Laporta se presenta como la víctima en el ‘caso Olmo’: “Nos quisieron liquidar, pero no nos rendimos”

Laporta se presenta como la víctima en el ‘caso Olmo’: “Nos quisieron liquidar, pero no nos rendimos”

Lejos, demasiado lejos, de reconocer errores en la gestión, ni tan siquiera de realizar una mínima autocrítica en la administración de los tiempos, el presidente del Barcelona, Joan Laporta, aprovechó el caso Olmo para contraatacar. Un ejercicio de (volver) a victimizar al Barça frente a los medios de comunicación, LaLiga y la Federación. Y, de paso, aprovechó la primera pregunta del canal oficial del club para atizar a la oposición. “Tendrán que trabajar mucho más si quieren desestabilizar a un club con más de 125 años de historia. Nos quisieron liquidar, pero no nos rendimos”, avisó Laporta, en un discurso cargado de sentimentalismo, en el que se aferró a su verborrea, no exento de contradicciones. Habló de la construcción de un “relato apocalíptico”, contra el club, como también de un intento de “ataque al escudo” ideado por “diferentes actores”. Más populista y reivindicativo que calmo y conciliador, hasta emuló a Diego Maradona: “El escudo no se mancha”.

El caso Olmo no comenzó el 31 de diciembre, cuando al Barcelona se le venció el plazo para regularizar su situación económica frente a LaLiga. El caso Olmo se inició el 9 de agosto, cuando el Barça no pudo inscribir la totalidad de su contrato el día de su fichaje, como se había comprometido con el jugador. Una situación que se agudizó, dos semanas más tarde, después de que se improvisara una inscripción provisional de Olmo, tras aprovechar de la lesión de larga duración de Christensen. Tampoco finalizó el 8 de enero, cuando el CSD otorgó la medida cautelar para que los jugadores Dani Olmo y Pau Víctor pudieran vovler a ser inscritos por la LaLiga. El Consejo tiene tres meses para tomar la decisión definitiva. Es decir, las licencias de los futbolistas continúan en el aire hasta abril. Laporta, sin embargo, no encuentra ni un ápice de error en la administración de la inscripción, al contrario. “Se ha gestionado bien, como se debía de gestionar: capacidad de resistencia, no rendirse nunca, aportar talento, valentía, astucia también y querer al Barça. Podemos estar satisfechos de nuestro buen trabajo”, subrayó.

Resultó, cuanto menos, curiosa la reflexión de Laporta. Después de que el nuevo contrato con Nike no generara suficientes ingresos para que el Barça regresara a la regla del 1x1 y así regularizar el fair play financiero que lograría la inscripción automática de Olmo y Víctor, los servicios jurídicos del club presentaron dos medidas cautelares. La primera, el 27 de diciembre, en un juzgado mercantil; la segunda, en otro de primera instancia. Ambas fueron denegadas. El Barcelona, entonces, recurrió a la comercialización de los asientos Vips del nuevo Camp Nou a dos empresas, una de Qatar y otra de Emiratos Árabes. “En estos momentos, estos países se están convirtiendo en un lugar de oportunidades, como podía ser en mi época irse a Estados Unidos o Londres a estudiar un máster”, soltó, sin ruborizarse, el presidente.

Misma estrategia comunicativa para asegurar que en su gestión “no hay improvisación”. Según el presidente, el club sigue “un plan estratégico detallado que ha sido evaluado semanalmente por los ejecutivos”. Sin embargo, como los documentos de la venta de los asientos Vips fueron presentados in extremis, LaLiga necesitó más certificados para aplicar la venta de un nuevo activo que completara los insuficientes ingresos de Nike. Información que, ante la urgencia, llegó tarde. Como consecuencia, Olmo y Víctor fueron borrados de la plantilla del Barça por la Liga. “Están en su derecho de pedir documentación adicional, aunque soy de los que opina que han actuado en contra de sus actos porque en casos similares no la pidieron. El 31 de diciembre estaba presentada en tiempo y forma”, explicó Laporta.

LaLiga, en cambio, no entendió que la documentación estuviera presentada en “tiempo y forma”, como justificó el presidente azulgrana. De hecho, el mismo Laporta explicó que el Barcelona tuvo que acreditar una parte de la venta de 100 millones de los asientos Vips. ”Exigieron un depósito del 40 por ciento”, completó el mandamás del Barça. Acorralado por las prisas y el momento —las fiestas navideñas no son jornadas especialmente agradecidas para realizar trámites—, el Barcelona recurrió a la Federación. “La RFEF nos decía que nos faltaba el 1x1. El día 3 de enero acabamos de complementar la documentación que nos pedía LaLiga para validar el fair play”, relevó Laporta. Mientras tanto, el 1 de enero, LaLiga borró a Olmo y Víctor de la plantilla del Barcelona.

