¡No se suicidó... a ella la mataron!

¡No se suicidó... a ella la mataron!

Un ciclo de violencia sufrió Guadalupe Manzano en su vida de casada. Al final, fue asesinada. Así se resumió el caso de esta habitante del recinto 23 de Julio, cantón San Miguel de los Bancos, durante el llamamiento a juicio contra Ramiro Maza, su pareja.

Luego de demostrarse su culpabilidad se determinó –en esta semana– que el acusado pasará 26 años en prisión. Aunque la sentencia no se encuentra ejecutoriada aún.

Las investigaciones demostraron que Maza se contradijo cuando habló con los policías. El 1 de marzo de 2019, los llamó y les detalló que Manzano se había ahorcado en un árbol.

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El cadáver fue llevado a la morgue de Quito, donde pronto se reveló la verdadera causa de la muerte. La chica no murió asfixiada por una cuerda. Otra persona la estranguló.

Además, ella tenía un golpe entre el cuello y la espalda, así como una luxación en las cervicales que conectan el cráneo con la columna, según el informe forense.

Fue así que, al día siguiente, Maza fue detenido. Desde que inició el proceso estuvo en prisión preventiva hasta que se ratificó su autoría con el juicio.

El implicado dijo que esa fecha su esposa no fue a desayunar. Pensó que cuidaba a su hija, de 11 meses de nacida. Luego explicó que regresó al lugar donde estaba en la mañana, ordeñando vacas (desde las 06:00). Allí hizo el hallazgo, según Fiscalía.

Una hermana de la víctima confirmó que ella escuchaba las constantes peleas de la pareja. Sucedió cuando la pariente les rentó un cuarto.

El Ministerio Público, en un informe, precisó que Manzano llamaba a escondidas a su familia, porque Maza le impidió que tuviera un celular. Tampoco dejó que trabajara.

“La madre en su testimonio aseveró que el procesado trató de ahorcar a su hija en una ocasión”, señaló Fiscalía.