Prudencia con el Metro
Ya sabemos que el Metro no podrá trabajar a partir de este mes de octubre, pero se mencionaba que a lo mejor pueda hacerlo a fin de este año.
Esta segunda posibilidad tampoco procede.
En este Diario (20 de septiembre), se publicó una investigación con este título: “Metro. Solo la obra física avanza” … “Se vuelve incierta la fecha de inicio de este servicio”.
Retornemos a la realidad: aún no se ha establecido ni el precio del pasaje (una de las recomendaciones de los Bancos Mundial, Interamericano de Desarrollo, Corporación Andina de Fomento). Están pendientes otras recomendaciones como las siguientes: la número 3 que se refiere a la dotación del personal que debe trabajar: “Es importante diseñar y ejecutar procesos eficientes de capacitación de personal operativo”.
Bajo el número 4: “Contratos de servicios especializados para la operación y el mantenimiento”. Finalmente, con el número 5, la recomendación: “Mecanismos de adquisiciones y contrataciones”.
Hay que tener mucho cuidado con la prisa de “inauguración” como acto político. Recordemos lo que aconteció con el Metro de México: “El peligro de la negligencia”, artículo del Periodista Angelo Verzoni dando cuenta del accidente de dicho Metro, en cuya línea número 3 sufrió un incendio apenas dos semanas después de su reapertura. ¿La causa? Un corto circuito debido a la lluvia. Un vagón del tren se incendiaba pero el conductor solo se enteró por el aviso angustioso de los pasajeros. Otro caso: la falta de precaución al construirlo sobre terreno inestable ocasionó un desplome de la línea número 2, con el trágico resultado de al menos 25 muertes y casi 100 heridos, por el desplome de un tramo de la vía elevada.
Quienes deban operar nuestro Metro de Quito deberán observar disciplina estricta. Igual que en el trabajo de la extracción de petróleo, erradicar totalmente el consumo de licor no solamente durante la jornada sino también en el descanso laboral, acatar las disposiciones de los técnicos a cargo de la operación y olvidarse de prácticas politiqueras de resistencia, abandono o paros, sea de la rama de ese trabajo o en “adhesión” a entidades que constantemente están dedicadas a la bullanga.
Hasta el momento los Bancos han aceptado que la operación sea dirigida por técnicos extranjeros especializados. Debido a nuestras convicciones de “soberanía”, acaso puede suceder que no respeten las disposiciones del especialista o de alguna entidad a cargo de la dirección.
La “Democracia” y “los derechos humanos” se invocan, pero no se practican ni se respetan.
Paciencia: nuestro Metro cuesta más de 2.000 millones de dólares. Inaugurémosle cuando esté listo, aunque haya que esperar otro tiempo adicional para utilizarlo pagando pasaje y no “gratis” como preconiza una Autoridad ahora en graves aprietos.
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