Mbappé se apaga en Bilbao: “Asumo toda la responsabilidad. Es un momento difícil”

Mbappé se apaga en Bilbao: “Asumo toda la responsabilidad. Es un momento difícil”

Salió Beppe Bergomi, hecho un pincel, como si el tiempo no pasara por él, a recibir el premio One Club Man que concede el Athletic a quien ha desarrollado toda su carrera en un mismo equipo. Al despedirse se dio un abrazo con su eterno rival, Carlo Ancelotti, con el que dirimió tantas batallas entre Inter y Milan, y con el que compartió la azzurra.

Después vino el fútbol, que Beppe vio en el palco, y Carlo en la silla eléctrica del banquillo, en la que pocas veces se sienta, con la paciencia intacta con Mbappé, esa figura que no arranca, y que en la primera parte apenas intervino, salvo en una acción que acabó en gol, anulado por fuera de juego. Valverde decidió refrescar los laterales, y colocó al experimentado Gorosabel sobre el francés, con la cobertura de Vivian, siempre concentrado. Ya advirtió Valverde que contra el Madrid, cualquier despiste es letal.

No lo hubo en la primera parte. Ninguno. Mbappé vagó sobre el césped sin conectar con sus compañeros, que tal vez le buscaban, pero no acababan de encontrarle. Sucedió lo mismo en la segunda parte, en la que el Athletic siguió teniendo el control.

Con el paso adelante que, a la fuerza, tuvo que dar el Real tras el gol de Berenguer, ganó peso el ataque madridista, pero todos los esfuerzos defensivos del Athletic estaban puestos en Mbappé. El jugador francés siguió inadvertido, hasta que el árbitro pitó penalti por el puñetazo de Agirrezabala a Rüdiger, el futbolista que dice que San Mamés es su campo preferido. Tomó la pelota en sus manos, la colocó con determinación en el punto fatídico y su disparo se fue al mismo sitio que el que lanzó en Liverpool.

Tocó más la pelota Mbappé desde ese lance, porque el Madrid se fue feroz a por el empate, que logró Bellingham, pero el error de Fede Valverde, el tanto de Guruzeta y la carga de energía que recibió el Athletic en esa jugada, desactivaron del todo al jugador franquicia del Madrid, que lo intentó por su banda y por el centro, pero se encontró en los últimos minutos a un De Marcos fresco, que había tomado el puesto de Gorosabel. Pero Ancelotti sigue viendo la botella medio llena. ¿Está Mbappé al 1% de lo que se esperaba?, le preguntaron. “Mucho más que un uno por ciento. No está a todo su nivel, pero sigue trabajando para estarlo”, apuntó, y le quitó hierro al penalti fallado, tanto como al error de Fede Valverde en el segundo gol. “Fede, como Kylian, ha tenido un error. Son cosas que pasan”. Reconoció, eso sí, que aún no alcanza su equipo la velocidad de crucero. “No hemos estado tan sólidos como el año pasado, tenemos que seguir trabajando. Según entren los jugadores lesionados iremos recuperando nuestro nivel”.

En su primera visita a San Mamés, que celebraba en sus redes sociales en vísperas del partido, Kylian Mbappé volvió a salir de la peor manera que puede salir un futbolista de talla mundial: desapercibido. Precisamente en Instagram, el francés reconoció tras el encuentro: “Un mal resultado. Un gran error en un partido en el que cada detalle cuenta. Asumo toda la responsabilidad. Es un momento difícil pero es el mejor momento para cambiar esta situación y demostrar quién soy”.