Un Drácula brillante, terrorífico y divertido: la miniserie de Netflix reinventa el mito en la mejor ficción del vampiro

Un Drácula brillante, terrorífico y divertido: la miniserie de Netflix reinventa el mito en la mejor ficción del vampiro

La nueva adaptación del vampiro más aclamado el cine, es el más esperado por sus fans.

a gran novela de terror gótico de Bram Stoker se reinventa de forma sorprendente, inteligente, fresca y provocativa.

La serie de televisión desarrollada por Mark Gatiss y Steven Moffat es protagonizada por Claes Bang, quien apunta a superar a Gary Oldman. Su forma de actuar es la de una monstruo, pero al mismo tiempo es atractivo, sexual y cómico.

Humor negro

La miniserie está ambientada a finales de XIX y cuenta los orígenes del conde 'Drácula' que, con la finalidad de saciar su sed de sangre, planea viajar a Londres.

Gatiss y Moffat proponen una lectura del primer acto de la novela, con Harker visitando el castillo de Hungría que en principio parece seguir la plantilla, pero pronto comienza a alterarse hasta convertirse en una mezcla llena de atrevimiento, cambios y vueltas a situaciones y pasajes del texto original.

Así, relatado a base de flashbacks el proyecto sirve de homenaje autoconsciente mientras presentan lo ya conocido de forma que refresca al espectador y sorprende.

Esta sería la primera versión cómica del conde vampiro, que se mezcla con elementos que le pone más picante al asunto; frases llenas de ironía y flema británica en la lengua de un transilvano.

El gótico no desaparece

Gatiss y Moffat no se alejan del todo del clásico y despliegan todo un manto de atmósfera gótica y recursos del cine de terror, quizá en ocasiones abusando de algunos sustos de volumen, pero sin olvidar los aspectos más físicos y decrépitos de la mitología del vampiro.

Muertos, ghouls, transformaciones, animales, víctimas de anatomías corruptas y metamorfosis conscientes de la importancia del látex y la sangre tangibles. ‘Drácula’ es una pieza de horror puro y duro. (E)