Ecuador ha perdido USD 424 millones en el sector agrícola por las sequías
La falta de agua alteró los planes de los agricultores en el recinto Las Cañas, en Lomas de Sargentillo, Guayas. La tierra destinada para el cultivo de arroz y maíz luce seca y resquebrajada, por lo que la siembra no ha avanzado.
Usualmente al inicio de cada diciembre los terrenos que rodean al pueblo, de unos 8 000 habitantes, lucen verdes por el imponente color de las plantas de la gramínea. El 80% de la economía de ese poblado rural depende de la comercialización de esos productos.
La falta de lluvia, en víspera de la temporada invernal, y la sequedad de ríos, canales o pozos es una constante preocupación que comparten productores de ese recinto, del cantón, y de zonas de Daule, Pedro Carbo y Santa Lucía, en Guayas; o Montalvo, Ventanas, Vinces en Los Ríos.
Aníbal Franco, agricultor y miembro de la dirigencia del recinto Las Cañas, aseguró que en la jurisdicción hay unas 220 hectáreas que han sido removidas o están listas para el sembrado. Sin embargo, los trabajos no continuaron por la escasez del líquido vital.
Uno de los vecinos es Michael Jiménez, de 45 años. En su hacienda familiar disponen de 16 hectáreas para el sembrío de arroz y maíz. No ha podido concretar el cultivo porque el estero cerca del predio está seco. “El año pasado para este período ya había algo de agua y nos daba oportunidad para trabajar, ahora dependemos de la lluvia que tampoco se ha iniciado”, lamentó.
El Gobierno está consciente de que esta es una problemática constante cada año. Recientemente lanzó el Plan Nacional de Sequía que ha fijado como fecha de implementación hasta el 2025. En el documento se hace una radiografía del impacto de ese fenómeno en el sector agrícola y establece lineamientos para una mayor capacidad de respuesta.
De acuerdo con el Ministerio de Ambiente, la sequía se presenta como resultado de la falta de proyectos de ingeniería que aumenten la capacidad de regulación de la distribución del recurso hídrico y de una mayor capacidad de almacenamiento para afrontar épocas de niveles bajos de precipitación.
El informe explica que entre el año 2000 y 2017 se perdieron 413 575 hectáreas agrícolas. Siendo el maíz seco, arroz y cacao los más afectados. En materia económica, ello representó pérdidas para el país por USD 424 568 387.
A nivel provincial, la región Costa es la más representativa en cuanto a los valores de superficie perdida, siendo las provincias de Los Ríos, Manabí y Guayas las que, en términos relativos, abarcan el 66,05% del total nacional.
Según el documento, los agricultores dedicados a la producción de arroz y maíz duro seco son los más perjudicados por la sequía, debido a la precariedad de sus sistemas de producción y a la falta de acceso al sistema crediticio.
En el caso del maíz, el viceministro de Desarrollo Rural, Hernán Mendoza, anunció que se prevé la importación de 100 000 toneladas del grano para abastecer al mercado local, pues la producción local no es suficiente.
¿Qué opciones hay para enfrentar este problema estructural?
Según Ambiente, el Plan brinda las directrices necesarias para una gestión adecuada de la sequía tanto actual como futura.
Hay cuatro metas: incrementar la capacidad predictiva del sistema de monitoreo hidrológico y meteorológico. Mejorar la coordinación e involucramiento de las instituciones gubernamentales, sector privado y academia. Incluir en los Planes de Ordenamiento Territorial, herramientas de prevención y recuperación. Reducir las pérdidas por sequía en el sector agropecuario.
Ambiente agregó que, además, está próximo a elaborar el Plan de Acción para la Neutralidad de la Degradación de la Tierra. Este 5 de diciembre se conmemora el Día Mundial del Suelo.
“El Plan Nacional de Sequía y nuestro próximo Plan de Acción tienen y tendrán un enfoque hacia este importante sector agrícola”, informó Ambiente a este Diario.
Pero Rafael Guerrero, presidente de la Cámara de la Segunda Zona de Agricultura, cree que el plan no es suficiente. El principal problema, explicó, es que no hay infraestructura en las zonas secas de la región Costa.
Dijo que tienen un reporte que indica que se debe incorporar 200 000 hectáreas a través de un sistema para construir canales de riego. Ello demandaría USD 300 millones.
“Hay que distribuir el agua del río Daule a las zonas secas a través de canales, solo así se disminuirá el impacto de las sequías. Cada año, previo al inicio de los inviernos, un 50% de agricultores no empieza a sembrar arroz, maíz o cacao porque no hay acceso al agua”.
Juan Calles, coordinador del Portafolio de proyectos GEF de la FAO Ecuador, consideró que el país debe estar atento a lo que ocurre a escala mundial respecto al cambio climático. Recordó que con Ambiente monitorean el clima cada 10 días para disponer de alertas oportunas a la problemática.
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