La UE inicia contactos con el Gobierno interino sirio y advierte: “El extremismo, Rusia e Irán no deben tener cabida en el futuro del país”
La Unión Europea ha iniciado, de forma muy preliminar, contactos con el Gobierno interino en Siria tras el derrocamiento de Bachar el Asad. Comandado por la alta representante para Política Exterior y Seguridad, Kaja Kallas, un alto diplomático europeo ha acudido a Damasco este lunes y se ha reunido con algunos miembros del nuevo Ejecutivo liderado por Hayat Tahrir al Sham (HTS), designado como organización terrorista por la ONU y Estados Unidos. Su cometido, ha explicado este lunes Kallas, es sondear y encontrar el nivel adecuado para mantener contactos entre la UE y las nuevas autoridades, hacia las que se mantiene precaución: se trata de un grupo que viene moderando notablemente sus postulados, aunque proviene de la rama siria de Al Qaeda, una organización con la que rompió en 2013. Así, la jefa de la diplomacia europea, en nombre de la UE, ha advertido: “El extremismo, Rusia e Irán no deben tener cabida en el futuro del país”.
Los ministros de Exteriores de los 27 Estados miembros han debatido este lunes en Bruselas cómo iniciar esos contactos con el Gobierno sirio de transición, a medida que van a aumentando las voces que creen que en un futuro no demasiado lejano los refugiados sirios asentados en Europa deberían regresar a su país, si las condiciones lo permiten. Uno de los primeros pasos es que la situación en Siria sea segura, y para ello, la UE está dispuesta a apoyar la transición y la reconstrucción. También es importante que haya diálogo con las nuevas autoridades.
Hay ya una carrera entre los países occidentales por trazar contactos con el Gobierno interino sirio. España se va a sumar a ese creciente número de países que ya han iniciado conversaciones —desde EE UU, el Reino Unido, Francia o Italia— con la designación de un nuevo enviado especial para Siria. “Esos nuevos contactos, y así lo solicitaré también a la UE, tienen que ser claramente muy preliminares y ante todo para trasladar unas líneas rojas claras: la necesidad de que el futuro de Siria sea pacífico”, ha declarado el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, en Bruselas.
La UE celebrará próximamente en la capital comunitaria una conferencia sobre Siria y aspira a trabajar con los actores regionales y los países vecinos, ha remarcado Kallas, tras su primer consejo de Exteriores como jefa de la diplomacia europea. “Si ayudamos en la reconstrucción tenemos que estar sentados con los actores regionales y debatir las condiciones”, ha dicho.
La relación con el nuevo Gobierno, en este momento de gran incertidumbre, debe estar guiada por unos principios básicos, han acordado los ministros de Exteriores: integridad territorial siria, soberanía, responsabilidades e inclusividad del nuevo régimen, especialmente respecto a las minorías y derechos de las mujeres.
Algunos Estados, como Países Bajos quieren supeditar esos contactos y las relaciones con las nuevas autoridades y el Gobierno de transición sirio a que obliguen a Rusia a abandonar las bases que tiene en el país árabe y desde las que contribuye a sus operaciones en África que son clave para sus finanzas. Un debate abierto pero en el que aún, en esta situación preliminar, no hay consenso.
Los ministros de Exteriores de los 27 Estados miembros sondean ahora levantar las sanciones impuestas a Siria hace años. “Es pronto, pero hay que empezar a pensar en ello y trazar un plan ya”, ha lanzado Kallas, que ha dicho que primero hay que ver “políticas y pasos concretos” por parte del nuevo régimen.
Mientras, con la situación en Oriente Próximo muy caliente y la guerra de Israel contra Gaza activa, la UE ha acordado este lunes que se celebre próximamente una reunión del Consejo de Asociación con Israel, el marco de relación entre los países de la UE y ese país. Fue algo que el antecesor de Kallas, el español Josep Borrell, no logró debido a la oposición de varios Estados miembros partidarios del Gobierno del israelí Benjamín Netanyahu y temerosos de que esa cita se convirtiera en un análisis del incumplimiento de Israel de la legislación internacional por sus ataques a Gaza. España e Irlanda reclamaron hace meses a la Comisión Europea que revisase el convenio con Israel precisamente por esos incumplimientos.
Refugiados sirios
De momento, gran parte de la atención esta puesta en Siria. La jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, ha viajado este lunes a Jordania, donde se ha reunido con el rey Abdalá, y se trasladará a Turquía este martes para conversar sobre el país árabe con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
Uno de los grandes debates que se aviva ahora es la vuelta de los refugiados sirios. Los ministros de Exteriores lo han tratado este lunes —también Von der Leyen lo hablará con Erdogan— después de que cada vez más países europeos, como Alemania y Francia, hayan suspendido las solicitudes de asilo de esos ciudadanos.
España, ha remarcado Albares, con un número considerablemente menor de peticionarios sirios, “no se ha visto en la necesidad de hacerlo”. “Vamos a ser muy escrupulosos con la vuelta de los refugiados a Siria —que es una buena noticia, recordemos que los refugiados son personas que viven por motivos ajenos a su voluntad fuera de sus hogares— sea un retorno seguro, que respete los derechos humanos de los refugiados y se haga según los criterios que marca Acnur, la agencia de la ONU para los refugiados”, ha dicho Albares.
La presión para la vuelta de los asilados sirios no es nueva. Hace unos meses, un grupo de países, encabezados por Italia, uno de los Estados de línea dura en materia migratoria de la mano de su primera ministra, la ultraderechista Giorgia Meloni, propuso sondear a las autoridades del autócrata El Asad y reabrir los canales diplomáticos. El objetivo del Gobierno italiano era declarar algunas zonas del país seguras y establecer contactos para enviar a los solicitantes de refugio a quienes se les hubiera denegado ese derecho. Roma llegó a nombrar incuso a un jefe de misión para Damasco, que nunca llegó a presentar las credenciales a El Asad.
Ahora, el Gobierno de Meloni ha recomendado a los Estados miembros que se vayan retirando progresivamente y de manera “condicionada” las sanciones que la UE mantiene a Siria. “El nuevo liderazgo [sirio] debe comprometerse a adoptar una postura no agresiva hacia los vecinos de Siria y a garantizar que el territorio sirio no se utilice para llevar a cabo actos de terrorismo o extremismo violento”, dice Italia en un decálogo para guiar los contactos con el Gobierno interino, enviado al resto de Estados miembros para su discusión y al que ha tenido acceso EL PAÍS. “Es necesario crear las condiciones previas para un retorno seguro, digno, voluntario y sostenible de los refugiados a Siria”, remarca el documento.
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