El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, durante la rueda de prensa.
El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, durante la rueda de prensa. Enric Fontcuberta (EFE)

Finalmente, tras analizar los documentos, LaLiga le dio el visto bueno a la venta de los asientos Vips y el Barça regresó al 1x1. Es decir, regularizó su fair play. “Dejamos de estar intervenidos”, celebró Laporta. Pero ya era tarde para el comité de seguimiento de LaLiga y la Federación denegó las nuevas licencias para Olmo y Víctor. ¿El motivo? El análisis “literal” de los artículos 130.2 y 141.5 del Reglamento General de la RFEF que impiden inscribir a un jugador dos veces por el mismo club en una misma temporada. “Tanto LaLiga como la RFEF nos decían que la norma estaba obsoleta. La ley es muy clara en cuanto al derecho de los deportistas. Ellos han empezado jugando con el Barça y continúan haciéndolo porque tienen contrato en vigor. Y la estabilidad de la competición se hace a través de la estabilidad de las plantillas”, defendió Laporta, como hizo con la medida cautelar que el Barcelona presentó al Consejo Superior de Deportes (CSD).

El 8 de enero, ya con el Barcelona en Arabia Saudí para disputar la Supercopa de España, el CSD le otorgó la cautelarísima bajo el argumento de que los deportistas profesionales tienen derecho “a una carrera deportiva con todas las garantías y certidumbre”. LaLiga y la Federación, entonces, inscribieron a Olmo y Víctor. Laporta aprovechó la decisión del Consejo para justificar su relato: “El Barça siempre ha cumplido la normativa. Cualquier campaña contra el club no evitará que el Barça sea querido y admirado por millones y millones de personas de todo el mundo. Yo he normalizado las críticas y sufrir acciones que sobrepasan todos los códigos deontológicos. Estoy acostumbrado a sufrir estas situaciones, pero no acepto que la fiscalización de mi cargo vaya acompañada de mentiras. No puedo permitir que se aprovechen de las críticas al presidente para atacar al club o desestabilizar al equipo. No lo aceptaré”.

Se aprovechó, también, de la rabia de la plantilla por el trato del club a Olmo y Víctor, escenificada en las declaraciones de Raphinha: ”Si tengo que ser sincero, y a mí no me gusta mentir, si estuviese en otro club me pensaría si lo mejor es venir aquí”; Laporta tergiversó estas declaraciones para volver a señalar a la prensa: “No es cierto que el capitán nos haya criticado, es que os lo llevasteis al huerto, lo engañasteis”.

Laporta apuntó a los medios, también a LaLiga y a la Federación. También, por supuesto, no se olvidó de los clubes que manifestaron su indignación tras la cautelar del CSD. El Atlético, por ejemplo, publicó: “Consideramos que esta decisión pone en peligro el actual sistema, cuestionando las reglas del juego”. No fue la única institución: el Espanyol, el Valencia, Las Palmas, el Málaga, el Athletic y el Valladolid secundaron al cuadro madrileño. “No me consta que hayan hecho ninguna impugnación ni creo que la hagan para impedir la inscripción de los jugadores. Todo el mundo tiene su derecho a opinar. Pero no estoy de acuerdo con los clubes que se han posicionado en contra de la cautelar. Pero, hay clubes que no se han pronunciado y estoy agradecido. Deben tener unos servicios jurídicos que saben de lo que estamos hablando y que la defensa que ha hecho el Barça está dentro de la legalidad y el proceso tiene visos de prosperar”, destacó el líder de la junta azulgrana.

Uno de los clubes que se mantuvo en silencio fue el Real Madrid, máximo rival del Barcelona, también máximo aliado en la Superliga. “Se está retrasando, pero el producto sigue vivo”, dijo Laporta. No quiso desvelar, sin embargo, su conversación con Florentino Pérez en Yeda. Sí, en cambio, contó lo que opinan sobre la Supercopa de España: “Hablamos de la Supercopa en Arabia, que hay que mejorar algunos aspectos. Aunque la organización fue muy buena por el desplazamiento y por estar una semana allí, tal vez deberíamos estar mejor remunerados y sacar más provecho”.

En una rueda de prensa que estaba prevista que durara 60 minutos, Laporta se extendió hasta la hora y 59 minutos. No quería escatimar en tiempo para recuperar el relato y, por si quedara alguna duda, recordarle a la oposición, casi al borde de llanto, quién lidera el entorno azulgrana: “¿Alguien cree que el presidente del Barça dimitirá por una decisión de LaLiga o la RFEF? Venderemos cara la piel. Estoy decepcionado con cómo han actuado las personas que quieren mandar en el Barça. Han tenido una oportunidad de oro para demostrar que quieren al Barça y no lo han aprovechado. Se han puesto al lado de medios hostiles. Pobre el Barça si queda en manos de según quién”.