicilios.
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La Epmaps trabaja en un proyecto que llevará el agua desde Paluguillo, en Pifo, hasta Calderón. También se construye una estación de recepción de este sistema. Además, trabajan en una línea de transmisión emergente, la cual podría estar lista en los siguientes meses, con esto los cortes de agua de seis horas podrían bajar a cuatro diarias, según se informó.
“Es inhumano vivir así, sin agua durante tanto tiempo”, expresó Jorge Uribe, quien junto con los demás vecinos espera una respuesta pronta que alivie su situación.
Mientras tanto, los habitantes del barrio continúan organizándose entre ellos para enfrentar la escasez de agua, esperando que las autoridades escuchen finalmente su pedido y puedan regresar a una vida cotidiana más digna. (I)
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