España calibra su nivel de confianza ante Inglaterra

España calibra su nivel de confianza ante Inglaterra

El próximo 3 de julio, justo en un mes exacto, España debutará en la Eurocopa de Suiza ante Portugal. El equipo dirigido por Montse Tomé va a llegar al país helvético como uno de los grandes candidatos para levantar el trofeo, pero antes tiene este martes un partido fundamental en el RCDE Stadium contra Inglaterra (19.00, La1) que decidirá su futuro en la Liga de las Naciones y que será también decisivo para el ánimo del grupo en el torneo continental. A la Roja, que perdió en Wembley el pasado mes de febrero en un enfrentamiento donde mereció más, le sirve con empatar hoy ante las campeonas de Europa para estar en las semifinales de la Nations League y continuar con la defensa del título que consiguió en 2024 en la primera edición de la competición. Una segunda derrota ante las lionesses —otra de las grandes favoritas—, sin embargo, dejaría al equipo fuera de las eliminatorias y tocado a solo 30 días de su estreno en la Euro, en donde la seleccionadora se juega su renovación tras casi dos años en el cargo.

“Ganarle a una selección como Inglaterra sería un chute de energía, pero en el caso de que no fuese bien, el equipo también es fuerte y está preparado para eso. Después de la Nations hay un punto y aparte porque empieza una competición diferente”, matizaba el lunes en la previa del partido Mariona Caldentey, una de las piezas claves de España. En la sala de prensa del estadio situado en Cornellá, en el área metropolitana de Barcelona, también compareció la técnica asturiana, que quiso restar importancia al poso que dejará el encuentro de cara a la Euro, que se disputa del 2 al 27 de julio. “El primer objetivo [de esta ventana] era conseguir los tres puntos contra Bélgica, y el segundo es conseguir la clasificación para la fase final [de la Nations]. El equipo y el staff tienen la mente ahí, y lo demás ya es a posteriori”, afirmó Tomé.

Más allá del discurso oficial, a nadie se le escapa que otro tropiezo ante las inglesas sería un golpe difícil de masticar antes de viajar a Suiza. Sarina Wiegman, la seleccionadora de las lionesses, avisó ayer de que su equipo trataría de ganar a “cualquier precio”, pero que no forzará a ninguna jugadora que arrastre una pequeña lesión —Jess Park, Chloe Kelly, Keira Walsh, Lucy Bronze, Ella Toone y Esme Morgan han sufrido molestias— porque prioriza la Eurocopa. “[Una segunda victoria] nos daría un montón de confianza, pero ya las hemos derrotado este año, y ya jugamos con mucha confianza. Nosotras hicimos una gran actuación en Wembley, tanto defensiva como ofensiva. El partido es para la Nations League, y la Euro es un torneo distinto”, insistió ayer Bronze, una de las líderes del vestuario inglés, en el RCDE Stadium.

Para el duelo que enfrenta a las campeonas del mundo y las de Europa, uno de los mejores partidos de fútbol que se pueden ver hoy en día, Tomé tiene disponible a todo el grupo a excepción de Leila Ouahabi, con molestias en un tobillo. La entrenadora ha presenciado cómo ha progresado Esther González, la delantera del Gotham, desde que volvió a convocarla el pasado marzo tras casi un año fuera del grupo. La granadina ha visto cuatro veces puerta en los últimos tres partidos con la Roja —en realidad, en solo 143 minutos— y con sus dos tantos ante Bélgica el pasado viernes se convirtió en la quinta máxima anotadora de la historia de la selección con 34 tantos. “La veo integrada, es muy profesional, transmite una ambición increíble. Es una jugadora que, además de lo que ofrece en desmarques, defiende muy intenso, y sabemos que nosotras queremos delanteras que defiendan. Les pedimos meter goles, pero en este equipo defendemos todas, y ella da ese esfuerzo, es generosa y entiende muy bien las presiones”, la alabó ayer Tomé.

La ariete, que hace nueve días dio a su equipo con un gol en la final el título de la Concacaf Champions Cup, se proyecta como una de las grandes candidatas a ocupar el puesto de nueve —quizá el más abierto— tanto en la Euro como hoy ante Inglaterra en Cornellá en el regreso de la selección a Cataluña 28 años después. El anterior partido fue en 1997, un encuentro de clasificación para el Mundial ante Ucrania. Durante los noventa, la Roja disputó cinco partidos en la comunidad. Hoy lo hará en el estadio del Espanyol, con capacidad para 40.000 personas. No será el Camp Nou —aún en obras—, que en dos ocasiones rompió el récord de asistencia en un partido de fútbol jugado por mujeres —91.553 y 91.648 aficionados en la temporada 2021-2022—, y tampoco se espera que esté lleno. “Venga la gente que venga, nos sentimos apoyadas y respaldadas. Ojalá la gente se anime y siga viniendo”, compartió Mariona.

Antes de irse el pasado verano al Arsenal, donde ha sido elegida mejor jugadora de Inglaterra este año, ella ganó todo con el Barça durante 10 temporadas. El RCDE Stadium queda cerca de Sant Joan Despí, donde está el Estadi Johan Cruyff, que las azulgranas llenan cada fin de semana. Las sinergias entre el Barcelona y España son evidentes: las futbolistas del club catalán son el esqueleto que vertebra al equipo de Tomé. Durante esta ventana, 15 de las 25 jugadoras convocadas pertenecen o han pertenecido a la entidad presidida por Joan Laporta. En los partidos que la selección ha disputado en esta edición de la Nations, el número de culés o exculés en el once no ha bajado de ocho, y en el triunfo ante Portugal en Balaídos el pasado abril todas las que salieron de inicio habían pasado por el Barcelona.

El encuentro también reúne de vuelta a cinco jugadoras inglesas del Arsenal, el campeón de la Champions el pasado 24 de mayo en Lisboa, frente a las diez futbolistas del Barça que son internacionales con la selección. Hace 10 días fueron las gunners las que dieron la campanada en el Estádio José Alvalade y evitaron que las azulgranas sumaran su tercera Liga de Campeones consecutiva. España, que también es hoy favorita en el RCDE Stadium, no quiere ninguna sorpresa que pueda enrarecer el ambiente y amplificar el runrún sobre su candidatura antes de irse a Suiza.