Ucrania respira aliviada por el reinicio de la ayuda militar de Estados Unidos

“Trump no ha mentido, el Pentágono anunció buenas noticias para Ucrania”. Este titular, del medio ucranio Telegraf, resume el sentimiento de alivio con el que el país invadido por Rusia ha acogido el cambio de guion escrito en las últimas horas por Donald Trump. El presidente de Estados Unidos afirmó el lunes que Ucrania recibiría armamento para defenderse. Ese mismo día, la Secretaría de Defensa de Estados Unidos anunció que desbloqueará la transferencia de ayuda militar para Ucrania. Una semana antes, Washington había comunicado que suspendía las partidas comprometidas por el expresidente Joe Biden para Ucrania.
“Habrá armas de Estados Unidos. Pese a que hubo muchísimas discusiones y publicaciones sobre la retirada estadounidense. Había que darle menos vueltas, la mayor parte de lo que se ha escrito era falso”, ha comunicado en sus redes sociales Andrii Kovalenko, miembro del Consejo de Seguridad Nacional de Ucrania. Lo cierto es que fue su propio Gobierno el que se puso en alerta. La semana pasada saltaron las alarmas cuando el Pentágono confirmó a los medios estadounidenses que había suspendido la entrega de armamento clave para las Fuerzas Armadas Ucranias, recursos que habían sido acordados en los últimos compases de la Administración del antecesor de Trump, el demócrata Joe Biden. Misiles antiaéreos Patriot, misiles antiaéreos portátiles Stinger, cohetes antidrones, misiles de precisión y munición de artillería, entre otros.
El Ministerio de Exteriores ucranio llamó el 2 de julio a consultas al embajador en funciones de EE UU en Kiev, John Ginkel, para expresar su preocupación. El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, mantuvo una conversación el 4 de julio con Trump para explicarle que su país se quedaría desamparado ante los bombardeos a gran escala rusos sin las defensas antiaéreas estadounidenses. Zelenski obtuvo el compromiso del líder republicano de buscar la manera de apoyar a Ucrania. “Ha sido probablemente la mejor conversación que hemos tenido hasta la fecha, la más productiva”, añadió Zelenski.
Giro respecto a la guerra
La relación entre ambos ha estado marcada por múltiples desplantes de Trump, que hasta ahora ha buscado sobre todo ser conciliador con el presidente ruso, Vladímir Putin. Pero el estadounidense ha dado un giro en su posición sobre la guerra en Ucrania tras la entrevista telefónica que mantuvo el 3 de julio con Putin y en la que el autócrata ruso le confirmó que no tiene intención de aceptar un alto el fuego incondicional y que quiere proseguir con la invasión. “Estoy muy decepcionado con la conversación con Putin”, manifestó Trump, “me parece que Putin ya no está [dispuesto a negociar la paz]. Estoy muy decepcionado porque no creo que quiera parar, y eso es muy malo”.
La palabra de Trump para asistir al país agredido se confirmó este lunes con el anuncio del Pentágono. Delegaciones de ambos gobiernos deben reunirse en los próximos días para concretar qué armamento puede estar disponible para Ucrania, según lo acordado por Trump y Zelenski. El portavoz del Pentágono, Sean Parnell, ha especificado en el comunicado que “continúa en activo el esquema del presidente de evaluar los envíos militares al exterior como parte integral de las prioridades de defensa en las que América va primero”.
Trump ha reiterado en los últimos días sus críticas a Biden, a quien acusa de haber sido demasiado generoso con Ucrania, dejando, según su versión, los arsenales estadounidenses bajo mínimos.
La prioridad para Ucrania será obtener de Washington equipos de defensa antiaéreos, en concreto los misiles Patriot, el mejor recurso de Kiev contra los misiles balísticos rusos. El analista militar Ivan Stupak también ha indicado en Telegraf que los misiles tierra-aire Stinger deben ser otra reclamación de primer orden, porque “hace tiempo que no se ven en el frente” y son fundamentales para repeler ataques de helicópteros y aviones rusos en la primera línea de defensa ucrania.
Zelenski propuso el pasado junio a Trump, durante la cumbre de la OTAN en Países Bajos, que la asistencia militar para Ucrania podía ser adquirida por sus socios europeos. Alemania, en concreto, ha iniciado una negociación con Washington para adquirir misiles Patriot y sus baterías de lanzamiento. Este fue uno de los asuntos clave que planteó a Trump el canciller alemán, Friedrich Merz, en una llamada telefónica del 4 de julio.
La presión diplomática ucrania sobre la Casa Blanca también busca que Trump termine por aprobar nuevas sanciones económicas sobre Rusia. Kiev tiene como principal aliado en esta batalla al senador Lindsey Graham. Este veterano político republicano da por hecho que el presidente estadounidense dará apoyo este julio a nuevas medidas sancionadoras.
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